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     La cena ya había acabado. Básicamente habíamos hablado sobre cómo nos iba en nuestras vidas después de tanto tiempo y bla bla. Luego, los padres pidieron a los 'jovenes' que levantásemos la mesa. Con disgusto, coji un par de platos y los llevé a la cocina. Comencé a remojarlos en la vajilla, y cuando me doy vuelta, veo que Mark está atrás mío sosteniendo dos platos en cada mano. Me hago a un lado para dejar que posicione los platos para lavarlos, cuando chocamos nuestros brazos sin querer. Ambos nos miramos.

     ¿Qué acaba de pasar? ¿Por qué en un instante un ligero toque de pieles me alteró el sistema nervioso? Culpé a la adolescencia y seguí con mi deber.

—Ey...— dijo nervioso. Se rascó la nuca.

—¿Necesitas algo?— exclamé con esa hermosa personalidad terca que me caracteriza.

—...quería saber si querrías ir a caminar...— terminó de hablar y me miró a los ojos. Descifre que sus ojos me pedían con ansias ir a caminar.

—Claro. Termino con los platos y vamos. Esperame afuera. — sonreí amablemente. Pobre, no quería asustarlo con mis reacciones hormonales. Una vez que termine los platos avisé a mi madre y salí a la puerta de entrada para ver a Kleo sentado en las escaleras principales.

—¿Vamos?—

Punto de Vista: Eddie.

     Después de dejar a Dena en la puerta de su casa, caminé hacia a la mía. Es decir...es linda. Espero no estar mezclando una buena amistad con un romance adolescente.
No me gusta Dena, es solo alguien que me cae relativamente bien. Pero me sentiría bastante apenado si ella no sintiera lo mismo hacia mi.

     Ya estaba a casi dos cuadras de mi casa cuando logré asimilar una figura bastante familiar: era Dena. Pero no sé estaba sola. Estaba caminando junto a un muchacho de un poco más de su altura y cabello castaño.        Mi respiración comenzaba a ser más pesada.
     ¿Qué rayos me pasa? ¡Ella es solo mi amiga!
     ¿O seerá que están saliendo?  ¡Pero si hasta hace un rato nos estabamos divirtiendo! Aunque eso no tenga algo que ver...

     No iba a cometer ninguna estupidez, asi que acelere el paso hacia mi casa pero lamentablemente tropecé con MC, el gato de mi vecina. Claramente capté la atención de Dena y su acompañante.

—¿Ed? ¿Estas bien?— preguntó Dena mientras agarraba mi mano para levantarme.

—Si jajaja,— reí nervioso, — ¿ustedes? ¿todo bien? ¿van a algún lado o...?—

     En este momento estaba dudando si salir corriendo o quedarme a terminar la conversación más incómoda.

—En verdad no sé, estábamos caminando por el barrio nada más.— explicó Dena confundida al notar que yo estaba nervioso.

—Él es Kleo, es hijo de uno de los amigos de mi madre. Vino hoy a cenar. — expresó la muchacha luego de un silencio largo.

—Que buen nombre, yo soy Eddie, amigo de Dena.— aclaré.

Kleo solo asintió.

¿Y a este que le pasa? ¿Qué le comió la lengua un ratón?

—Bueno, nosotros ya nos íbamos...— dió a entender Dena. Y se marcharon.

WoW, ya me quiero ir.

Punto de Vista: Dena.

     Qué rara conversación... ¿por qué habría de estar tan nervioso? ¿Acaso se sintió íntimidado por Kleo?

Bufó Dena.

—¿Todo bien?— pregunto Kleo confundió.

—Si si... todo bien. — respondí.

Todo bien...

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—Hasta luego Fred, esperamos verlos muy pronto.— terminó de decir mi madre antes de cerrar la puerta. —Wow, que noche.

—Yo la pasé bien...— dije mientras sacaba
    una galleta del paquete.
Mi madre se sentó en la mesa del lado 
    opuesto.

—Claro que si, yo también. Es solo que...—
    murmuró mi madre dudosa.

—¿Qué?— pregunté con una galleta en la 
     boca.

—Fred me acaba de ofrecer un trabajo...
    en Londres. — expresó la madre de la
    muchacha.

—¿¿Qué??— pregunté exaltada.

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Miércoles 26 de Febrero, 2020.
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⏰ Última actualización: Feb 27, 2020 ⏰

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