Memories •Derek Hale•

→Trece←

Bleeding

—Estamos perdidos —hable dramaticamente.— ¡Nos vamos a morir!

—Cállate —dijo Isaac.— Los vamos a encontrar.

El rubio no dejaba pasar ni el mas mínimo detalle al lugar en el que estabamos, en el bosque. Buscando a Boyd y Cora, quienes se habían escapado de la bóveda.

Sí, así es.

Cora, la hermana no muerta de Derek.

¿Acaso Beacon Hills es la fuente  principal de un futuro apocalipsis zombie? Pues quedense con nosotros hasta el final y lo averiguaremos.

—No, Isaac estoy hablando enserio —dije deteniendolo.— Estamos perdidos.

—¿Qué?

—Hemos pasado cuatro veces por el mismo camino —dije extendiendo mis brazos para que viera el lugar.—  Ese arbusto de ahí, lo tengo contadito.

—¿Y por que no me dijiste? —cuestionó el rubio con una ceja levantada.

—Quería ver hasta que punto era capaz de llegar tu vista —hable encogiéndome de hombros. 

Mi amigo bufo molesto y caminó dejandome atras.

—Bueno, ¡Pero no te enojes cachorrito! —exclame siguiendolo por detrás.

Así estuvimos por varios minutos, esta vez sin pasar por el mismo camino otra vez. Durante el trayecto la garganta ya me estaba molestando, la aclaré un poco para que cesara pero nada sucedió. Sentí a Isaac mirándome curioso y negué con mi cabeza haciendole saber que no era nada.

— Jessica.

Levante la vista encontrandome con los bellos ojos de Isaac.

—Estoy bien, estoy bien —dije inclinada con las manos en mis rodillos tomando bocanadas de aire.

—¿Tienes que hacer tus cosas sobrenaturales? —me preguntó con una pizca de burla y recibió un golpe de mi parte.

—Cállate, que si quiero puedo hacer que te transformes en el cachorrito que eres por una semana —dije exagerando al final.

— Bueno, bueno. ¿No hay necesidad de ser agresivos o sí? 

Asenti con mi cabeza y cuando quise levantarme un pinchazo en la cabeza hizo que me detuviera y mi vista se volvió borrosa.

Habian un par de manos debajo del agua tratando de sacar algo desesperadamente y cuando cometió su objetivo se dejo ver a un muñeco inflable. La persona bajo la mirada dejando el objeto a un lado, fue ahí cuando a un costado un liquido de color rojo apareció y la vista se fue levantando de a poco hasta llegar a un cuerpo de un hombre del cual la sangre le corría por el cuello. 

Sentí el aire llenar de golpe mis pulmones haciendo que mi respiración se vuelva veloz y en mi cabeza estaba el eco de un grito infinito que no dejaba de reproducirse. 

— Lydia —susurre a penas.

— ¡Ay dios! — exclamó Isaac sobresaltando en su lugar.— Me has dado el susto del siglo, te haz quedado ahí parada de la nada y tus ojos... estaban rojos... dios esta noche no dormiré.

Lo ignore y metí mi mano en el bolsillo interno de mi poleron desesperada buscando mi celular. Cuando lo tuve entre mis manos el celular vibro con la pantalla encendida dejando ver el nombre de mi hermana en el.

—Lydia —dije cuando conteste y la escuche sollozar.— Esta bien... lo vi, lo vi.

— Jessica —dijo con la voz apenas audible.