veintitrés

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MARATÓN 2/3
"Laur."

"Lauren".

"Jauregui!"

Lauren se despertó sobresaltada cuando la manta fue jalada, lo que hizo que ella que estaba enredada en ella volara fuera de la cama y cayera al suelo con un fuerte ruido. Se quejó, todavía medio dormida, y miró a Dinah y Normani de pie encima de ella.

"Tú tienes la culpa que te cayeras", Dinah tiró la manta en el suelo. "Hoy es el día, vístete y lleva tu culo abajo para el desayuno."

La chica de ojos verdes esperó hasta que sus compañeras se fueran para desenredarse a sí misma de las mantas tropezando sobre sus pies. Hoy era el día. El juicio de Camila. El día en que las cosas podrían llegar a ser 100% más reales.

Diciéndose a sí misma en no pensar en ello, Lauren colocó música en sus altavoces para mantener su mente ocupada. Ella se cambió en unos leggins y una camiseta de una banda, poniéndose su chaqueta de cuero encima ya que la temperatura decrecía.

Se miró en el espejo, dándose cuenta de lo agotada que estaba. Coincidía con la forma en que se sentía. Suspirando, se echó agua fría en la cara para tratar de despertar. Pero no ayudó de mucho.

En el momento en que puso un pie en la cocina, un tazón de cereales se posó en sus manos. Ally le dio una suave sonrisa y apunto con la cabeza hacia sus otras compañeras en la sala de estar. Lauren se sentó en la alfombra ya que el sofá estaba lleno, dándose cuenta de que estaba sentada en el lugar habitual de Camila. Se tragó el nudo en la garganta y miró a sus compañeras.

"¿Nerviosa?", Normani le preguntó. Lauren asintió, tomando un bocado de su comida y jugando nerviosamente con un mechón de la alfombra.

"No eres la única", la chica de piel oscura respondió, señalando a las otras dos chicas en el sofá y a ella misma. "Ninguna de nosotras sabe qué esperar."

Lauren se mordió el labio. Al menos ella no estaba sola en esto. No sabía qué hubiera hecho si hubiera manejando todo esto sola.

"Gracias chicas", susurró, asintiendo con la cabeza una vez. "No sé que haría sin ustedes."

"Nos metimos en esto juntas, es justo que lo resolvamos juntas", Ally asintió, dando a la chica en el suelo una suave sonrisa. Lauren le devolvió el gesto y terminó el resto de su desayuno en silencio. Sin embargo esto fue una mala idea, ya que sólo permitía que sus pensamientos empezaran a correr.

Independientemente de lo que pasara ese día, ella estaría en la misma habitación que Camila. Ella iba a ver su cara, y seguiría tratando de aferrarse a esa simple bendición. Y tal vez, sólo tal vez, ella conseguiría abrazarla.

El viaje hasta el tribunal fue en total silencio, aparte de las quejas ocasionales de Dinah sobre el tráfico. Las cuatro chicas estaban extremadamente nerviosas. Lauren empezó a morder ansiosamente sus uñas, un hábito que había tenido desde que era un niña.

"Aquí estamos", Dinah exhaló. Aparcando el coche, la polinesia contempló el edificio en frente de ellas y respiró hondo. Al minuto de que Lauren vio el nombre del edificio, se sintió mal del estómago. Esto realmente estaba sucediendo, no era sólo un sueño.

Las otras tres chicas se salieron del coche, pero Lauren permaneció congelada en su asiento, teniendo toda clase de pensamientos en su mente. Esto era real. Se sobresaltó cuando sintió una mano en su hombro, volviéndose y encontrándose con la mano tendida de Dinah para ayudarla a salir del coche. Tragándose el nudo en la garganta, Lauren permitió que la otra chica la llevara fuera del coche para así subir las escaleras de la corte.

Yellow - Camren {traducción español}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora