Capítulo III : Hasta el final

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Quinto año termino casi tan rápido como empezó. Mis padres escribieron diciendo que iríamos a Francia de vacaciones. Quería tener un viaje tranquilo pero Sirius y James armaron un gran escándalo en el tren.

Rodolphus Lestrange, un chico de sexto año empujo a Remus sin querer, o eso decía. James lo empujó de vuelta porque él no pidió disculpas. Luego Mafalda Brown, una pelirroja baja, novia de Lestrange me empujó a mí alegando que yo no podía controlar a mi noviecito. Todo habría podido quedar allí, de no ser porque Lestrange y Brown empezaron a soltar Lindezas sobre Gryffindor y los jugadores del equipo de Quidditch, al que Sirius, James y yo pertenecíamos.

La empujé, pese a que Lily me advirtió que no lo hiciera. El resultado de todo aquello, fue una pelea épica en el corredor. Le saqué varios mechones de cabello a Mafalda. James y Sirius aun seguían peleando con los hermanos Lestrange. Brown creyó que sería buena idea darme una cachetada. Lo que no supo es que de vez en cuando desbordaba fuerza, especialmente después de mi dosis de plaquetas y glóbulos rojos. Puñetazos y golpes volaron por todas partes.

La profesora Mcgonagall. Quien iba en el tren debido a asuntos en el ministerio llegó a separarnos.

-Es el colmo. Podía esperar algo así de Black y Potter, pero Srta. Smith. Sr Lupin, me han sorprendido desagradablemente. - Apenas escuchaba aún tenía ganas de arrancarle la cabeza a Mafalda. -Agradezcan que el curso ya ha terminado, porque estaría más que encantada de castigarlos.

Llegamos a la estación riéndonos por lo que había pasado.

-Cassie, me has dejado...wow. Brown va a necesitar un corte de cabello original-Dice Sirius. Y vaya de que lo haría le saqué un par de buenos mechones de pelo.

-Noviecita... Has estado genial. -Le doy un zape a James por el comentario.

-Cállate James, esto ha sido tu culpa. Mírate ahora tienes el labio partido y el ojo más grande que una calabaza. - Estaba enfadada, pero no con ellos. Esa Brown... Ugh.

-Deberías acomodarte el pelo, Cassiopea Smith, Rosalie se espantara. Y Edward se preocupará -Me dice Lily.

-No estarás enojada ¿Verdad, Lily? -Le pregunto. - Vamos Lily. No sido mi culpa. Aquí mi noviecito y Sirius tienen toda la responsabilidad.

-No te pases, Cassie. Si no mal recuerdo tú también le pusiste un par de trancazos a Brown. -Me dice Sirius.

-Canuto tiene razón, noviecita. Además no se trataba de nosotros únicamente sino de todos y cada uno de los Gryffindor. - Vale, tenía un punto.

-Cállense ya. Ahí viene tu familia Cassie. -Voltee a ver hacia donde señalaba Lily.

Solo venia Rosalie, Edward y Mamá. Rose corrió hacia mí.

Santo Cielo! ¿Qué te ha pasado, Dayanne? - Edward me miraba preocupado.

-Hola Rose, Hola Eddie, ¿Cómo estas, Mamá? - Los chicos también los saludaron, y después de que aclarara el asunto del tren, me despedí de los merodeadores y Lily.

Rosalie estuvo echándome peroratas acerca de pelearme como hombre. Mi madre solo se preocupó.

Escribí a Lily después, y quedamos en que ella vendría dos días después de que las cartas de Hogwarts llegaran. Sirius me escribió después diciendo que se había ido a vivir con James, al parecer su madre le había colmado la paciencia. Terminé invitándolos a venirse un par de días a mi casa.

-Es solo que estoy harto de ella y de todos en mi casa. - Me dice cuando le pregunto porque dejo su casa - Todo lo que hacen es preocuparse sobre la pureza de sangre...

La madrina De Harry Potter Donde viven las historias. Descúbrelo ahora