La Familia Mendes (#2)

💡Un sábado cualquiera con Peter en casa es...

La familia Mendes.

Un sábado cualquiera con Peter en casa es…
4 años
Los domingos son de ir a visitar a la familia pero los sábados son sagrados para nosotros, un día para los tres.
Shawn, Peter y yo.
Un día, donde nos dedicamos, no solo a consentir a Peter, si no también a nosotros como pareja, como familia.
Hoy decidimos ir al Zoológico y llevar a Peter a que conociera a los animales, ya íbamos preparados para la serie de preguntas que Peter hará entando allá, porque Peter con sus 2 años quería ya saber el porque de todo. Hasta del porque el agua es húmeda.
La verdad era que el Zoológico de Canada no tenia tantas variedades por cuestiones del clima, algunos animales no soportarían tanto el frió de por aquí en invierno.
– ¿ Llegamos ? - volvió a preguntar un Peter, muy inquieto en el asiento trasero en  su silla de seguridad para niños, la cual odiaba.
– no, ya casi – le respondí, busque un juguete en la guantera del auto, tenia que haber algo. Sus juguetes estaban por todas partes, en auto y en cualquier lado de la casa, hasta en casa de Karen tenia, en la de mama y en las de mi 6 hermanos.
Bingo.
Conseguí un Capitán América, debajo del asiento del copiloto.
– Ten, Cariño – me voltee en mi asiento y lo vi, estaba luchando con sus manitas, tratando de sacarse el cinturón, que lo mantenía quieto en el asiento – Peter, te he dicho que tratas de quitarlo – lo reprendí, me miro con recelo pero aun así tomo el juguete y dejo el cinturón.
– Oye – Shawn, llamo mi atención, se veía tan bien manejando – estuve pensando que tal vez…. Podríamos divertirnos – volteo a verme brevemente antes de volver a mirar la carretera – ya sabes… esta noche, solo tu y yo – esa sonrisa picara no se le quitaba por nada del mundo.
– Ya veremos – murmure, podíamos escuchar a Peter, jugar en los asientos de atrás haciendo sonidos de pelea, era una ternura – si te portas bien -  dije finalmente, de sus labios salio un sonido de indignación, como si hubiera cometido un crimen atroz.
– Eres mala – dije aun indignado, no le respondí y seguí hablando con Karen por mensajes poniéndonos de acuerdo para celebrar el cumpleaños de Aaliyah.
– ¿ Ya, mami ? - volvió a preguntar, mi niño.
– Si, mi vida – ya ibamos entrando al estacionamiento.
Los pequeños gritos de emoción no se hicieron de esperar, haciéndonos reír a Shawn y mi. Amábamos ver así de emocionado a nuestro bebe.
Pasamos una linda tarde en familia.
– Papi, ¿ poque se llama así ?
– Porque así fue que le pusieron – le respondió, estábamos viendo a los manos.
– ¿ Y poque ? - volvió a insistir. Era algo gracioso ver la cara que ponía Shawn, cada vez que no encontraba forma de responder-le, todas las preguntas se las hacia a el.
– no lo se – suspiro rendido, lo amábamos pero hacia demasiadas preguntas.
– ¿ poque ? - volvió a preguntar, me quería reír.
– Porque así lo quiso Dios, bebe – intervine por Shawn, tal vez no eramos muy católicos pero si íbamos a la Iglesia los Domingos antes de ir a casa de Karen y nos encargábamos de inculcarle algo de religión a nuestro hijo.
– ah – tal vez sea solo un bebe, pero sabia que cuando se trataba de dios, nada era imposible y había que respetarlo.
– lo hubieras dicho antes – se quejo, aun con Peter, en brazos tratando de ver mejor a los monos, estaba muy emocionado.
– me gusta verte sufrir – pellizque su mejilla, solo rodó los ojos antes de dejar un beso en mi mejilla, Peter, quien amaba darme cariños, no dudo en inclinarse y darme un beso.
– te amo – le dije a mi bebe.
– te amo, mami – me respondió, estiro sus brazos en mi dirección para que lo cargara.
– no puedo, mi vida – le dije, últimamente tengo algunos dolores en mi espalda baja y el doctor me prohibió cargar cualquier tipo de peso, incluyendo a mi bebe, que solo se pone cada día mas pesado y grande.
– mami – se quejo, formo un adorable puchero, el quería que lo cargara y yo lo quería cargar.
– busquemos un lugar donde sentarnos y te podrás sentar en las piernas de mami ¿si? - Shawn, intervino cuando vio mi sufrimiento y la insistencia de Peter, que literalmente iba a saltar de sus brazos con tal de llegar a mi, el sabia cuanto amaba tener en brazos a mi bebe y sentir su calor junto al mio, digamos que algunas veces, Shawn se ponía celoso de su propio hijo.
– si, papi – Peter asintió con entusiasmo.
Conseguimos unas mesas, juntos con unas sillas al lado de puestecito de helados, Peter no tardo en pedir uno y como padres consentidores pero no en exceso, se lo dimos. Le dimos un helado de vainilla, ya que no nos arriesgamos con uno de chocolate, luego estaría literalmente saltando por todos lados.
Peter, puede ser algo odioso y egoísta algunas veces, pero nunca es reacio a compartir con nosotros. Por ello mientras come su helado y nos aseguramos de que no ensucie su ropa, nos comparte a mi y a Shawn, aun cuando le decimos que no,nos da.
– ¿te divertiste hoy, bebe? - íbamos saliendo del estacionamiento cuando, Shawn le pregunto a Peter.
– ¡SI! - respondió con mucha emoción, era adorable ver la felicidad y emoción que irradiaba cada vez que lo llevamos a un lugar nuevo y probaba algo nuevo y le gustaba.
– ¿que fue lo que te gusto mas? - le pregunte, me di la vuelta en mi asiento y me incline para verlo mejor.
– los piguinos, mami – dijo con emoción.
La mitad del camino, Peter estuvo hablando y hablando, sobre el zoológico y digo la mitad porque la otra mitad se durmió y no dio mas que hacer.
Era un buen niño.
– me divertí mucho hoy – Shawn tomo mi mano, entrelazando nuestros dedos, la llevo a sus labios dejando un suave beso en el dorso.
– también me divertí mucho – admití – me gustan los días así, solo los tres.
– tal vez – comenzó a decir con la mirada fija en la carretera – podríamos agregar otra pequeña personita
– tal vez, el próximo año
– el próximo año – afirmo, la sonrisa en su cara solo demostraba felicidad.
Ambos estábamos muy emocionados de poder agrandar nuestra pequeña familia.