Capitulo 1: Rayn

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El cielo está gris; no me sorprende, viviendo en un lugar tan contaminado, además, todos los días está así, gris, el cielo gris, el día gris, los ánimos apagados, la esperanza muerta y las personas amargadas. Todo esto es algo que disfruto mucho, la gente se muere de hambre y se mata por comida, nada me sorprende, todo es normal. Me dirijo a mi casa y entro en un callejón obscuro para llegar, lo atravieso , doy la vuelta en la esquina y entro mi casa, ahí, me recibe "Haru", mi mascota, es una tigre de bengala bebe, es apenas una cachorrita de unos cuantos meses de vida, mis compañeros de la escuela creen que es raro o anormal tener un animal así como mascota, Pero yo sólo digo que es original y extravagante, nada me sorprende, todo es normal, acaricio a Haru y me dirijo a mi cuarto, en el pasillo, antes de entrar a mi habitación, noto que la puerta del dormitorio de mi mamá está abierta y me acercó cerrarla, pero por desgracia, logro percibirla besandose con un hombre diferente que ayer, la cierro y me dirijo al baño, cierro la puerta con seguro, alzo la tapa del espejo, tomo las tijeras de mi hermano y las deslizo profundo en mi antebrazo, dejando una larga y profunda cortada y haciéndome daño, las tijeras caen al piso, tomo una toalla mojada y hago presión contra la herida, pasan unos cuantos segundos y retiro la toalla de mi brazo, la sangre a dejado de salir y se ha formado una cicatriz abierta igual a las demás, abro la llave de la bañera, me quito la ropa y la tiro al suelo, entro lentamente por temor a quemarme, me quedo ahí un par de horas. Cuando finalmente me estoy durmiendo mi mamá azota la puerta.

-¡India!- grita, pero yo ni me inmuto -sal de ahí niña asquerosa- pongo la mano en mi frente y noto que mis dedos ya están arrugados, vuelvo la vista hacia el piso del baño, miro mi ropa sangrada, la toalla roja que antes era blanca, las tijeras ensangrentadas, mis botas negras de piso y mi celular -llevas dentro más de dos horas, date prisa- me repite -@#!£>?}%*$~¥, India sal ya niña mantenida- sólo ignoro su molesta voz. Suena mi teléfono, estiro mi brazo en un intento fallido de alcanzarlo pero está demasiado lejos de mí, así que me pongo de pie y mojada, salgo de la bañera, sin toalla que me cubra, ya que, está llena de sangre, tomo mi ruidoso celular y contesto.

-¿Quien es?- digo bruscamente.

-soy Ryan, preciosa, ¿estás en tu casa?

-no me digas preciosa- tal vez lo digo porque yo no me siento así (preciosa) -y si, estoy en mi casa- le digo a mi novio.

-está bien, tranquila- responde -pasaré por ti en 10 minutos.

-Aja- refunfuño y cuelgo sin decir adiós.

Tomo la ensangrentada toalla y me seco manchándome un poco de rojo. Frunzo el ceño. Finalmente terminó poniéndome la ropa, esta acaba empapada. Tomo las tijeras y las limpio con papel, las coloco en su lugar; tomo un cepillo y lo paso por mi cabello, al final de cinco cepilladas este se rompe, así que decido continuar con la mano. Tiro los restos al bote y salgo del baño. Bajo, abro la puerta y me siento en la orilla de la banqueta, esperando, no pasan ni cinco minutos cuando llega Ryan en un Lamborghini color negro, nuevo, radiante, robado.

-¿De donde lo sacaste?- Pregunto ya adentro de el auto.

-se lo robé al vecino.

-¿Y lo pondrás con los demás?-Sonrío, el ignora mi pregunta así que cambio de tema -¿ A donde iremos?

-A la mansión de Adam-mete la mano en un maletín negro que está atrás de mi asiento, Rebusca un poco, saca una revolver y me la pone en la mano.

Adam es un chico de mi escuela, pero, sus padres son ricos, son dueños de casi toda la ciudad, así que a Ryan y a mi no nos haría mal hacer una pequeña visita.

Cargo mi arma, el auto avanza.

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