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 Narra Camila

     Me quedé ahí parada mirando cómo el auto de Lauren desaparecía por el horizonte. Tenía mi cuerpo completamente congelado, no sé si era por la pequeña brisa que caía sobre la ciudad o porque las palabras de Lauren hicieron efecto en mí.
     Después de unos segundos en shock, miré la bolsa que tenía en mis manos y no entendía, yo y ella ni siquiera somos amigas, solo compartimos dos botellas de whisky. Entonces recordé que en la playa casi nos besamos, que si ella no se hubiese quedado dormida a lo mejor... a lo mejor...

     —¡Oh! Para, Camila. –Dije en voz alta.–
     —¿Qué te pasa? –Miré hacia atrás y era Sofi.–
     —Nada. –Pasé por el lado de ella y me agarró el brazo.– Las personas últimamente tienen la mala costumbre de agarrarme el brazo. –Sacudí mi brazo para escapar de ella.– Me tienes harta, mis padres deberían internarte.
     —Oh, vamos, hermanita. –Ella sonrío irónicamente.– Sabes que me quieres.
     —Adiós. –La dejé hablando sola y entré a la casa.–

     Sofía era la mayor de nosotras, tenía 23 años y nunca había hecho nada por su vida, nunca ha trabajado, todo se lo dan mis padres. Le pagaron dos carreras cortas y ninguna fue capaz de terminar. Cuando mi mamá le pasaba el dinero para pagar la mensualidad, ella se lo gastaba en drogas y alcohol.
     La primera vez que la vi drogándose fue en su cuarto, yo tenía 15 años y ella 19, creo que es una imagen que hasta el día de hoy me persigue. Con el tiempo dejé de preocuparme por ella, de esperarla en el living hasta que llegara para que no se cayera de las escaleras de lo borracha que estaba, pero eso cambió, al igual que nuestra relación.
     No hablamos nada de nada, ni siquiera sabe si estoy con Lucy o no, no sabe que entraré a la universidad o a lo mejor sí lo sabe, porque mis padres se lo dijeron. Creo que no queda absolutamente nada de la Sofi que me cuidaba cuando mis padres salían a trabajar, de la que me llevaba al parque y me contaba cuentos, creo que esa Sofi es solo un lindo y doloroso recuerdo.
     Entré a la casa y subí a mi cuarto, me quedé un rato sentada en una silla mirando el lazo que me había regalado Lauren, realmente era hermoso, es como si supiera mis gustos. Cosa que ni siquiera Lucy ha hecho, ella cree que todo se arregla con salidas a lugares lujosos y no sé cómo aún no se da cuenta de que eso me va y me viene, que no estoy con ella por el dinero, que ni siquiera quería estar con ella, pero fue ella la que me buscó a mí.
     Dejé el lazo sobre la mesa y me fui a duchar para ir a dormir, me metí a la ducha y sentí como el agua tibia recorría cada centímetro de mi cuerpo, era lo único que lograba relajarme en esta casa. Mis padres discutían día tras día por dinero, las cuentas, todo, no había algo por lo que no discutieran. Mi hermana nunca está en la casa y cuando lo está es un lío, lo único que hace es escuchar esa maldita música satánica que no soporto todo el día, trae a sus amigos a su pieza y están ahí dentro por horas y no quiero ni imaginarme qué hacen. He pensado varias veces en cambiarme, arrendar algo no sé, pero no tengo dinero y realmente no sé si pueda estudiar y trabajar, creo que eso no es lo mío, pero si quiero salir de acá tendré que hacerlo de una maldita vez. Terminé la ducha y me fui a colocar el pijama, prendí el computador y comencé a secar mi pelo mientras escuchaba a Lana del Rey. No soy una gran fan de ella pero creo que en mis momentos más tristes su voz logra calmarme, no sé si seré a la única tipa que le pase eso con su voz, pero me da lo mismo en realidad.
     Bajé a buscar un vaso de leche con unas galletas, me acomodé en la cama y comencé a vagar por internet. Lo último que hacía era meterme a Facebook, pero está vez fue lo primero que hice y me di cuenta de que tenía una solicitud de amistad nueva, la abrí y era Alexa, sonreí, la acepte y comencé a ver su perfil. Ella realmente era muy bonita y me encantaba la pareja que hacía con Ally, le escribí en su muro un simple "hola" y en cuestión de segundos tenía una notificación, pero no era de Alexa, era Lauren que le había puesto "me gusta" a la publicación. Actualicé la página y tenía otra solicitud. Era de Lauren. No sabía si aceptarla o no, a lo mejor esto traería problemas con Lucy, con la cual se supone las cosas estaban bien, o eso creo.
     Decidí aceptar la solicitud de amistad, pero apenas lo hice apagué el computador, no quería hablar con ella ni nada de eso. Me acomodé en mi cama y traté de dormir lo cual no se hizo muy difícil si pensamos que he tenido unos días muy locos. Me dormí en cuestión de minutos.
     Al otro día me desperté por mi alarma y comencé a arreglarme para mi primer día de universidad, me coloqué unos pantalones color negro pegados a mi cuerpo, una blusa blanca transparente y mis convers negras, encima de mi blusa un chaleco de los estados unidos, antes de salir de la pieza quede mirando el lazo que me había regalado Lauren y decidí utilizarlo, salí de mi cuarto a tomar desayuno y siento la bocina del auto de Ally.

MI MEJOR ERROR {CAMREN}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora