Mientras intentaba distinguir mis pensamientos de tan abrumadora oscuridad, siento la presión latente de huir lejos, más allá de ello, sobrevivir a tan irreal situación, en la cual nunca imagine estar...
Cada paso más, menos aire en mi cuerpo, la fatiga se hace inminente, y el miedo de no alcanzar mi objetivo, y todo aquello por lo que eh luchado, me consume y destruye lentamente. Paulatinamente mis pasos se vuelven mas pesados, como si en vez de correr en arena, me encontrara en un pantano que intentara hundirme y llevarse con si mis esperanzas...
Mas sin embargo, una luz potente y cegadora impacta en mi, obligándome a desconectar de la realidad. Todo lo turbio que me rodea empieza a volverse claro..."Puedes confiar en la luz"
Me levante exaltado, estaba sudando y respirando aceleradamente mientras examinaba mi alrededor - Solo un sueño, nada mas que un sueño... - me encontraba en mi departamento, la alarma de la madrugada sonaba constantemente, todo parecía estar normal, excepto por el par de palabras que no podía sacar de mi cabeza - Puedes confiar en la luz. - ¿Será algo importante que el destino quiere que entienda? No lo creo, hace mucho que el destino no parece mas que un cuento para niños que los gobiernos utilizan para controlar masas.
Son simples palabras sin sentido alguno - me dije para convencerme y así poder continuar con mi día a día. Me fije en la hora que marcaba el reloj, al mismo instante que apagué la alarma - Son las ocho y media de la mañana, tiempo de desayunar.
Levante mi cuerpo, encontrándome aun un poco aturdido por el extraño sueño, me dirigí descalzo a la cocina para poder servirme algo de comer, pero al llegar... Sorpresa, la alacena, el frigorífico, todo estaba casi completamente vacío, exceptuando unas frutas en mal estado y un poco de café en polvo, para el cual no tenia nada con que preparar.
Ultima opción, desayunar fuera de casa. Camine hasta mi habitación, y sin darme una ducha, me cambie. El primer pantalón que encontré, unos zapatos que utilizaba para correr, mi típica camisa de Nirvana, y por ultimo agarre las llaves, mi cartera y la sudadera encima del escritorio.
Salí del apartamento y cerré con llave. El día estaba frío, la brisa helada se filtraba en mis brazos aun usando la sudadera, el paisaje que alcanzaba a ver era una neblina que no tenia inicio ni fin, más un cielo lleno de nubes grises dispuestas a comenzar un diluvio, a lo cual se le podía atribuir la causa de que, estando de día, todo se percibiera tan oscuro, eso me hacia sentir igual que esa noche de ensoñación. Sin dudas, hoy no es un buen día para salir de casa.
Utilice el ascensor para bajar los tres pisos que me separaban de la superficie. Al bajar todos los pisos revise el buzón de mi departamento, lo había olvidado hacer el día anterior. Encontrando un sobre, este no tenia el nombre de quien lo hubiera enviado, usualmente no recibía ninguna correspondencia mas allá de facturas, por lo cual no tenia manera alguna de obtener pista del transmisor.
Tenia curiosidad por ver su contenido, pero el hambre que sentía era mayor. Me dirigí a la salida del complejo de edificios en el que vivía, preguntándome si debería haber traído un paraguas, por si empezaba a llover para no tener que cubrirme en una tienda hasta que parase.
Pasando por la salida y dando un rápido gesto de saludo al guarda de seguridad, empece a caminar a la tienda mas cercana, ya que olvide mi móvil, como sin este no podía escuchar música, no se me ocurrió nada mejor que ver el contenido del sobre, lo abrí, dentro había algo parecido a una carta... rayas y puntos... - Código Morse.
Fue algo extraño, pocas personas sabían sobre mi conocimiento del código morse, cuando tome el tiempo de descifrar aquel mensaje, su traducción dictaba algo así.
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Proyecto Hopulus
De TodoUn mundo totalmente diferente al que conocemos, Alex trata de salvar a una nueva raza de los experimentos, dando a conocer varias cosas que nadie supo de la humanidad y cambiar el curso de la historia.