Capítulo 20: Me di cuenta de lo que quiero

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'Lincoln' se encontró luchando contra su somnolencia, cuando el taxi entró en el estacionamiento. Por desgracia, el escándalo de hace unas horas y la discusión en la entrada del lote había atraído a varios paparazzi. Los reporteros con cámaras en mano esperaban a que salieran del auto, y él la sacudió para despertarla, explicándole rápidamente la situación.

'Lynn' se quejó un poco. Por suerte, el vidrio polarizado del taxi mantenía a raya el aluvión de cámaras. Se suponía que el departamento de seguridad de los lotes los mantendría alejados de la entrada, pero no estaban por ninguna parte. Parecía que no tenían más opción que confiar en la seguridad de la entrada para contener a los intrusos.

'Lynn' se acomodó la capucha. 'Lincoln' lamentaba no haberse preparado para estos incidentes.

"A las tres", dijo ella, sosteniendo su mano con fuerza: tendría que arrastrar a su novio hacia adelante si él no se movía lo suficientemente rápido. "¡Uno! ¡Dos! ¡Tres!"

'Lynn' abrió la puerta y salió corriendo, empujando a todos los que se le atravesaban, mientras 'Lincoln' casi olvida tomar el bolso. Salieron a toda carrera en medio de una multitud de flashes y gente gritando '¡sonrían!' y preguntando '¿ustedes son pareja?'.

Después de la carrera, lograron dejar a los paparazzi detrás de las puertas, y ambos se encontraron doblados y jadeando pesadamente.

"Estaremos... en Teen People... mañana en la mañana...", 'Lynn' mencionó al quedarse sin aliento, aunque a 'Lincoln' no le parecía importarle. Levantó la bolsa por encima de su hombro y le hizo un gesto en silencio para que continuaran hacia su remolque. El sudor comenzaba a gotear en su frente.

Caminaron silenciosamente el resto del camino, aún tratando de recuperar el aliento cuando llegaron al remolque. Ellos entraron, 'Lincoln' lanzó el bolso en el sofá mientras ella se acomodaba en la mesa. 'Lincoln' fue al congelador: encontró una bolsa de guisantes congelados, y los tiró sobre la mesa.

Ella miró la mesa, algo confundida. "Ehm... no tengo hambre".

'Lincoln' la miró a los ojos antes de sonreír. "No, Lynn-arina. Son para tu mano".

'Lynn' se rió de sí misma. "Oh, ¡claro!"

"Creo que deberías ver a un médico sobre eso mañana", bostezó 'Lincoln', apoyándose contra el mostrador y cruzando los brazos.

"¿Cansado?", preguntó ella.

"Algo. No acostumbro a perseguir chicas por todo Los Angeles", 'Lincoln' contestó con una sonrisa.

"Entonces descansemos un poco", dijo 'Lynn', levantándose de la mesa, acomodando la bolsa de guisantes en sus nudillos.

Lincoln tomó el bolso de su novia y lo quitó del sofá. "Está bien. Me quedo aquí, puedes dormir en mi habitación".

"No lo creo", respondió 'Lynn' con toda naturalidad.

'Lincoln' levantó una ceja.

Ella se levantó y tomó la mano de su novio; su sonrisa tranquilizadora aún cruzaba sus labios mientras lo llevaba a su habitación. Ella se detuvo ante su puerta y se dio la vuelta.

El corazón de Lincoln cayó en cuenta, y empezaba a sentirse como si intentara escapar de su pecho. De repente, estaba hiperconsciente de su propia respiración y el sudor comenzaba a formarse en las palmas que 'Lynn' sostenía actualmente.

"No dormirás en el sofá", dijo ella en voz baja, con una voz que él creía jamás haber escuchado. "Y yo tampoco lo haré".

El corazón de 'Lincoln' casi se detuvo y sus pupilas se ensancharon.

Ella abrió la puerta de su habitación y lo llevó adentro. Sus nervios empezaron a calmarse. Con el cansancio, 'Lincoln' esperaba sinceramente una buena noche durmiendo acurrucado, y 'Lynn' se quitó la sudadera mientras caminaba al lado de su cama. 'Lincoln' se quitó la chaqueta y la puso en una silla al lado de su escritorio, mientras ella tiraba su sudadera con capucha sobre su cómoda y se detenía. Ella parecía estar sumida en sus pensamientos mientras miraba su cama.

"¿Estás bien?" preguntó.

'Lynn' cerró los ojos. "Sí, ahora sí lo estoy".

'Lincoln' notó que las manos de 'Lynn' agarraban el dobladillo inferior de su camiseta. Mientras ella se quitaba la prenda, el tiempo se detuvo. Las (pocas) aves nocturnas se congelaron en el aire, los autos se detuvieron en medio de la calle y las mareas mantuvieron su posición. Los ojos de 'Lincoln' se abrieron de golpe en la oscuridad de su habitación. La camisa de 'Lynn' continuó levantándose, mientras él sentía su mandíbula casi golpear el suelo. Su cabello cayó de su camisa mientras pasaba por su cabeza, sin dejar nada más que un sostén y su espalda desnuda frente a él.

'Lincoln' tuvo que recordarse a sí mismo que debía seguir respirando, mientras observaba cómo el brazo de Lynn se enroscaba en su espalda, alcanzando el sujetador.

Antes de que ella se quitara el sostén por completo, él pudo susurrar unas palabras.

"Espera..."

'Lynn' dio la vuelta a su cabeza y miró por encima de su hombro. La preocupación era clara en sus ojos.

"Mmm, ¿estás... segura?"

'Lynn' quitó su mano de su espalda cuando se volvió para mirarlo.

"Tú... ¿no lo estás?" preguntó ella nerviosamente.

"Yo estoy bien" respondió. "Solo... no quería que te sintieras obligada. Después de lo que pasó esta noche, creo que..."

Ella lo silenció con un simple gesto. Su sujetador se aflojó a su alrededor, antes de que ella rodara los hombros hacia adelante, permitiendo que éste cayera al suelo.

'Lincoln' tuvo que callar a la fuerza un suspiro. Apenas podía creer que esto estuviera sucediendo. Las últimas horas habían sido tan surrealistas, y ahora la chica que había deseado más que cualquier otra cosa en el mundo estaba delante de él, con los brazos cruzados sobre su pecho desnudo.

"Lo único que sucedió esta noche fue que me di cuenta de lo que quería". Ella se acercó a él, con los brazos todavía escondiendo tímidamente sus pequeños pechos. 'Lincoln' tuvo que preguntarse si de alguna manera estaba avergonzada de que él los viera. Tal idea estaba más allá de su ámbito de comprensión. ¡Ella era hermosa! ¿Cómo podría avergonzarse cuando, en sus ojos, cada parte de ella era la perfección? Sus manos se apartaron de su pecho cuando 'Lincoln' vislumbró el cielo, antes de que la sintiera tirar de su camisa. Él instintivamente levantó sus brazos mientras ella le quitaba la camisa, tirándola al suelo.

Ahora estaban parados a centímetros de distancia. 'Lincoln' la miró a los ojos, inseguro de lo que venía a continuación, pero agradeciendo al cielo por lo que había sucedido hasta ahora. 'Lynn' envolvió sus brazos alrededor de su cuello y lo besó. Después de no poder reaccionar por un momento, él puso sus brazos alrededor de su espalda desnuda, acercándola lo más cerca posible. El beso en la playa oscura no era nada comparado con el fuego encendido en su corazón por este abrazo. Era todo lo que podía haber soñado y mucho más a medida que sus lenguas se encontraban entre sí, respirando pesadamente dando paso a suaves y sutiles gemidos.

'Lincoln' se inclinó hacia delante, guiándola hacia la cama. La pareja se desplomó en ella, todavía enredados el uno con el otro cuando 'Lynn' lanzó un torrente de risitas antes de volver a conectarse con sus labios. Aunque no lo esperaba, sabía a dónde se dirigía esta noche. Mientras yacía sobre ella, el soltó su brazo de alrededor de su cintura, rastreando sus pezones rígidos y dirigiéndose hacia abajo, con los enganches en su aliento mientras mantenía su toque ligero volviéndolo salvaje con una sensación bastante nueva.

Lujuria.

Mientras su mano ocupada se dirigía hacia el sur, sabía que no habría nada que los detuviera. Esta noche, no había nada en el mundo excepto su dormitorio. Los Angeles, padres idiotas, productores pervertidos y sus hijos, dinero, fama, todo eso se desvaneció cuando dos jóvenes amantes finalmente tuvieron un lugar donde ir donde nadie podría separarlos. Habría llegado la noche en la que, en lugar de usar simples palabras para decirle a 'Lynn' lo que sentía por ella, ahora podría demostrarlo.

Y esta era una oportunidad que él no se atrevería a dejar pasar.

"The Live House": un amor a defender (2018)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora