MI MEJOR ERROR {CAMREN}

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Narra Camila

     Corrí tras mi novia durante horas, ni yo me podía explicar cómo podía correr tanto en el estado que estaba. No sé qué habrá pasado, pero de la nada dejó de correr y se dio vuelta a mirarme. Nos miramos durante unos segundos sin decir absolutamente nada.

     —¡Dios! Hasta que paras.
     —¿Por qué lo hiciste? Es una venganza ¿Verdad?
     —¿Venganza? No puedo creer que pienses que soy ese tipo de persona. Lucy, yo te amo. –Lucy cambió su cara y solo me miraba... O trataba de hacerlo.– Te amo tanto que te he perdonado cosas que nadie más hubiera perdonado y porque hago eso tú sigues cometiendo el mismo error.
     —El ser infiel. –Asumía.–
     —Sí. No quiero estar con una persona que es incapaz de respetar esto, nuestra relación. Somos pareja.
     —Yo te amo, Camila.
     —Lucy, no me amas.
    —Te vi en departamento de Lauren, tienes que entenderme. Yo... –Ahí estaba, intentando cambiar el tema, como siempre lo hace.–
     —¡¿Entender qué?! –La interrumpí.– Ayer cuando discutimos y salí corriendo, me asaltaron. Unos tipos me golpearon, pero obviamente me defendí ¿Qué hacías tú? Dime. –Hubo un silencio que hizo que mi corazón se rompiera completamente.– Tú estabas bebiendo en una fiesta y acostándote con una o más chicas.
     —Camila...
     —No, solo para de hacernos esto. Deja de hacerme daño. –Sentía lágrimas en mis ojos.– Eres la persona que elegí para vivir mi vida y ni siquiera eres capaz de darte cuenta. –Las lágrimas ya habían comenzado a caer.– ¡Mierda! –Me sequé las lágrimas.– Odio llorar frente a ti.
     —Bebe... –Se acercó, pero me aleje.–
     —Lauren solo me ayudó. Pasó por ahí justo en ese momento, me vio golpeada y me llevó a su departamento. Ayudó a curar mis heridas, cenamos y como era muy tarde me quedé en su casa. Solo eso pasó y tú llegas y la golpeas, se supone que es tu amiga.
     —Sí, lo sé ¿Ok? –Lucy se agarraba la cabeza.– ¡Dios! Soy una estúpida, te acabo de perder y también a mi mejor amiga. –Se sentó en una banca.–
     —No creo que la pierdas, ella se ve diferente a muchas personas. –Lucy me quedó mirando.– Creo que ella también te perdonaría todo.
     —Quiero que me perdones, por favor.
     —Te perdoné en el momento que salí detrás de ti como una estúpida. –Lucy comenzó a llorar.– Pero eso no quiere decir que estaremos juntas. –La cara de Lucy cambió.– Necesito tiempo, necesito que cambies y que me demuestres que solo seré yo. No me andaré paseando por todo Miami con unos cuernos inmensos y aún más que las perras con las que te acuestas te saluden en la calle cuando vas conmigo y se rían de mí.
     —No tengo que demostrarte nada. Soy tu pareja con eso basta.
     —Eres una mierda. No sé en qué estaba pensado cuando decidí ponerme de novia contigo.
     —Por favor, no todo ha sido tan malo.
     —¡Oh, claro, cómo no!
     —Te molestas porque beso a algunas tipas en una fiesta.
     —Te acuestas con ellas, Lucy.
     —¡Porque tú eres incapaz de acostarte conmigo y eso me tiene enferma! –Hubo un silencio y solo la miré. No podía creer lo que acababa de decir.– ¡Mierda! Camila, lo siento, en serio.
     —¿Sabes algo? –Le dije con lágrimas en mis mejillas.– Te puedes ir a la mierda y vuelve como puedas a tu casa. –Llevé una de mis manos al cuello, tiré de la cadena que tenía alrededor de este y la tire al suelo.– Olvídate de que alguna vez fuimos pareja.

     Salí corriendo de ahí y podía escuchar a Lucy gritando que volviera, pero no lo haría, no quería más, todo se había vuelto tan raro a su lado. Creo que estiramos tanto el hilo que nos unía que simplemente se cortó. No paraba de llorar, me sentía horrible. Cada vez que la gente me preguntaba si estaba o no enamorada de Lucy siempre decía que no tenía idea, pero ahora que no estoy con ella siento un vacío muy profundo.
Caminando por ahí llegué hasta el bar de Normani, no había nadie, eran las 12 del día y aún no abrían. Cuando me vio, dejó de hacer todo lo que hacía y me abrazó fuerte.