chapter 4

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1 mes después

Violette lo primero que hizo al ver llegar a Natsume y a su adorado hermano mayor, fue correr hasta ellos para proceder a abrazarlos. Leandro se lo esperaba, pero el niño azabache en definitiva, no.

La niña rubia soltaba lágrimas de felicidad por verlos sanos y a salvo. Los dos chicos sin más por hacer, acariciaron la cabeza de aquella personita que fue quien más aguardó por ambos. Narumi los observaba con una sonrisa plasmada en su rostro, ya que en algún punto de la misión, creyó que jamás iban a poder regresar.

Para desgracia del DEP, habían fallado en la misión. Todo había ocurrido tan rápido que ni siquiera ahora era capaz de procesar lo sucedido en Francia, pero al menos había logrado su meta secundaria al haberse ofrecido a ir como auxiliar de Persona. Sabía que el siguiente engranaje ya había sido puesto y solo era cuestión de tiempo que Leandro lo hiciera girar. Esperaba que así fuera, sino, contaba indirectamente con la ayuda de Natsume, quien desde su llegada mostraba cierto interés en el pasado de los gemelos Yukihira, si el hermano de Violette no hablaba, al menos el pelinegro lo haría.

—Vayan a descansar —ordenó Persona—. El DEP quiere hablar con nosotros mañana mismo, así que aprovechen —mencionó, logrando tensar a los niños.

—¿Qué sucedió? —cuestionó Violette hacia ellos.

—No te insmicuyas si no quieres problemas con tu querido director  —advirtió Persona para luego alejarse caminando.

—Venga, váyanse —dijo Narumi.

Se encontraban fuera del edificio de las habitaciones. Leandro quiso quedarse a dormir con su gemela, así que ahí estaban los tres dirigiéndose a la sección de los estrella especial. El pepliplata, el cual solía ser risueño, bromista y sarcástico estaba en total silencio, Natsume sabía la razón de su estado, pero por el momento no diría nada ya que eso le correspondía solamente a él y a nadie más, pero si no lo veía actuar, tendría que meter sus narices en lo que no le importaba. Violette caminaba igual sin decir palabra alguna, sentía a su mellizo y al dueño del alice del fuego muy raros.

—¿Pasó algo en esa misión? —soltó su duda. Su tono de voz se escuchaba angustiado.

—Estamos aquí, ¿no? —contestó el oji azul—. No tienes nada de qué preocuparte, Vi.

—Aquí me quedo yo —Natsume se detuvo frente a la puerta de su dormitorio. No se molestó en despedirse de los Yukihira, solamente ingresó.

—Necesitas descansar, venga, vamos —la rubia tomó la mano de su hermano y lo llevó hasta su propia habitación.

Leandro analizó su alrededor, descubriendo una pared donde yacían las fotos que Hotaru Imai les había entregado hacia cierto tiempo atrás. Una se encontraba al reverso, mostrando las iniciales de la persona que había tomado la inteligente decisión de contactarse con ambos, debajo subsistía una hoja donde tenía escrito:

Sunao Yukihira = Nuestra madre.

Leandro tragó en seco al recordar todo lo vivido en el extranjero en compañía de su contrario en cuanto a alice se hablaba.

"—¡Yukihira! —escuchó la voz de Natsume llamarlo con desesperación.

El hombre frente suyo se detuvo de forma abrupta, interrumpiendo su ataque a su frágil cuerpo de niño de nueve años. Temblaba de pies a cabeza, había visto toda su corta vida pasar frente a sus ojos.

Gakuen Alice: La chica del Hielo | Natsume × Tú | EN EDICIÓN Donde viven las historias. Descúbrelo ahora