【Entre Pétalos De Cempasúchil】||HIGUEL || Y A O I

"Día De Dos"

Hiro: —Despierta— ¿Qué hora es...? –se sienta a la orilla de la cama–
Miguel: Hiro –lo abraza– Quédate conmigo
Hiro: Oh... sigue dormido. –intenta liberarse– Miguel, ya es tarde. ¡Levántate ya!
Miguel: Deja de estar chingando y vamos a dormir otro rato
Hiro: —le da un golpe en la cabeza—
Miguel: –lo suelta– De acuerdo, ya voy –se levanta—
Hiro: Miguel
Miguel: ¿Qué pasa ahora?
Hiro: Lo de anoche...
Miguel: ¿Mm?
Hiro: No, nada.
Miguel: Que raro eres –acaricia su cabello–
Hiro: Voy a tomar un baño
Miguel: Hiro, te veo afuera en una hora
Hiro: ¿Por qué?
Miguel: No hagas preguntas. Solo haz lo que digo
Hiro: Está bien –se va– ¿y yo soy el raro?

Una hora después...
Hiro: Ya estoy aquí. ¿Que planeas ahora?
Miguel: Em... bueno, quería saber si quieres pasar el resto del día conmigo. Solos, tu y yo. Ya sabes...
Hiro: –se sonroja– ¿Como una... cita?
Miguel: ¿Una cita? —se pone nervioso– Bueno, yo no use la palabra "cita". Digo! No es que no quisiera tener una cita contigo. Es más bien...!
Hiro: Si quiero –toma su mano–
Miguel: Entonces, vámonos –empieza a correr—
Hiro: ¡Espera! ¡No tan rápido!

Miguel llevó a Hiro a lugares que Hiro no pudo conocer cuando eran niños. Le dio a probar comida nueva, entre ellas las chalupas, flautas, pozole, merengues, entre otras delicias mexicanas.

Hiro: No creo que pueda comer algo más. Estoy muy lleno
Miguel: Pero si apenas empezamos
X: ¡Miguel!
Miguel: ¿Si?
X: ¿Irás al concierto de mañana?
Miguel: ¿Como dices?
X: ¿No se han enterado? Pero si invitaron al pueblo desde hace Tres días —les muestra un folleto del evento–
Miguel: Dame eso –le quita el folleto–
Hiro: ¿Quién es el encargado del concierto?
X: Yo, pero Marco de la Cruz es el que repartió las invitaciones a los músicos del pueblo para que participaran
Miguel: ¿Marco? Con razón. –rompe el folleto– No me interesa
Hiro: ¿Que haces? ¿No vas a cantar ahí?
Miguel: No
X: Pero, todo el pueblo va ir porque piensan que vas a cantar, Miguel
Hiro: No vas a decepcionarlos ¿o si?
X: Por favor, Miguel.
Marco: Si, Miguel. ¿O acaso vas a fallarle al pueblo? –sale entre las sombras–
Hiro: Marco –se dirige a el–
Miguel: –Lo toma del brazo– ¿Tu vas a cantar ahí? –se coloca frente a Hiro–
Marco: Obviamente –se acerca a el– solo para mostrarte que soy mejor que tu y enamorar a Hiro con mi voz –le susurra al oído–
Miguel: Está bien, iré
X: Perfecto. Entonces iré a ponerte en la lista. Nos vemos
Marco: Yo también me voy, tengo que prepararme
Miguel: –lo mira con rabia–
Marco: Los veo mañana. –sonríe– Adiós, Hiro
Hiro: ¡Hasta mañana, Mar...!
Miguel: Ven, hay que seguir –lo toma de la mano–
Hiro: ¡Oye!

Al caer la noche, fueron a el campo de Cempasúchil, pues Miguel tenía una sorpresa para Hiro.

Miguel: ¿Y que te pareció este día?
Hiro: Fue muy divertido. No me había divertido así en San Fransokyo
Miguel: ¿Piensas regresar allá?
Hiro: Aún no –baja la mirada– Amo México y te amo a ti, es la razón por la que volví. ¿No?
Miguel: Hiro —Toma su mano– ¿te quedarías conmigo si te lo pidiera?
Hiro: ¿Como? –se sonroja–
Miguel: Te deje ir una vez. No pienso volver a hacerlo –lo abraza–
Hiro: Miguel...
Miguel: Promete que te quedarás a mi lado
Hiro: –le sonríe– Lo prometo.
Miguel: Y ¿Que era lo que ibas a decir en la mañana? Sobre lo de anoche
Hiro: Oh... eso. Ya te dije que no es nada
Miguel: Chino, a mi no me engañas
Hiro: No me gusta que me digan Chino y lo sabes
Miguel: Entonces dime
Hiro: Está bien –mira a otro lado– Quería preguntarte... ¿No crees que lo de ayer fue muy rápido?
Miguel: ¿Ah?
Hiro: Quiero decir... No estamos en una relación formal, ni nada de eso y aún así lo hicimos. Demasiado pronto ¿no crees? Je...
Miguel: En ese caso tendré que adelantar la sorpresa que tenía para ti
Hiro: ¿Qué?
Miguel: –se dirige a un arbusto–
Hiro: ¿Ahora qué haces?
Miguel: Escondí mi guitarra aquí. –la saca de su escondite y comienza a tocar una hermosa melodía– Desde el día en que volviste... me he guardado esta pregunta, pues pensé que sería muy extraño para ti y te irías de inmediato
Hiro: Miguel...
Miguel: Pero, ahora que sé que sientes lo mismo por mi, quiero preguntarte si... ¿Quieres ser mi pareja?
Hiro: –lo toma de la camisa y lo besa- Si, si quiero
Miguel: —suelta la guitarra– Te amo tanto...–lo abraza–
Hiro: Y yo a ti.
Miguel: Regresemos a casa. Está comenzando a hacer mucho frío
Hiro: Si, no quiero que te enfermes. Mañana tienes que dar un gran show

–se van–

Más tarde...

Marco: –llega a el campo de Cempasúchil– Que extraño ¿Por que no se han marchitado? –empieza a cortar algunas flores– No importa, las necesito para mis pociones. ¿Ah? –se encuentra con La guitarra de Miguel– ¿Que hace esta porqueria aquí? Oh, pero si es la que usó Héctor. Un momento, sin ella Miguel no podrá tocar mañana.
Creo que... le haré unos arreglos y luego se la devolveré.

Continuará...