Chapter 3

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Su vida estaba en riesgo y no podía llevarla con algún médico o algo porque obviamente era una "fugitiva" de la ley.

Llamar a Hunnigan podía ser mi única solución, podía confiar en ella, después de todo era mi amiga ¿no?.

-Hunnigan, si... Necesito ayuda- dije muy nerviosa.

-Dime que te pasó ahora, me imagino que no necesitas que vaya a cocinar por ti... ¿verdad?- dijo en un tono burlón.

-No, no, no, no... Necesito tus conocimientos médicos avanzados...- dije mirando a Ada que estaba perdiendo mucha sangre.

-Hmmm, vale... Cuéntame- dijo Hunnigan ya sospechando.

-Muy bien, no me mates... Tengo a alguien en el hotel que... Tiene una herida bala en el brazo y dos grandes cortes en el abdomen, ah, y está perdiendo mucha sangre-

-¡Mierr...! Digo, ¿quién es?- preguntó Hunnigan ahora también nerviosa.

-Es..., es... Ada... Wo...Wong- tartamudeé.

-¿¡Queeé!? ¿¡Estás loca!? Te pueden arrestar por eso-dijo Hunnigan muy alterada.

-Por favor... Ayúdame- supliqué.

-¡Ahrgg! Está bien, primero debes quitar esa bala... Fíjate si en el botiquín del hotel tienen eso, después debes limpiar y cocer los dos cortes, consigue aguja en el botiquín y, si perdió mucha sangre debes darle de la tuya- dijo Hunnigan de forma cortante.

-Hmmm, está bien... ¿Y si no somos el mismo tipo de sangre? bueno, ya lo sé... ¡Gracias! Te adoro- grité emocionada provocando una leve risa en Hunnigan.

Corté la comunicación con Ingrid y me dirigí al botiquín, que estaba ubicado en el baño y que para mi suerte tenía todo lo que necesitaba.

Comencé con la bala, tal y como me dijo Hunnigan. Abrí un poco la herida e inserté la pinza buscando el objeto hasta que lo encontré, comencé a tirar lentamente y sentí como la bala empezaba a salir, pero también sentí un pequeño gemido proveniente de Ada , estaba sufriendo y no tenía nada para sedarla, luego recordé una técnica muy antigua que se ocupaba para soportar el dolor, busqué una herramienta y la envolví en un paño para después colocársela en la boca a Ada, vi como mordía fuertemente el objeto por lo que decidí proseguir.

-Discúlpame si te quiebras algún diente... Es por tu bien- le dije mentalemente a Ada.

Después de un rato logré quitar la bala del brazo de la mujer, limpié la herida y la cocí para cerrarla, había hecho un gran trabajo, no se veía para nada mal. Continué con los dos profundos cortes, los limpié cuidadosamente con alcohol y los cerré. Mi trabajo estaba hecho, ahora sólo faltaba la transfusión de sangre. Inserté una aguja con una especie de tubo en mi vena y rápidamente coloqué el otro extremo en el brazo de Ada. (¡MAD MAX PLEAAASE! Jeje, continuo)
Al terminar quedé muy débil, necesitaba un descanso y Ada también, con las pocas fuerzas que me quedaban la trasladé hacia la cama y obviamente la vestí con alguna prenda que tenía, por suerte tenía mi talla aunque la blusa blanca que le coloqué le quedaba un poco... Ajustada en la parte del escote, ehmm ehmm.
Yo por mi parte dormí en el sofá que estaba cerca de la cama.

Al otro día me desperté sobre exaltada al escuchar como Ada se quejaba de dolor. Me dirigí hacia ella y la revisé, estaba empapada en sudor, la fiebre la estaba consumiendo. Rápidamente apliqué compresas frías en todo su cuerpo y otros tipos de medicina casera que estaban a mi alcance.
La fiebre no cesaba, horas y horas estuve tratando de calmarla hasta que en al fin la fiebre se acabó. Estaba limpiando el sudor de Ada cuando de pronto llama Hunnigan.

-Helena, Helena... ¡Tienes que salir de ahí, ya!- gritó desesperada Ingrid.

-¿Qué?, ¿qué ocurre?- pregunté preocupada.

-Toma tus cosas mientras te cuento lo que sucede...-

-Muy bien, cuéntame- dije moviendo por la habitación.

-Los que intentaron asesinar a Ada fueron los pertenecientes a la resistencia de Neo-Umbrella, que son mandados por Excella Gionne, me imagino que debes saber quién es... Bueno, el caso es que los datos que tienes son el respaldo del trabajo de Simmons, ya sabes, el virus y todo. Mi hipótesis es que Ada también quería destruir el respaldo, como lo hizo con el documento original, por lo que ahora la persiguen a ella y a ti, saben que estuviste ahí... Y van a tu ubicación- dijo Hunnigan muy nerviosa.

-Mierda... Muy bien, tengo todo listo... Necesito que elimines todos mis datos, patente, carnet, datos de tarjetas de crédito... TODO, haz como si no existiera...- dije tomando mis cosas y cargando a Ada bruscamente.

-Está bien...- susurró Hunnigan.-Suerte Helena

-Gracias- dije cortando la comunicación.

Salí de la habitación tan rápido como pude y me dirigí a el estacionamiento donde tome mi carro y le arranqué la patente. Subí a Ada atrás recostandola con cuidado para después subirme y partir velozmente en el coche.

No tenía un rumbo fijo, pero tenía lo suficiente para salir del país, si, eso debía hacer... llamé a Hunnigan cuanto antes.

-Hunnigan, necesito una nueva identidad, tarjetas de crédito y un vuelo a China- dije notando como Ingrid se cabreaba.

-Vale... ya está tu nueva identidad será...-

Arriesgándome por tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora