chapter 2

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Fueron cuestión de horas para que Hotaru Imai mostrase su inteligencia ante todos y para que se supiese su alice, el cual era el de la invención. Violette la analizaba desde su lugar, el cual era dos filas detrás de ella, le resultaba curiosa la estudiante nueva, pero al saber sobre su perspicacia, prefería mantenerse al margen y no entablar ningún vínculo.

Las clases transcurrieron normalmente hasta que la hora de la salida llegó. Los mellizos Yukihira guardaron sus cosas y se dirigieron hacia la salida mientras eran observados por la pelinegra de ojos morados. Natsume y Ruka los siguieron por detrás pero ellos se dirían hacia otro destino.

Caminaron durante varios minutos hasta que llegaron a la parada del autobús que los llevaría hacia los edificios de las habitaciones. Leandro se detuvo y dio media vuelta.

—Sé que nos estás siguiendo —habló—. ¿En qué podemos ayudarte, Imai?

—Los creí idiotas —confesó sin pelos en la lengua.

—No somos como el resto, y bien, ¿vas a explicar por qué nos sigues? —el albino siguió dirigiéndole la palabra, su hermana soltó un suspiro.

—Es inofensiva —aclaró la de cabello corto.

—Lo dices bastante segura —Hotaru la miraba con apatía.

—Eres inteligente, si fueras una amenaza, ya estaríamos en problemas. ¿Qué llevas entre tus manos?

—Es un encargo... para ustedes.

La rubia y el albino fruncieron el entrecejo. Hotaru se acercó hasta ellos dos para luego extenderles un sobre que contenía algo dentro, bajo la vista de la recadera, Violette rompió el pedazo de papel donde posteriormente procedió a sacar dos fotografías que la dejaron perpleja junto con su hermano mayor. Dichas imágenes eran de ellos mismos de cuando eran más pequeños de edad, los dos yacían dormidos sobre una cama desconocida mientras se hacían compañía mutua. Pese a que tenían los ojos cerrados, indudablemente eran ellos.

—¿Quién te mandó a entregarnos esto? —la de cabellos claros alzó la mirada hasta su nueva compañera.

—Fue una mujer —contestó.

—¿Y ya? —Leandro seguía viendo aquella foto.

—Tenía una capucha, no pude ver su rostro. Fue una noche antes de venir a la academia —relató—, pero sé que es una mujer porque me pidió que les dijera esto: los sacaré de ese infierno, aguarden un poco más.

—Hermana, mira —el peliplata volteó la imagen, mostrando que detrás donde solo había el blanco más puro, se hallaban unas iniciales.

¿S.Y? —las leyó en voz alta la menor de los gemelos—. Alguien nos quiere sacar de la academia...

—Una mujer que no conocemos pero por lo visto, ella a nosotros sí y estas fotografías son la prueba sólida de ello. No recuerdo este momento, ¿y tú?

—En lo absoluto, todos mis recuerdos son dentro de este lugar —murmuró a lo bajo, pero Hotaru pudo escuchar.

—Eso es todo, mi trabajo aquí terminó —mencionó la de iris púrpuras—. Quédenselas, al fin y al cabo son ustedes de más pequeños.

Gakuen Alice: La chica del Hielo | Natsume × Tú | EN EDICIÓN Donde viven las historias. Descúbrelo ahora