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¿Pero que Demonios era todo lo que estaba diciendo?


Luego de haber conversado un par de minutos con mi compañera de Celda, que ahora se llamaba Mika y descubrir que esto era una cárcel para criminales que esperaban su juicio por crímenes cometidos contra el orden natural de la vida terrestre en su planeta y su universo. Pero a todo esto, ¿Que hacia yo aquí, y por que habría de juzgarme por crímenes planetarios?. Mika al parecer había asesinado a un mercader interplanetario por abusar de ella en horas de trabajo laborando como vendedora en un comercio clandestino, sus crímenes son tremendos. Pero yo... no se ni por que aparecí aquí luego de que ese liquido exploto.


- Pero no te preocupes, escaparemos de aquí tan pronto como nos vengan a recoger para el juicio - Comento Mika.

- ¿Como lo haremos? - Pregunte, mirando a mi alrededor. Cámaras y todo totalmente metalizado, era casi imposible escapar -. Se ve que el sitio esta muy bien resguardado.

- Tu no te preocupes, se que los guardias nos llevaran por un pasillo que conecta con uno de los cuartos donde guardan la maquinaria pesada, osea usaremos los portales.


¿Portales?


- Se que suena loco - Dijo una vez observo mi reacción -, pero es la única manera de escapar sin que nos encuentren fácilmente.

- Esta bien, te ayudare.


Paso el tiempo y sonaron las alarmas indicando que abrirían las puertas para sacarnos al exterior, los guardias eran espantosos, mis pies se paralizaron al ver ese híbrido entre hombre e insecto. Nos tomaron de las muñecas con esposas y nos escoltaron por los pasillos, cada una transportada por dos guardias en silencio. Mika volteo a mirarme un segundo y guiño mi ojo, para después golpearlos de manera casi profesional, como si hubiese sido entrenada para atacar a diestra y siniestra, en un segundo los cuatro guardias estaban tirados en el suelo, yo solo no podía moverme de lo impactada que estaba.


- ¡Vamos!


Me grito sacándome del shock de ver como derribo a cuatro hombres en un parpadeo, tomo mi mano y corrimos por el pasillo, las alarmas sonaban con tanta fuerza que hasta podía sentir mis tímpanos latir del dolor que me causaba, aunque eso nos aseguraba que no había vuelta atrás y que un batallón de guardias venían por nosotras. Mika me empujo a un cuarto y cerro la puerta tras de ella para golpear sin piedad el tablero junto a esta sacándole chispas. El cuarto estaba cubierto de pantallas, un tablero que abarcaba un cuarto de estas y un par de pilares del que sobresalían puntas filosas.


- Listo - Hablo Mika -. Ya estamos aquí - se coloco frente al tablero y comenzó a teclear -, dime tu dimensión.

- ¡Dimensión! ¿Hay mas de una?

- ¡Abran la puerta! - Se escucho la voz de un guardia.

- ¡Claro! ¿No sabes de donde vienes?

- ¡No!

- ¡Si no abren derribaremos la puerta!


Mika se revolvió su cabello y de un movimiento tomo mi mano, sus ojos se abrieron de par en par.


- ¿Que ocurre? - Pregunte.

- Tu muñeca... - murmuro - No tienes un identificador.

- ¡Abran ya!

Solos [Rick Sanchez]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora