Mal camino. [AU]

Cuatro: Decisión.

Shigaraki miró a Hitoshi y dio un asentimiento de cabeza, Tokoyami yacía a un lado observando la escena y Blackmist se mantenía al lado de la, ahora, cautiva. El de cabello violáceo chasqueo los dedos.

Momo pareció haber despertado de un trance, soltó un suspiro asustada y abrió aún más los ojos, mirando aterrada al de cabellos violetas, luego reparó en la presencia de los otros tres, sintiéndose aún más intimidada.

–Buenas, Yaoyorozu. –Saludó el peliceleste levantando la mano. –Soy Shigaraki Tomura, y vengo a hablarte en son de paz. Sí lo deseas, puedo pedirles a los demás que se retiren. –Sugirió, Momo miró las cicatrices que se encontraban en el rostro del joven, no le daba buena espina.

–N-no, está bien. –Contestó con la voz algo ronca, sentía la garganta seca.

–Iré al grano porque estoy al tanto de los sucesos ocurridos anteriormente con mis compañeros. Y creo que tú ya te haces una idea de quiénes somos, ¿no es así? –Sonrió con sorna al notar la tensión en los hombros de la chica. –Te propongo algo.

La pelinegra lo miró confusa, pero no contestó.

–Como sé que a la fuerza no obtendremos nada, te dejaré ir, pero con la condición de que dentro de una semana vuelvas aquí y nos des una respuesta, es como para que pienses y reflexiones mejor las cosas, ¿Me explico?

–No hay nada qué pensar, no seré una villana. –Contestó de forma ácida, Shinsou sonrió de forma torcida y Shigaraki comenzó a rascar su mentón de forma lenta.

–Recuerda que te tenemos vigilada. Podemos ir a buscarte si te atreves a fallar. –Comentó el peliceleste. –¿Qué deseas, podrirte aquí encerrada o tomarte un tiempo para pensar bien las cosas con claridad?

Momo apretó los dientes y estuvo a punto de murmurar un insulto. Más Shigaraki la interrumpió.

–Hecho, haz lo tuyo, Shinsou. –Se levantó de la silla y salió de la habitación, siendo seguido por un callado Tokoyami y un indiferente Blackmist.

Momo miró aterrada al chico que quedó en la habitación, este rascó su nuca.

–Pues sólo somos tú y yo, ¿No?

–P-púdrete. –Soltó Momo con enojo, cayendo nuevamente en el juego del otro.

–Ja, ya lo hice. –Rió amargo, mirando a la inmóvil chica con algo similar al arrepentimiento.

                      •••

Uraraka salió disparada del bar, se sentía culpable, la chica había sufrido demasiado y había depositado su confianza en ella, y ella la traicionó.

"Es lo que tienes que hacer, no metas sentimientos en esto". Se repitió mentalmente.
Cada vez se alejaba más y más, las calles realmente estaban llenas de gente y eso no sabía si tomarlo como bueno o malo, solía perderse entre tanta gente.
Caminó rápido, chocandose con muchos que, si bien algunos la ignoraban, otros insultaban, cómo el chico al que se encontró en la mañana.

Estaba por cruzar una de las calles, cuando siente que alguien toma su brazo, no era un toque suave, era algo dudoso y fuerte a la vez. Uraraka volteó algo nerviosa, encontrando al chico de la mañana.
"Hablando de Roma" pensó con ironía.

–Vaya, ¿Tú otra vez?, estoy seriamente pensando en que te fleche o algo. –Bromeó ella quitando su brazo, Bakugou no opuso resistencia, si bien Uraraka se hacía la desentendida, sabía que debía andar con cuidado, él era un estudiante de la UA, y durante el ataque con Nomu ella estuvo allí, y probablemente podría recordar su rostro.

–¿Qué mierda dices?, claro que no, cara redonda. –Katsuki sabía quién era ella, sólo debía planear bien su movimiento y podría atraparla por sí mismo, la había recordado, era Uravity, la estúpida que controlaba la gravedad.

–Ya, ¿Necesitas algo?, ¿Te has perdido? –Le pregunta sonriente, el chico gruñe y saca algo de su bolsillo, la chica queda pasmada y Bakugou se felicita internamente. –T-tu lo encontraste.

–Te fuiste tan rápido que no alcancé a dártelo. –Explicó con el ceño fruncido, Ochako quiso tomarlo, pero él alejó la mano rápidamente. –¿Qué te parece si te lo doy luego de que tomemos algo, huh?

Uraraka frunció el ceño, "Qué raro", pensó, pero luego sonrió entusiasta.

–Está bien. Si esa es tu forma de pedir citas...no sé si servirá con otras chicas. –Bromeo, Katsuki rodó los ojos.

–Como si quisiera salir con una cara redonda como tú. Es sólo tomar algo y ya. –Gruñe, comenzando a caminar, la chica lo siguió algo dudosa, debía estar alerta.

   •••
Momo despertó, algo desorientada, su visión estaba borrosa y la sensación de sentir su garganta seca volvió. Más se extrañó al sentir el suelo tan suave.

Cerró los ojos y los abrió de nuevo, enfocándose, aquella era claramente su habitación, observó el colchón, los muebles, y la ventana del balcón abierta.

¿Ventana del balcón abierta?

–Entonces es cierto...–Murmuró para sí misma, aquellas personas sí tenían un ojo puesto en ella, y estaba metida en un lío.

A todo esto, no sabe cómo lograron entrar a su casa, las rejas son enormes y siempre hay alguien vigilando afuera, pareciera como si...

"El chico del lavado de cerebro" recordó con amargura, pensando que posiblemente gracias a su habilidad pudo entrar a su, ahora desprotegida, casa.

Estaba en peligro, y debía tomar una decisión rápido.

•••

HOLA!!, sí, algo corto, es que los exámenes y demás me dejan corta de tiempo y me exprimen la poca imaginación que tengo, prometo que el próximo sí será más largo, y creo que escribiré desde el Punto de vista de los héroes, necesitan atención (?)

Espero que les guste! :)