Vivir en las sombras

~ Nunca me enojaría con e l~

  Observando las estrellas.

Desde el techo, tirado, tranquilo, relajado, sin Leo, seguramente no se ha dado cuenta de que he llegado, mejor.

-¿ARCAD QUE HAS HECHO? – subiendo por las grandes ramas enredaderas que cubrían nuestra casa, parecía inseguro de que pudieran aguantarlo-

~Adiós tranquilidad~

-          ¿De qué hablas? -  no le doy ninguna pequeña mirada, aun parecía estar tranquilo.

-          De que hablas de que hablas – me imitaba mientras caminaba hacia mi hasta quedar a mi lado – ¿qué crees que no te conozco? La policía – apunta hacia la carretera- la ambulancia, todo tipo de sonidos de alertas están saliendo del bosque.

-          Descaradamente le hecho  una mirada hacia donde Leo apuntaba – Oh, ah de ver pasado algo feo – me vuelvo a acomodar ahora cerrando los ojos-

-          Algo feo… si… -caminaba de un lado a otro acomodando sus lentes, una pequeña ira se acumulaba en el – yo digo, que algo feo, paso – parecía poeta, levantando sus brazos, levantando la voz, un narrador nato- y tu… -me apunta- tu eres el culpable

-          No yo no

-          ¡A que sí! – no dejaba de apuntarme- conozco muy bien tus grandes rabietas que te dan con ataques de furia e ira siendo una persona furiosa y agresiva que… es... malo…

-          Bueno – me levanto sacudiéndome las manos y las observo- y tu un neurótico…eso te hace... –le miro- un Leo – camino hacia aquellas enredaderas dejándolo solo-

-          Leo permaneció allí, reflexionando las palabras- Ah pero este neurótico es el que soporta todo Arcad, este neurótico tiene la paciencia necesaria para mantener normal esta familia. O esta amista, o este hogar, esto, lo que quiera que sea, si no fuera por mi ahorita estuvieras refundido en la cárcel, cadena perpetua para ti, deshonor estaría en tu mente deshonor en toda tu vida, pero yo, como buen amigo que soy aquí sigo como el amo de la limpieza de esta casa… y porque te quiero nada más si no yo ya… -voltea hacia mi descubriendo que ya no estaba-

-          Ahora estoy en un mejor lugar, la cocina- Preparando Sándwich, doble, doble de todo, a punto de sentir su frescura-

-          Desgraciado serás – pasa por un lado mío con lodo en su ropa y sus lentes en mano, caminando hacia el lavamanos-

-          Gracias – le tomo como cumplido-

-          Se lava la cara y se sacude sus mangas cubiertas de suciedad-

-          Así te vez bien – doy una mordida a mi sándwich mientras le sigo observando-el me mira, le miro, nos miramos, segundos de silencio, me  tira un vaso de agua-

-          Mi rostro empapado, mi sándwich empapado, aun miro a Leo – Grosero –

-          Así te vez bien – me dice con tono burlón y una sonrisa divertida-

-          Observo mi cena- Oye, mira –le muestro el sándwich mojado – tendrás que prepararme uno.

-          Yo no te preparare nada

-          Si lo harás-doy un paso hacia el-

-          No lo hare –se recarga en la estufa

-          Si – otro paso hacia el

-          No – se cruza de brazos-

-          Por favor – de nuevo el paso-