Capítulo XXIX

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—¡Auch!—Me quejé.

—________, deja de ser tan quejitas y deja que de rice las pestañas—Regañó Lorraine.

—¿Me levantaste temprano solo para rizarme la pestaña?—Pregunte sumamente enfadada.

—Y para maquillarte un poco—Sonrió—Deberías arreglarte para ir a la escuela.

—¡Ya lo hago!—Exclamé.

—Pero deberías hacerlo un poco más—

Lorraine estaba totalmente fuera de sus cables, ¡Me había despertado a las cinco am solo para maquillarme!

—Bien, te dejaré maquillarme, pero déjame ponerme mi uniforme—

—_____, hace rato pusiste la excusa de que me ibas a dejar maquillarte si primero te bañabas, te dejé, ¡y sigues sin dejarte!—

—Pues no quiero que me maquilles—Le mostré mi lengua.

—Mira el lado bueno, si te maquillo puede que Tae te diga algo lindo—

La miré directamente a los ojos.

—Es una tontería—Bufé—Las personas deberían apagarte por tu forma de ser, o de vestirte, ya que es algo que tú eliges, no por tu físico—Hice una mueca de asco—Pero si eso te hace feliz, maquíllame.

Lorraine me regaló una amplia sonrisa.

—¡Gracias!—Estaba a punto de ponerme sombras pero la detuve.

—Pero primero mi uniforme—

—Agh—Tae hizo una mueca de asco.

—¡Lo se!—Exclamé—¿Quien en su sano juicio comería papas fritas con helado de vainilla?

—Debe ser un monstruo—Comentó Tae.

Era la hora del receso, Tae y yo nos encontrábamos platicando animadamente en la cafetería, de temas completamente irrelevantes.

Sentí una mirada sobre mi, y volteé a ver hacia donde la sentía. Sasha Diatlov nos miraba de una manera amenazante y tenebrosa, la cual me ponía los pelos de punta.

Taehyung volteó hacia la dirección en la que yo veía.

—No te preocupes por ella—Sonrió—No permitiré que te haga daño, siempre y cuando estemos juntos.

Tomó mi mano y le dio un leve apretón. Me sentí más segura.

—Gracias—Me limite a decir.

Sasha me asusta, uno no sabe lo que puede esperar de ella; sinceramente le tengo miedo.

—_______—Susurró Tae en mi oreja—Estoy aquí para ti.

Nuestras mejillas estaban juntas, provocando que las mías se tiñeran de un ligero color carmesí.

—Tae—Lo llamé—Gracias.

Me dedicó una sonrisa tierna.

—Estoy para ti, pequeña—Mi corazón de derritió al escuchar aquellas palabras provenientes de aquella boca, a la cual muero por besar.

Sonreí.

—¿Podemos irnos?—Pregunté.

—Por supuesto—Sonrió.

Me encontraba sentada, al lado de Tae, detrás de Jillian, una chica amigable, con la que comparto varias clases, y atrás de Sasha.

Taehyung: K,tDonde viven las historias. Descúbrelo ahora