Capítulo 11

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Un zumbido sacudió a 'Lynn' de su sueño. Ella levantó la cabeza del pecho de 'Lincoln' y entrecerró los ojos hacia la luz blanca que venía de la mesita de noche donde su novio había puesto su teléfono. Al principio, ella pensó que él había puesto una alarma. Sus ojos aún se ajustaban a la brillante luz, pero para apagar la alarma tomó el teléfono de todas maneras.

Era un mensaje de la mamá de 'Lincoln'. 'Lynn' no era de las personas que espiaban los teléfonos de otras personas, y luego de desbloquear el teléfono y no encontrar la alarma se arrepintió de haberlo tomado. Al salir del hilo de mensajes de la madre de 'Linc', no pudo evitar notar los demás hilos y sus mensajes.

¡Había un mensaje de ella misma!

"¿Qué dem...?" dijo ella, levantándose tan suavemente como pudo, para no despertar a su compañero. 'Lynn' revisó el hilo de mensajes.

Dos mensajes. Enviado desde su teléfono, que se supone estaba muerto ya. ¡Uno enviado en la noche, mientras ambos estaban juntos!

Un escalofrío bajó por su columna vertebral. ¿Alguien estaba fingiendo ser ella? ¿Su padre simplemente había perdido su teléfono y le había mentido para que ella no se preocupara?

La mente de 'Lynn' se imaginó bastantes posibilidades antes de ver la respuesta de 'Lincoln'.

De inmediato, ella ató los cabos sueltos. 'Lynn' apretó los dientes, mientras dejaba el teléfono de 'Lincoln'.

Los ojos de 'Lincoln' se abrieron de par en par, mientras él se concentraba en la mancha que se inclinaba sobre él. Se dio cuenta de que una vena en la frente de 'Lynn' comenzaba a hincharse antes de que ella le diera un puñetazo al colchón, casi alcanzando sus costillas.

"¿Qué paso?", preguntó él apenas, mientras se acomodaba luego del susto.

"¡No puedo creer que él haya hecho esto!" gritó 'Lynn', levantándose de la cama y tomando violentamente su sudadera.

'Lincoln' miró su teléfono con la pantalla aún encendida, y empezó a hacer cálculos mentales.

'Diablos', pensó él. 'Ahí se va mi ventaja'. Él había estado pensando en qué hacer, pero las circunstancias habían cambiado y sus planes ya no funcionarían.

'Lynn' se puso rápidamente los zapatos y comenzó a caminar enojada hacia la puerta.

'Lincoln' revisó su reloj. Los primeros miembros de la producción llegarán en breve. Tomó el teléfono de la mesita de noche y revisó el mensaje de su madre.

Parecía que ella fue a su habitación a ver cómo estaba, y encontró la ventana abierta. Él presionó el botón para llamar, y colocó el teléfono en su oreja. Sabía que no debía hacerla esperar, sabiendo lo asustada que podía estar si él desaparecía sin decirle a dónde iba.

"Hola, mamá, soy yo. No, estoy en el set. No te preocupes, estaba con... eh, no, supongo que no lo cerraron el viernes. Mamá, estoy bien, te veré cuando termine de maquillarme, ¿de acuerdo? No lo sé, algunas donas están bien, supongo. Gracias. De acuerdo, lo siento. Adiós."

Colgó el teléfono y se lanzó de espaldas a la cama, mirando el techo inexistente de la habitación de 'Lynn' y 'Lucy'. 'Lincoln' estaba seguro de no querer ser el padre de 'Lynn' una vez que ella lo confronte.

"Bueno, de todas maneras él se lo merece" pensó, poniendo las manos detrás de la cabeza. Pero de todas maneras él era el padre, y ella la hija. Incluso en Hollywood, los padres seguían decidiendo el destino de sus hijos. Y eso incluía tratar de evitar que los últimos estén con alguien que los padres no aprueban. ¿Pero no fue eso mismo lo que inspiró las historias más hermosas e impactantes de amor? ¿Dos jóvenes que no deberían estar juntos, superando las dificultades y encontrando la felicidad el uno en el otro, contra todo pronóstico?

"The Live House": un amor a defender (2018)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora