Capitulo 25 - Un mal entendido arreglado.

7.2K 384 2
                                    

— ¿Y tú? ¿Cómo te llevas con James?

Me pregunto seriamente

—No lo soporto… solo quiero que regresen lo más pronto posible para que se valla…

—Entonces seguro que todo está bajo control…

Dijo alegre mi padre

—No… no me deja hacer nada divertido

Le dije haciendo una voz de niña pequeña

—Sabia que él era buena elección…— Dijo seguro —Bueno hija… le diré a tu madre cuando llegue que te marque…

—Está bien…— Le dije feliz —Los amo

Fue lo último que dije antes de colgar, me di la vuelta para ir hacia afuera de mi habitación y buscar a James, pero al parecer él se me había adelantado ya que estaba recargado en el marco de la puerta.

—‘’No lo soporto’’— Levanto una de sus cejas —‘’Regresen lo más pronto para que se valla’’— Soltó una fría carcajada —…No cambias mas

Dijo molesto y se dio la vuelta para irse por el pasillo. Había escuchado la llamada. Todo lo que yo había dicho, bueno mentido.

En cuanto reaccione, Salí corriendo de mi habitación.

— ¿James?

Dije mientras daba dos ligeros golpes sobre la puerta de su habitación

—James... ábreme!

Le dije ya que la puerta estaba cerrada con seguro.

—Déjame explicarte...

— ¡JA!

Soltó una sarcástica carcajada

— ¿Que me vas a explicar?— Abrió la puerta — ¿Que finges que te gusto para que te devuelva el auto? O ¿Para hacer otra fiesta?

Me miraba despectivamente

—No...

Le dije seria, no me gustaba para nada como me hablaba, estaba a punto de darme la media vuelta y tirar a la basura nuestros cinco minutos de reconciliación.

Respire profundo y pensé antes lo que estaba por decir y no arruinarlo como las otras veces.

— Cuando te tranquilices y si es que se te llega a dar la gana de escucharme… hablamos

Sonreí forzadamente y me di la vuelta.

- ¿Esa fui yo?-pregunte extrañada en mi interior.

Esperaba que me reclamara por irme, pero al contrario solo escuche como cerraba la puerta nuevamente.

Resignada entre a mi habitación, donde pase todo el día.

Ya que claramente a James no le dieron las mínimas ganas de escucharme.

Me puse un short y una blusa de tirantes para dormir, Para después acomodarme debajo de las sabanas y en cuestión de segundos caer en un profundo sueño.

Me desperté por el constante cosquilleo que sentía en mi mejilla, que poco a poco se desviaban a mis labios, delineando delicadamente el margen de estos.

Abrí los ojos lentamente y me encontré con James.

Quien era el responsable del cosquilleo que me provocaban sus suaves caricias que hacía con el torso de sus dedos. Al verme despierta me sonrió y ceso las caricias.

Enamorada de mi NiñeroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora