【Entre Pétalos De Cempasúchil】||HIGUEL || Y A O I

"Por Ti..."

Miguel: Quédate detrás de mi, Hiro
Marco: No entiendo ¿¡Por qué sigues con el?!
Miguel: Tus pociones no son tan fuertes como nuestro amor, Marco. Por eso falló tu estupido plan
Hiro: ¡Acéptalo, Marco! Si amas a Migue...
Marco: ¡Tu cállate! —apunta con el arma—
Hiro: Marco, baja esa cosa. —se levanta de la cama y se coloca la sabana en la cintura—
Miguel: Hiro ¿¡qué haces?!
Marco: Debo admitir que tienes agallas al pararte frente a mi
Hiro: No tienes que hacer esto, Marco. —se acerca a él lentamente— Esto que sientes por Miguel, no es más que una enfermiza obsesión.
Marco: ¿¡Cómo?!
Miguel: Hiro, detente
Hiro: Si en verdad lo amas, debes dejarlo. Así podrás libérate de esta obsesión y podrás ser feliz con alguien más.
Marco: ¡Cállate, ó...!
Hiro: ¿"Ó dispararás"? Si quisieras disparame, ya lo hubieras hecho
Marco: ¿Quién dijo que te voy a disparar a ti? —Quita a Hiro del camino y le apunta a Miguel—
¿Voy a disparar? La mano me está temblando ¿Es lo correcto?
Miguel: Marco, eres mejor que esto. Dámela
Marco: Si hago esto, ninguno de los dos te tendrá —Dispara—
Hiro: —se coloca frente a Miguel y lo abraza—
Miguel: Hiro...
Hiro: —Recibe el disparo—
Marco: —arroja el arma y retrocede— disparé...
Miguel: ¡Hiro! —lo toma en sus brazos— ¡Hiro, abre los ojos!
Marco: Sabía que recibiría el disparo. Se puso en medio para proteger a Miguel. El sentimiento es mutuo. Se protegen por que... se aman de verdad.
Miguel: ¡HIRO! —Voltea a ver a Marco— ¡Eres un...!
Marco: El se atravesó. ¡Yo no quería...!
Miguel: ¡Un día me dijiste que odiabas a Ernesto. Pero ¿sabes que? ¡ERES IGUAL Ó PEOR QUE ÉL!
Marco: No, no soy como él
Miguel: ¡CLARO QUE SI, MARCO! ¡ERES IGUAL A ERNESTO! ¡UN ASESINO!
Marco: ¡CÁLLATE! ¡NO SOY COMO ÉL! ¡NO SOY ÉL! —sale corriendo de ahí—
Miguel: Hiro, no me dejes, por favor. Me prometiste que siempre estaríamos juntos. Lo prometiste...

Nadie volvió a ver a Marco desde esa noche.

Al día siguiente...

Hiro: —Despierta—
Miguel: ¡Hiro! Al fin despertaste —toma sus manos— ¿Estás bien? ¿Te duele algo?
Hiro: ¿Dónde estoy?
Miguel: En el hospital. Marco te disparó, por suerte te traje a tiempo y pudieron salvarte.
Hiro: Me alegra que me haya disparado a mi y no a ti
Miguel: Lo que hiciste fue estupido. Me asusté muchísimo, pensé que... —empieza a llorar— ...te perdería
Hiro: Nunca lo había visto llorar...
Yo también me asusté cuando Marco te apunto con esa cosa, por eso corrí a abrazarte. Tu siempre me salvas —seca sus lagrimas— era mi turno de salvarte
Miguel: —lo abraza—
Hiro: Oye, te amo
Miguel: —ríe— Condenado Chino —lo besa—
Hiro: Te lo prometí, siempre estaremos juntos ¿no?
Miguel: Siempre juntos

Un año después...

Hiro: Miguel, deja de jugar. No quiero que te lastimes
Miguel: Sólo por que tú me lo pides —lo abraza y muerde su mejilla—
Hiro: Miguel —ríe— Basta
Marco: Cuanto tiempo, muchachos
Hiro: Esa voz...

—se dan la vuelta—

Miguel: ¿Marco? —cubre a Hiro—
Marco: No regresé para pelear, Miguel. Descuida
Miguel: Entonces ¿Qué quieres?
Marco: —camina hacia Hiro y coloca su mano en su hombro— Tenias razón, Hiro. Sólo... necesitaba dejarlo ir. —Mira a Miguel—
Hiro: Marco...
Marco: Esa noche, me di cuenta de lo que es el amor, gracias a ti.
Sé que no fue la manera correcta de darme cuenta. Pude matarte, pero el ver como diste la vida para salvar a Miguel, me mostró lo mucho que se aman.
Miguel: No está mintiendo. Conozco su mirada cuando habla de corazón
Marco: Lamentó todo lo que les hice. Sobre todo a ti Hiro.
Hiro: Marco, nosotros...
Marco: Me gustaría que fuéramos amigos. Pero sé que es difícil perdonarme después de lo que hice, así que, entiendo si no quieren verme de nuevo.
Hiro: Estas perdonado, Marco
Marco: ¿Eh?
Miguel: Lo que oíste. —le da una palmada en la espalda— Ya no hay nada que perdonar.
Hiro: Entonces ¿Amigos?
Marco: —le sonríe— Amigos, Hiro
Miguel: Y, Marco. No eres como Ernesto. Lamento lo que te dije esa noche, estaba muy molesto y asustado.
Marco: Descuida, merecía eso y más.
Hiro: Oigan, ¿les parece si vamos a comer algo?
Marco: Me gusta la idea, yo voy.
Miguel: —toma de la mano a Hiro— Perfecto, así pagas tu, Marco
Marco: Yo acabó de llegar. Paguen ustedes

Más tarde...

Hiro: ¿A dónde fuiste todo este tiempo?
Marco: Por ahí. Visité varios lugares.
Miguel: Seguramente rompiste muchos corazones en todo este tiempo
Marco: De hecho... conocí a alguien
Hiro: ¿En serio? Me alegro por ti, Marco
Miguel: ¿Cómo se llama?
Marco: Su nombre es Kyle. Vendrá de visita al pueblo dentro de una semana.
Hiro: ¡Que bien! Podremos salir los cuatro
Miguel: No puedo esperar para conocer a tu novio, amigo
Marco: No somos novios —se sonroja un poco— aún
Hiro: —le sonríe a Marco—

Varios meses pasaron desde que los muchachos hicieron las pases.
Kyle y Marco comenzaron una relación, viven juntos desde entonces.
En cuanto a Hiro y Miguel...

Miguel: Los Cempasúchil son más hermosos en esta época del año. Es extraño que nunca se marchiten.
Hiro: ¿Sabes que otra cosa no se marchita? —busca en su bolsillo— Mira
Miguel: Es el pétalo del juramento que hicimos cuando... éramos niños
Hiro: Parece que los pétalos de Cempasúchil son como nuestro amor.
Miguel: Nunca morirán... —lo besa—

—comienza a soplar el viento y los pétalos vuelan por doquier—

Miguel: Hiro, tengo que decirte algo
Hiro: ¿Qué es?
Miguel: ¿Ya te dije que te amo y que me tras un poco loco?
Hiro: Cientos de veces
Miguel: En todo este tiempo, cada día qué pasa, me enamoro más de ti
Hiro: Miguel, yo siento lo mismo
Miguel: —toma sus manos—
Hiro: —se sonroja—

Miguel: Hiro ¿Te casarías conmigo?

Hiro: —le sonríe— Si.

Fin.

Hasta aquí llega esta historia. Espero y haya sido de su agrado. Muchas gracias por llegar hasta aquí ♥︎
Hasta la próxima.

Sonikku Park。