tercera Luna.

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Podía sentir mi cuerpo pesado y flácido, sin ninguna fuerza, los sonidos se escuchaban como si estuvieran a muchos metros de distancia. Al intentar abrir los ojos me topé con una fuerte luz blanca, arrugue el entrecejo para acostumbrarme a ella. En toses todo se hizo más claro.

El techo era blanco y de él colaban lámparas de mismo color, las paredes eran de un color más oscuro, al igual que el piso. Intente mover mi mano izquierda pero un peso en ella me lo impidió, al dirigir mi vista asía ese lugar me encontré con una cabellera rubia encima de ella, Nicol se ha quedado dormida en mi mano. En el brazo derecho tenía una aguja incrustada en la piel por la cual me suministraban medicamentos, la cabeza me daba vueltas, y todo de repente se tornó borroso.

Refugie a mis ojos en la oscuridad de mis parpados hasta que pude recuperar el completo control de mi cuerpo. Al volver a abrirlos note que no estaba solo, en una esquina se encontraba Aston, el alfa, mirándome con precaución, llevaba un pantalón de jeen azul junto a una camisa blanca y botas al estilo militar, se encontraba de brazos cruzados en una posición tensa y para nada cómoda, en una silla al frente de donde estoy acostado, se encuentra la chica rubia, esta vestida con un pantalón blanco y una campera gris con zapatillas negras.

Ella tenía la vista perdida en algún punto del piso, mientras se abrazaba a ella misma. Al mirar a mi izquierda note que allí, en una camilla, se encontraba Riley, arropado hasta la cintura y con una polera que no es de él que le cubre el torso. En su brazo derecho se encuentra también una vía intravenosa la cual le administra medicamentos para, sea lo que sea que tenga.

A su lado, se encuentra el chico pelirrojo, Jeremy, su camisa blanca resalta su cabello rojo y ojos azules, me mira con preocupación y pena, al igual que con respeto.

-Riley- lo llame, obteniendo la atención de la chica rubia. Intente pararme, pero, la cabeza de mi rubia amiga no me ayuda. Una mano en mi hombro seso todo intento de movimiento, mire directo a los ojos a Aston, la angustia se reflejaba en sus facciones, al igual que un leve temblor en sus manos.

- él está bien, ya los médicos lo atendieron, al igual que a ti y a Nicol- me informo Aston, me sorprendió que ella les dijera su nombre, es una chica muy tímida y nunca habla con desconocidos. Solo asentí, pero por alguna razón las lágrimas se aglomeraron en mis ojos y en mi garganta, dejando escapar un sollozo lastimero. Sentía un agujero en mi pecho, lo que me hizo llorar más.

No sabía con exactitud por que lloraba, si es porque éramos libres de ese infierno en el cual nos mantuvieron por casi diez años, o porque tendremos que enfrentar que somos compañeros de estos dos chicos, y a suponer como la chica mira a Nicol, ella es también su compañera. No es que lo consideraba de una mala manera, era solo que ya aviamos sufrido demasiado en la vida y solo queríamos un descanso de todo el lio de los sentimientos.

Después de tanto tiempo, es difícil creer a la primera que todo va a estar bien y que nada malo pasara.

Así dure un buen raro, llorando como un bebe en la camilla, con la mano caliente de Aston en mi hombro y todos los ojos en mí. Después de unos minutos logre recuperar el control. Ya más calmado, mire al Alfa, pude notar en sus ojos la angustia y sufrimiento, sabía que esto no es fácil para nosotros, ni siquiera me lo quiero imaginar para ellos.

Aparte la mirada no pudiendo soportar todas las emociones que en esos ojos mieles se reflejan. En ese momento, pude notar como los parpados de Riley revoloteaban intentando despertarlo, después de un par de minutos, ya estuvo despierto y consiente.

At Mercy Of Your.Where stories live. Discover now