save me; breddy meyva

10

La lluvia cesó y nosotros seguimos sentados bajo el árbol sin importar que estamos un poco mojados.

- ¿Quieres ir adentro?.- le pregunte a Freddy.- Tenemos que cambiarnos esta ropa porque está mojada.

- No quiero entrar a ese lugar todavía.- respondió.- y además no tengo más ropa con la que pueda cambiarme.

- Vamos adentro.- me levanté esperando que él hiciera lo mismo, pero no fue así.

- Si quieres ve tú, yo iré en un rato más.- dijo acostándose en el piso.

- No, tú vienes conmigo.- estiré mi mano y él la tomó para poder levantarse.

El árbol no está tan lejos de la habitación en la que se queda Freddy y hemos llegado rápido para entrar.

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Reviso mi reloj y son las once de la mañana. He dormido de más y tengo cosas por hacer el día de hoy.

Me levanto de la cama y nuevamente no hay nadie en casa.
Tengo mucha flojera de arreglarme pero tengo que hacerlo porque iré a la plaza a intentar conseguir el disco que le perdí a Bryan y de pasada a comer un helado.

Siempre he tardado mucho en arreglarme, cuando vi la hora ya eran las doce con treinta minutos.

Salí de mi casa y esta vez pedí un taxi porque tenía flojera de ir en camión.
El camino paso muy rápido. Pagué el taxi y bajé de ahí estando enfrente de la plaza.

Estaba dispuesto a ir primero en busca del disco, pero la heladería quedaba más cerca de la entrada y preferí ir primero.

La heladería estaba vacía, no es que sea muy temprano, pero realmente hace frío y nadie compraría un helado así, a excepción de mí.

Una chica me atendió y yo no veía a Alonso por ningún lado.

Mas tarde ya había terminado mi helado y estaba haciendo tiempo para ver si el ojiazul llegaba, había pasado mucho tiempo y nunca apareció.
Me levanté del asiento y pagué lo que debía. Salí del local caminando en busca de otra tienda donde vendieran discos.

- Espera.- escuché una voz y una mano tocaba mi espalda.

- ¿Si?.- me di media vuelta para ver quién era la persona que me estaba hablando, una sonrisa apareció en mi rostro de inmediato.- Alonso, hola.

- Hola.- sacudió la mano.- ¿eres el chico que estaba con su amigo ayer por la tarde en la heladería?.- preguntó el ojiazul.

- Es bueno saber que te acuerdas de mi.- sonreí.- Mi nombre es José, pero puedes llamarme Jos.

- ¿A dónde vas Jos?.- preguntó mirándome.

- Estoy buscando un disco para mi amigo porque ayer perdí el suyo.- miré el piso.

- ¿De casualidad no es éste?.- sacó de su mochila la bolsa en la que ayer nos dieron el disco.

- Si.- grite emocionado.- ¿en dónde lo encontraste?.- levante las cejas.

- Lo dejaron sobre la mesa y cuando me di cuenta ya se habían ido.- dijo.- por suerte lo vi antes de que alguien más lo agarrara.- sonrió.

- Alonso, no sabes lo feliz que me has hecho al rescatarlo.- lo abracé sin pensar pero me alejé de inmediato.- Perdón, me ganó la emoción porque es muy difícil volver a encontrar otro disco igual.- dije apenado.

- No importa.- sonrió.- escuche cuando dijiste que vendrías diario a comer un helado y por eso lo guardé para cuando regresaras.

- Yo siempre cumplo mis promesas y aquí estoy.- reí.