Capitulo 11:Lencería de encaje,caricias tatuadas en mi piel llena de cardenales.

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Querido Diario:

No he podido contener mi impulso de desenvolver del emboltorio aquel conjunto de encaje que yo tanto cariño y apego tenía, con el me sentia porcelana decorada con delicadeza y precisión, aunque muchos me hacían compararme con una actriz porno, pero yo en verdad no lo llevaba para el agrado de los demas, era por que amaba mi cuerpo entre todas las cosas, mis imperfecciones, mis cicatrices, mis cardenales, si eso es, si eso he dicho, cardenales que sigo teniendo gravados en mi piel, que una vez aparecieron de la nada y ahora se han convertido en mucho, un tatuaje del pasado, marcada como una exclava, tu esclava, la que manejabas a tu antojo y yo como tonta me deje manejar de tus frías y despiadas manos y de tu pervertida y enrebesada mente, esa mente calculadora que maquinaba una y otra vez un plan para que volviera a ti, regresara a tus brazos nuevamente, ilusa fui cuando tus caricias, tus gestos eran solo maniobras manipuladoras que se clavaban en mi piel, en mi corazón, en mi alma y que tú, mismamente tú, te encargarias de que quedaran en mi como tatuajes.

Maldigo el día que me entregue a ti, que deje q tus dedos se deslizaran por mi lenceria, por mi piel, que tus labios se deslizaran en mi silueta escribiendo tu historia, cuando yo siempre pensaba que seria la nuestra.

Amores indecisos, palabras descubiertas y partituras mojadas.Where stories live. Discover now