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Narra Lauren

     —¡Mierda! Maldita lluvia. –Exclamé entrando al bar de Normani.– ¿Cómo estás? –Le pregunté sentándome en una de las sillas que daba a la barra.–
     —Mejor que tú, eso está claro. Para venir un día lunes a mi bar a beber...
     —Quiero un vodka.

     Normani solo me miró y me lo sirvió. Amaba este bar, era uno de mis favoritos de Miami, era una de las pocas veces al día en donde podía ser yo, sin mascaras ni nada de esas cosas. A Normani la conocí el día en que terminé con mi ex, Drew. Ese día no tenía a donde ir y caminé por todos lados como una estúpida hasta que llegue acá, entre por inercia y me quedé mirando el show de uno de los grupos que se presentaba esa noche. Después cuando fui a la barra, ella me atendió y ahí comenzó nuestra amistad. Aunque tiene un par de años menos que yo digamos que es mucho más madura que bastante gente que conozco de mi edad.

     —Acá tienes –lo colocó frente a mí.–
     —¿Por qué hoy no hay shows? –Normani me quedó mirando.
     —Es lunes, Lauren, ¿qué esperabas que ibas a encontrar acá?
     —Lo siento, es que tuve un día de mierda. No se en qué estaba pensando cuando decidí estudiar Derecho.
     —De hecho tú no lo elegiste –nos miramos– fueron tus padres.
     —Oh, sí, se me olvidaba ese detalle –tomé un sorbo de vodka– no estudies derecho.
     —Lo siento, lo haré y solo estoy esperando la respuesta de la universidad, se suponía que llegaría hoy.
     —No te estreses, ya verás como te aceptan –tomé su mano– eres increíble.
     —Dile eso a mis padres, para ellos siempre seré la típica niña pobre que tendrá que vivir toda su vida tras esta barra.
     —No será así y lo sabes –ella me miró y le sonreí– hoy anduve en muchas reuniones de trabajo y creo que quedé en una universidad.
     —¿Trabajarás? –Levanté una ceja– lo siento, es que esa palabra no estaba en tu vocabulario de hace mucho tiempo.
     —Lo sé, pero me cansé de estar de vaga en la casa. Necesito pagar ese departamento de una maldita vez para que mi padre deje de amenazarme.
     —¿Amenazarte? –preguntó con cara de duda.–
     —Sí, él compró el departamento, pero lo tengo que pagar yo para que sea mío y me deje de obligar a hacer algo por mi vida.
     —Tienes un buffet de abogados, ganas mucho dinero y ahora darás clases en una universidad.
     —Pero no es lo que amo. –La quedé mirando.– Yo hubiera sido feliz con recorrer el mundo sola por mi cuenta, pero ni eso puedo hacer por venir de la familia que vengo. Y el buffet no es mío es de la familia, mi papá no me da ni un peso para pagar ese departamento y realmente me gusta, me gusta dónde está ubicado, la decoración... Si no fuera por eso no entraría a trabajar créeme.
     —Lauren, lo tienes todo.
     —Estudié algo que no me gusta Normani, eso no es ser feliz.
     —Hubiera dado la mitad de lo que tengo para ser como tú.
     —Serás mejor –me quedó mirando– porque estudiarás lo que te gusta, con tu grupo de amigas...
     —Es mejor que cambiemos el tema –dijo Normani.
     —Como quieras.

A esta altura ya me había terminado el vodka cuando escuché gritos afuera del local... Eran dos chicas. A una la conocía, pero no tenía idea quién era la otra.

     —En serio ¿te irás? –preguntó Lucy.–
     —¿Para qué quieres que me quede? Ya arruinaste todo como lo haces siempre –le respondía la otra chica.–
     —¡Oh, vamos! Solo la saludé, no tiene nada de malo –respondía Lucy.-
     —¿Nada de malo? ¿Crees que no sé que te acostaste con ella? –La cara de Lucy cambió de un segundo a otro y no pude evitar reírme– ¡Eres una perra!
     —Ca… -antes que terminara la frase la otra niña salió corriendo, Lucy miró hacia adentro y me vio. Ella entró y se sentó a mi lado– Dios, qué fastidio tu amiga –le dijo a Normani.–
     —¡Hey, cálmate! Es mi mejor amiga, algo le hiciste para que reaccionara así.
     —Créeme que llevo dos años intentando hacerle "algo" y no me deja. –Cuando Lucy respondió eso no pude evitar reírme.– No te rías Lauren, es verdad. Esa niña salió muy difícil.
     —No quiero pensar que estas con ella solo por el sexo. –dijo Normani.–
     —Claro que no, por algo aún estoy con ella.
     —Entonces ¿Qué fue lo de afuera? –Pregunté.–
     —Cuando Camila se fue de vacaciones a México con su familia, en una fiesta conocí a una tipa y la saludé hoy, pero creo que Camz se dió cuenta que en esa fiesta pasó algo más que un simple saludo.
     —¿Le fuiste infiel? –Preguntó Normani.–
     —Sí, pero no creí que ella se fuera a enterar.
     —Eres una idiota –dije.–
     —Sí, lo sé. –dijo Lucy agarrando un vaso de whisky.– A una estúpida, tengo a la chica más hermosa de todo Miami y no puedo dejar de fijarme en perras –volvió a tomar whisky.–
     —Ese es tu problema –miré a Mani y creo que se dio cuenta de que esta charla tenía para un buen rato, así que nos colocó otra botella de vodka frente a nosotras.– Tienes que respetar a tu pareja.
     —Camila me ha aguantado todo. –Así que la chica se llamaba Camila.– De hecho, quería llevarla a la casa para que conociera a mis padres, pero no quiere.
     —¿Por qué no? –le pregunté.–
     —Porque ella es de una familia humilde y dice que no quiere pasar vergüenza. –Me quedo mirando.–
     —Eso es una estupidez.
     —Lo sé, pero ella es igual que Normani –las dos miramos a Normani– tiene prejuicios por todos y me molesta eso.
     —Lo siento, nena... Y antes de estar acá sentada ahogándote en alcohol ¿Por qué no vas a ver a tu novia? –Le dije.–
     —No, no iré... Aparte no creo que le pase nada, por acá viven Dinah y Ally, puede que se quede con ellas.
     —¿Qué clase de novia eres tú? –Le pregunté con una sonrisa irónica en mi cara.–
     —Claramente, tú no eres quién para darme clases de cómo tratar a una pareja cuando ni siquiera... –Lucy se quedó callada.–
     —Ok, vamos, dilo.
     —Lauren, lo siento, en serio –me agarró las manos– en serio.
     —Eres tan básica, deberías aprender de tu hermana. –Dije.–
     —¡Aush! Golpe bajo. –Dijo Normani secando los vasos.–
     —¿Como mi hermana? Ella ni siquiera estudió algo.
     —¡Dios! ¿Por qué todo tiene que ser estudios? No lo hizo, pero hace algo que le encanta.
     —Sí, cómo no... Te refieres a ser DJ ¿Verdad?
     —A eso y a ser persona. –Lucy me quedo mirando.– Tus padres saben que te gustan las chicas, tu hermana hizo una disco alternativa solo por ti y lo único que haces es juzgar a todo el mundo. –Nos quedamos mirando.– Y tu novia anda por ahí sola como si nada. Eres una estúpida. –Hubo un silencio horrible.– Creo que es mejor que me vaya, ya se me hizo tarde y mañana tengo una reunión de trabajo.
     —¿Dónde? –Me preguntó Lucy.–
     —En una universidad.
     —¿Harás clases? –Se mostró impresionada.–
     —Sí, creo que comenzaré a hacer algo por mi vida con algo que ni siquiera me gusta.
     —Sí te gusta. –Normani y yo miramos a Lucy.– No puede no gustarte. Fuiste la mejor de tu clase, fui cuando defendiste tu tésis, te vi llorar... No me vengas con que no te gusta. Quizás querías estudiar otra cosa, pero eres buena en esto. –Solo la quede mirando, saqué un billete de mi bolsillo, se lo pase a Normani y volví a mirar a Lucy.–
     —No te emborraches sola, ni menos si andas manejando. –Lucy solo me sonrió.–

MI MEJOR ERROR {CAMREN}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora