Capítulo 6: En los ojos de Izuku

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Izuku salió poco a poco de su largo sueño por el ligero cosquilleo que sintió en su mejilla

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Izuku salió poco a poco de su largo sueño por el ligero cosquilleo que sintió en su mejilla. Notó cómo reía por la forma en que se curvaban sus labios hacia arriba y la vibración característica que sentía en sus cuerdas vocales.

—Buenos días, Kacchan.

Las caricias que recibía de Katsuki para despertarlo eran agradables, se alegraba de que ya no lo despertara de manera tan brusca, haciéndolo sentir desorientado. Despertar para ver toda su realidad sumida en completa oscuridad y silencio le resultaba bastante aterrador. Era como si cada mañana al abrir los ojos olvidara el "dónde, cómo, cuándo, qué y porqué" de todo.

Pero al ser despertado de esta manera, le era inevitable sonreír. Alejaba sus preocupaciones y le hacía sentir que todo estaba bien. Le hacía olvidar momentáneamente que estaba en toda aquella situación por su propia negligencia, dejaba de sentirse culpable por ponerse en ese estado.

Culpable por perder clase.

Culpable por preocupar a los demás.

Culpable por sentirse solo a pesar de estar acompañado.

Culpable porque el silencio y oscuridad lo estaban consumiendo.

Culpable por resultar una carga.

Culpable por resultar inútil.

En el fondo no podía hacer mucho más que hablar consigo mismo, y lo detestaba.

Jamás se había sentido tan perdido y a la merced de la voluntad de cualquiera. Trataba de no pensar en ello, porque le daba ansiedad, pero cuanto más intentaba alejar ese pensamiento, con más fervor resurgía el miedo. Como si trataras de hundir una zódiac gigante en el mar tranquilo, en el momento que dejas de empujar hacia abajo, sube a la superficie con más fuerza. Y no tenia las herramientas para pinchar aquel plástico hinchable.

Le parecía extraño lo muy necesitado que estaba por estímulos externos, sobretodo contacto humano, pero como no quería ser egoísta nunca lo pedía. Sintió que le revolvían el pelo con la mano, y cuando se alejó se sentó sobre la cama, suspirando, con la intención de ir a tomar el desayuno.

Después de llevar unos días con los sentidos restringidos, había agudizado su sentido táctil, siendo ahora capaz de distinguir con más precisión las cosas. Identificar por la manera en la que le trataban o escribían de quién se trataba. Aunque también ayudaba que Uraraka hubiera propuesto que según qué lugar del cuerpo le tocaran a la hora de hablar sabría quien le habla. Al principio se le hizo muy extraño el hecho de sentir siempre manos ajenas sobre él, pero acabó acostumbrándose y agradeciendo la cercanía y confianza. Fue curioso saber que cuando se estaban rifando las diferentes partes de mi cuerpo, algunos se pelearon por ello según me contó Iida, sin entrar en detalles.

Era domingo, y ambos se habían quedado solos en UA. Normalmente todos aprovechaban el fin de semana para visitar a sus familias, estando ya en último curso, tenían más libertad en ese sentido, debido a que pocos meses les faltaba para desempeñar su labor como héroes profesionales.

Sentidos entumecidos [BakuDeku / KatsuDeku]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora