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Diana Rowling era conocida por dos razones:

1. Ser siempre el blanco de burlas por ser metamorfomaga.

2. Su cobardía.

A pesar de ser una Gryffindor, ella era una total cobarde, incluso más de lo que en alguna vez fue Neville Longbottom. La chica a penas tenía amigos, solo tenía a Rose Weasley. Una chica Ravenclaw, a Diana le encantaba pasar tiempo con Rose. Eran como dos hermanas.

Diana estaba en su habitación, leyendo un buen libro, cuando Rose Weasley. Llevaba consigo un libro, titulado Cazadores de Sombras. Diana alzó la cabeza y cerró el libro.

—Hola, Rose —saludó, con un leve asentimiento de cabeza. Rose le sonrió.

—¿Qué tal tu día? —preguntó, con un toque de diversión. Diana suspiró.

—Horrible —respondió Diana, luego frunció el entrecejo—. ¿Qué haces aquí? —preguntó con interés. Rose debía de estar en su sala común, no en la habitación de Diana.

—Ah sí, cuando me quieras ver, me hablas —le rebatió Rose.

Diana alzó la mirada y se encontró con sus ojos, realmente estaba molesta.

—Lo siento, Rosie —se disculpó la chica. Realmente se sentía mal.

Para la sorpresa de Diana, Rose soltó un bufido antes de estallar en carcajadas. Se rió tanto que tuvo que sostenerse de la pared para no caer. Diana alzó una ceja.

—Sí sé que lo sientes —rió Rose—. Igualmente; debería irme. Estoy segura que eres la única que me quiere aquí —añadió.

Dio media vuelta y se fue.

Diana rodó los ojos ante la actitud de la chica. Se levantó y fue a guardar su libro a su baúl, para que Alice y Roxanne no puedan verlo; le daba mucha vergüenza. Pronto, el lugar fue llenado por dos chicas, Alice y Roxanne.

—Hola, chicas —saludó Diana, como de costumbre.

—Hola, Diana.

En realidad nadie tenía algo en contra  de Diana, solo la encontraban cobarde. Diana sabía que las únicas personas que tenían algo en contra de Diana, eran los merodeadores.

—Diana...

—¿Qué pasa, Roxanne? —preguntó la pelirroja.

—¿Tienes algo con Albus? —preguntó Alice, con un toque de enfado.

—¡El ni sabe mi nombre, Alice! ¿Tu qué crees? —preguntó Diana, empezando a molestarse.

—Ya lo sé.

Diana dio media vuelta en su cama, y de durmió, sin escuchar a Alice, ni lo que decía ni lo que reclamaba.

𝐠𝐫𝐞𝐞𝐧𝐥𝐢𝐠𝐡𝐭 ↬ 𝐚𝐥𝐛𝐮𝐬 𝐩𝐨𝐭𝐭𝐞𝐫 ²Donde viven las historias. Descúbrelo ahora