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Realmente no podrías asegurar cuanto tiempo llevabas inconsciente, o en el lugar donde te encontrabas sumergido, solamente podías describir que era... Completamente oscuro, tanto era aquella sensación de estar en la nada que te sofocaba, movías tus brazos intentando alcanzar algo que pudiera sacarte de ese miserable lugar sin éxito alguno, era como si nadaras en la nada absoluta.

Justo enfrente de ti, se comenzó a formar una extraña silueta blanca.

No tenías palabras para describirlo, era un ser que se funda perfectamente con aquella sala que era casi imposible distinguirlo si no fuera por el llamativo color blanco que sobresaltaba en algunas zonas de su cuerpo, un rostro y unas manos era lo único que podrías afirmar que son: pero, a pesar que estuvieras un poco lejos de él notaste que su rostro era bastante extraño, como si fuera una cara sonriente distorsionada y con bastantes grietas, y sus manos... De forma clara podías observar un hueco en la palma de estas.

Intentaste acercarte lo más posible, abriste tu boca para hablar y pedirle direcciones de favor —rogando en tus pensamientos que al menos, en ese mundo tan desquiciado existiera alguien con la cual no tuvieras que usar las acciones y perdonarlo. — pero nada salía de tu garganta, lograbas formular las preguntas y oraciones que querías, observabas tus labios moverse pero no podías escuchar ni tu propia voz, aquel lugar tenía un campo insonoro que te estaba poniendo los vellos de punta.

Justo al momento de estar más cerca de esa persona su rostro se alargó como si le hubieras espantado, inclusive se notaría a leguas que su sorpresa era mayor que la tuya. Pronto, un grave sonido retumbo en el sitio, oh... Ese molestoso sonido parecía querer penetrar tus tímpanos y romper todos tus huesos. Tan estrepitoso fue que aquella obscuridad que los absorbía fue quebrándose como si de un espejo se tratara, a la par que aquella extraña identidad desaparecía de tus ojos y comenzaba a reflejarse en cada uno de los pedazos de cristal que caían como si de lluvia se tratara.

Sentías como tu corazón estaba a punto de colapsarse, y no estabas demasiado segura que podrías regresar después de esta muerte.

Pero no te importaba.

Ya no querías estar más en ese miserable mundo donde cada paso que dabas te encontrabas a alguien que te quería destruir.

Ya no querías más eso.

Justamente cuando estabas decidida a aceptar aquel destino que se te había escrito, con cada sensación de dolor que sentías recorrer tu cuerpo y alma quebrantarse con una lentitud interminable, cerraste tus ojos esperando lo peor que podría suceder, pero... Nada sucedió realmente.

Decepcionada, abriste tus ojos para poder saber lo que había pasado: todos los cristales cayendo se habían detenido en el aire, como si hubieran puesto pausa en el juego de una consola. Sentiste unas manos cálidas envolver tus hombros hasta llegar a la altura de tu pecho, donde ahí tu corazón o más conocida como alma fue expulsada mostrando lo dañada y rota estaba, después solo viste como flotaba encima de aquellas blancas manos.

—Es demasiado pronto aun, la historia no se debe volver a repetir.

Aquella dulce voz femenina inundo tus oídos, era una sensación y emoción que te transmitía calma, paz, determinación.

Acaricio con suavidad tu alma, sus dedos se habían tornado de un color verdoso curando a su paso algunas de las heridas que tenía tu frágil alma. Al ya estar en un mejor estado elevo una de sus palmas y chasqueo.

Todo había comenzado a rebobinarse, los fragmentos de cristal comenzaron a volver en su lugar como si de una cascada inversa se tratara. Pronto, aquellas manos fueron dejándote cuando noto que su misión ya se había completado.

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⏰ Última actualización: Nov 11, 2018 ⏰

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[FlowerFell] ⓣⓗⓔ ⓛⓐⓢⓣ ⓗⓞⓟⓔ. (FF.Sans×Lectora) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora