Light is him.

1.5K 243 61
                                    




Aquella obra de arte era lo más hermoso que sus ojos habían visto, y sin duda sería suyo muy pronto. Algo como eso no se podía perder, claro que no. ¿Era el destino acaso el culpable de que se hayan topado? Eventualmente. Semejante preciosidad no se podía encontrar en cualquier parte.



Ese chico de cabellos cafés y mirada oscura y misteriosa le llamaba demasiado la atención, porque sin duda era un completo adonis. Quizás estaba exagerando, pero no hay que olvidar que RenJun es un artista, y él ve lo que la gente normal no. RenJun tiene la capacidad de ver más allá, de inferir cosas fantásticas, que nadie más se hubiese imaginado. Algunos le llaman a eso "locura", otros, "arte". Depende del gusto de cada uno, y de su punto de vista.



El chico esbozó una sonrisa tímida ante las palabras del chico, y RenJun no pudo evitar quedar más que maravillado con aquella linda sonrisa. El chico de cabellos cafés bajó la cabeza de la vergüenza, o la timidez; no era seguro, pero lo que sí era seguro era que se veía demasiado lindo así.



RenJun aprovechó el momento de las risas para memorizar aquel gesto tan agradable a la vista. Sus dientes perfectamente alineados complementaban muy bien con sus rosados labios extendidos. El rubor de sus mejillas combinaba con sus suaves labios, y la característica que al artista le llamaba más la atención, y que era el doble de encantadora que todo su rostro junto: sus ojos. Aquellas dos lunas que menguaban cuando sonreía, formando ambas medias lunas en las que RenJun quedó más que admirado.



—¿Cuál es tu nombre? —preguntó RenJun—. Si eres una preciosa obra de arte deberías de tener un nombre —agregó en tono coqueto. El chico de cabellos cafés volvió a reír.



—Jeno. Lee Jeno —alzó la vista por fin—. ¿Y tú?



—RenJun. Huang RenJun. —el artista no podía dejar de mirarlo con ojos brillantes. Jeno abrió ligeramente sus ojos, aparentemente sorprendido.



—Oh, ¿eres chino? —inquirió. Su voz era preciosa.



RenJun asintió alegre.


—Sí —sonrió—. Pero, he vivido prácticamente toda mi vida aquí en Corea. —Jeno asintió, mientras se disponía a beber de su café. Hubo un silencio, que para Jeno fue un tanto incómodo, sin embargo, RenJun lo observaba con ojitos brillantes.



—¿Vienes a menudo por aquí? —preguntó Lee para romper el silencio.



—Religiosamente todos los días... o bueno, casi —soltó una risita—. ¿Y tú? No te he visto nunca por aquí. —agregó con cierto atisbo de coquetería. Jeno esbozó una sonrisa antes de tomar el primer sorbo de su café. Joder, tal parecía ser que sí sabía sobre sus encantos, porque siempre sonreía. A lo mejor no era tan iluso.



—La verdad es que es la primera vez que vengo —hizo una pausa—. Encontré trabajo por aquí cerca hace unas semanas, y hace tiempo quería venir a esta cafetería. Es acogedora —volvió a sonreír y tomó otro sorbo de su café. RenJun sonrió satisfecho al darse cuenta de que al chico le gustó el regalo que le había dado.



—Ya veo... —murmuró, y cuando se dio cuenta de que el tema de conversación estaba acabando, decidió agregar—: bueno, me acerqué a ti porque...—RenJun sonaba nervioso, tanto así que carraspeó su garganta. Pero solo estaba aparentando—. Bueno, como bien ya sabes... vengo todos los días aquí —Jeno seguía pendiente en su café, sin embargo, seguía escuchando las palabras del chico—. Y... me llamaste la atención —Jeno rio.



—¿Es en serio? —inquirió con diversión. RenJun lo imitó, y asintió, queriendo verse tierno.



—Sí, es que... de verdad, eres... wow.



—No digas esas cosas, no es para tanto. —dijo apenado. El artista lo miró con una ceja enarcada.



—Oh, seguro no. Si me acerqué a ti fue por algo —le guiñó un ojo—. ¿Vendrás mañana? Me gustaría verte de nuevo.



—Eso, creo, sí —respondió dubitativo—. Me ha gustado conocerte, RenJun —dijo sincero.



RenJun se puso de pie sin responder, solo le guiñó un ojo, y tomando sus cosas, salió del lugar.



Nunca en su vida había visto a una persona tan perfecta y etérea, era como si su belleza flotase en el aire, y un aura rodeara todo su cuerpo, y cuando sonreía, ese orbe crecía, mostrando más aún su hermosura.



Los dedos le cosquilleaban por querer dibujar su rostro en uno de sus lienzos. Y esperaba no tener que tomarle demasiado tiempo el hacerlo.



Jeno sería suyo, de eso no cabía duda. Y hay que tomar bien en cuenta este detalle: RenJun era ambicioso. No había cosa que se propusiera que no fuese capaz de cumplir. 



























------------------------------------------------

Nunca había escrito un capítulo tan corto, lmao. Aún así, espero les guste:( derramo todo mi corazoncito para que sea de su agrado <3 

the art of blood ー norenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora