Capítulo 3

182 20 0
                                    

Narra Perséfone.

Me desperté en una cama con sábanas azules oscuro de seda. Lo siguiente en lo que me fijé fue en que no llevaba puesta mi ropa sino una sudadera muy grande. Quien sea que me haya salvado, me ha visto en ropa interior o peor aún, desnuda.

La habitación estaba decorada de forma muy elegante, una gran cama, varias estanterías llenas de libros, un sillón y un par de cuadros con paisajes. Por no decir que el color predominante era el azul, después el amarillo.

Perséfone-¿Dónde estoy?

No sabía si levantarme e irme o esperar a que alguien apareciese. Opté por lo segundo ya que podía oír voces.

¿?-Voy a ver si está despierta.

Acto seguido, la puerta se abrió. El hombre que entró en la habitación tenía unos rasgos muy particulares: ojos grises, ojeras profundas, pelo oscuro, perilla...He de admitir que era muy atractivo.

¿?-Hola.

Perséfone-Hola...

¿?-¿Qué tal te encuentras?

Perséfone-Pues, confundida.

¿?-Es comprensible, te diste un golpe en la cabeza.

¿O sea que todo lo que vi antes de desmayarme no era real?

Perséfone-Lo sospechaba. ¿Cómo me encontraste?

¿?-Escuché unos gritos y decidí entrar al bosque a ver quién era.

Perséfone-Pues si que debía de estar gritando.

¿?-Sí, por cierto soy Trafalgar Law pero puedes llamarle Law.

Perséfone-Encantada, yo soy Perséfone, Wisdom D. Perséfone.

Law-Encantado, Perséfone-ya.

Perséfone-Debería volver a casa, seguramente me estén buscando.

Law-No tan rápido, caperucita granate. Debes reposar, tengo que asegurarme de que tu cabeza esté bien.

Perséfone-¿Caperucita granate?

Law-Así es, cuando te encontré llevabas puesta una capa granate.

¿Entonces ahora tenía que quedarme en casa de un desconocido a reposar?

Perséfone-Estamos en Foodvalten, ¿no?

Law-No, nos encontramos al otro lado del bosque.

¿Al otro lado del bosque?

Law-Tengo un teléfono abajo, por si quieres llamar a tu casa.

Perséfone-Pues...

La verdad era que no sabía a quién llamar ya que no me sabía de memoria el número de Marco ni el de Perona.

Perséfone-Mejor en otro momento...

Law-¿Te apetece comer algo?

Perséfone-Sí, eso estaría bien.

Me levanté de la cama. Me sonrojé al ver que la sudadera solo me cubría hasta la mitad de los muslos.

Law-Tu ropa se está lavando, tenía que ver si tenías alguna herida más. Y, efectivamente [señalando mi rodilla derecha].

La cocina de Law tenía pinta de ser muy moderna, todo era reluciente y sofisticado.

Law-¿Algo en particular que desees comer?

Perséfone-Cualquier cosa me sirve.

Mientras el joven de ojos grises cocinaba algo, yo observaba todo lo que me rodeaba. Me fijé en que ya había anochecido, debía de ser bastante tarde.

Perséfone-¿Qué hora es?

Law-Las 11 de la noche.

Perséfone-Pues sí que he estado tiempo inconsciente.

Me pregunté dónde estaba Rubí, ¿habría vuelto al pueblo? ¿le habría vuelto a atacar un oso?

Law-Aquí tienes.

Law dejó ante mis ojos un plato de espaguetis a la boloñesa, tenía muy buena pinta.

Law-Qué aproveche.

Perséfone-¡Gracias! ¡Qué buena pinta!

Antes de comer, me di cuenta de que Law había esbozado una pequeña sonrisa.

Continuará...

Caperucita granate (One Piece)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora