Capítulo 1

266 15 0
                                    

Narra Perséfone.

Llevo toda la vida oyendo: -No te acerques al bosque-, -Es demasiado peligroso para una chica como tú-. ¿Cómo que para una chica como yo? ¿Si fuera diferente, podría entrar?
Solo necesitaba preparar una mochila con todo lo necesario y ya estaba lista para irme.
Lo bueno de vivir sola es que no tengo que dar explicaciones a nadie cuando me voy a algún sitio.

Fui al único supermercado que había en el pueblo, tenía que llenarme de provisiones.

¿?-¿No me vas a saludar?

Perséfone-¡Marco! Lo siento, no te había visto.

Además de ser mi amigo de la infancia, también era el único doctor/veterinario del pueblo.

Marco-¿Adónde vas con tanta prisa?

Perséfone-Tengo que hacer una gran compra, me he quedado sin comida.

Marco-Parece que te vayas de excursión [examinando todo lo que he comprado].

Perséfone-Es para el jardín, a veces ceno fuera y así observo las estrellas.

Marco-Por cierto, tengo que hacerle una revisión a Rubí.

Rubí es mi caballo, se llama así por su pelaje rojizo.

Perséfone-Hoy no puedo, ¿mañana te va bien?

Marco-Por supuesto.

Perséfone-Genial, nos vemos mañana entonces.

Me despedí de Marco y seguí haciendo la compra.
15 minutos después, llegué a mi casa. Guardé todo lo necesario en mi mochila: comida, una linterna, una botella de agua, un par de libros, una manta y una toalla, además de pilas para la linterna. Aparte también llevaba un arco con flechas suficientes, se podía decir que estaba lista.
Me vestí con un jersey gris de cuello alto, una falda marrón que iba a juego con mis botas altas de cordones.
Me hizo dos trenzas en mi oscura melena, iba a ir a por Rubí cuando llamaron a la puerta.

Perséfone-¿Quién es?

¿?-Perséfone abre la puerta, soy yo, Perona.

Cómo no, mi vecina cotilla tenía que pasar a curiosear.

Perséfone-Hola Perona.

Perona-Voy a quedar con Nami y Nojiko en la cafetería, ¿te apetece venir?

Perséfone-No, es que hoy estoy muy ocupada.

Perona-Llevas días sin quedar con nosotras, ¿estás bien?

Perséfone-Me encuentro de maravilla, ahora si no te importa...

Perona-Por si acaso me pasaré más tarde.

Perséfone-Como quieras.

Tras irse Perona, fui al establo donde se encontraba Rubí. Le peiné el pelo y le puse la montura. Luego, volví a mi habitación a por las cosas incluyendo mi capa granate y bajé otra vez.

Perséfone-Ya estamos listos.

Me monté en mi caballo. Le iba dirigiendo con las riendas, hasta que llegamos a la entrada del bosque, por algún extraño motivo se quedó quieto.

Perséfone-Vamos.

Rubí me miró con cara de: -¿Estás segura de que quieres hacerlo?-. A lo que yo contesté agitando las riendas otra vez.

Continuará...

Caperucita granate (One Piece)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora