Chapter 2

125 16 0
                                    

Esa noche yo...
Yo me acosté con Ada, ¿cómo pasó? ni idea, no recuerdo nada, solo sé que cuando desperté ella estaba desnuda y abrazada a mi cintura, después de eso rápidamente me levanté -tratando de no despertarla obviamente-, me vestí y salí básicamente corriendo del departamento.

-Mierda, mierda, mierda... Me acosté con una enemiga del estado y llego tarde al trabajo...- pensé subiendo a mi coche y partiendo velozmente.

Al llegar a mi oficina, todos me miraban raro, seguramente mi fatal cara de trasnoche me delataba. Al llegar a mi oficina me tendí en el escritorio estresada y tratando de recordar lo sucedido en el departamento de Ada, en eso llega Hunnigan.

-Helena, ¿estás bien? Tienes una cara fatal, ¿acaso tienes insomnio? Te ves como si no hubieras dormido hace días- dijo Hunnigan preocupada y observando atentamente mi rostro

-Quizás me emborraché con vodka y me acosté con Ada Wong...- dije para mis adentros.

De pronto un fugaz pero claro recuerdo se cruza por mi mente, era yo pero estaba llorando y a mi lado se encontraba Ada.

-Helena... ¡Helenaa! ¡Reacciona mujer! Ahora pareces drogada... ¿Podrías cerrar tu boca por favor?, Me asustas-

Ingrid Hunnigan, no podría pedir una colega-amiga mejor, siempre estaba ahí para mi, podía guardar mis más grandes secretos, me aconsejaba y me ayudaba. Definitivamente no haría nada sin ella.

-¿Ah?, si... Si, dime que te trae por aquí...- dije cerrando mi boca y volviendo mi mirada hacia ella

-Pues tú... Cuéntame que te pasa, sé que no es insomnio- dijo Hunnigan, Dios... sonaba como mi mamá.

-Digamos que ayer no dormí mucho porque andaba con náuseas- mentí.

Menos mal que Ingrid me "creyó". Después de una buena conversación acompañada de un delicioso café todo se tranquilizó para mi.

Luego de mi aburrido día laboral iba llegando a mi casa cuando recordé otra cosa que me aclaró todo, era una foto de Deborah y Ada me estaba abrazando.
Ahora lo entendía todo, comenzamos a conversar sobre Deborah -por supuesto, borrachas- y seguramente Ada me consoló, una cosa pasó a otra y bueno, tuvimos sexo.

-Que débil soy... ¡No bebo nunca más!- pensé arrepentida.

La noche ya había caído completamente, estaba cenando cuando siento que alguien toca el timbre, enseguida pensé que sería Ingrid o Leon, pero al abrir la puerta...

-Hola Helena...- dijo Ada besándome en la comisura de los labios.

-Algo va a pasar, algo va a pasar... Por favor no hagas eso Ada, vete...- pensé muy nerviosa por la situación.

Quedé congelada con la acción de Ada, ¿por qué estaba en mi casa?, ¿qué quería?

-¿Ahora no saludas Harper? Al parecer alguien te comió la lengua...- dijo Ada lanzándome la más clara de todas las indirectas.

-¿Qué haces aquí?-

-Vine a hablar sobre lo que pasó anoche...- dijo la mujer sentándose en una de las sillas de mi cocina.

-Yo... No recuerdo mucho...- Mentí nuevamente

-No mientas, lo detecto... Sé que recuerdas todo- dijo Ada muy seria.

-¿Qué quieres que diga?, me acosté contigo... Ahora dudo aún más de mi sexualidad, no sé que mierda hacer... No sé por qué nos acostamos, no sé por qué te acompañé al departamento... ¡No sé nada!- grité deseperada.

Arriesgándome por tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora