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A pesar de haber hecho las paces con el esqueleto de mayor tamaño en altura, continuaron con aquella cita, aunque... Sentías una pequeña tensión, a la par que notabas que este se comportaba de forma extraña, demasiado melancólico, como si estuviera perdido en sus recuerdos. De vez en cuando veías a tu acompañante amarrillo, el cual hacia un gesto con sus pétalos que no comprendía el porqué de su repentina actitud, y al ser que solo hace pocos minutos lograste conseguir que no te matase preferiste el no sacar algún tema de conversación que él no sacara.

Cuando decidían conversar Papyrus te preguntaba de cosas bastante normales en tu mudo, pero que a pesar de todo, eran un misterio para los monstruos, incluso le llegaste a enseñar algunas cosas de matemáticas, reías cada instante cuando recordabas su rostro al no poder resolver un problema de algebra:

"— ¡Pero que carajos es esto! ¡Cómo es posible que resolver esto! ¡No tiene sentido que las letras se revuelvan con números; que mierdas significa tres equis más cinco es igual a veintitrés! ¿¡De donde ha salido esa equis!?"

Fue lo que te reclamo instantes antes de comenzar a romper aquella hoja con el intento de resolver aquel problema, mientras que tú aguantabas una fuerte carcajada la cual ahogaste en la laringe, si así estaba con un sencillo ejercicio, no te imaginabas como reaccionaria con otros temas de matemáticas.

<Si fuera a clases, estoy segura que incendiaria la escuela completa en el primer día de clases.>

Pero bueno, al terminar decidiste seguir con tu aventura, pero con un pequeño descanso en la nieve agradeciendo que estabas en un pueblo y lograste comprar algo para pasar el rato, Flowey miraba a los costados, como a la espera de algún suceso importante, pero, nada sucedía.

— ¿Flowey? ¿Sucede algo? —cuestionaste mientras de dabas un mordisco a aquel alimento, degustando este.

...

Estaba un poco quemado, pero eso a no tener nada de que comer, era mejor.

—No, nada, solamente... esperaba que sucediera algo interesante. —hablo con honestidad, soltando un pequeño suspiro un poco decepcionado. — la verdad, es que en la primera ocasión en la que acompañe a una humana sin tener tanto miedo de lo que pasara hubo mucha acción, pero, sé que no siempre será igual.

Sentiste un pequeño punzar en tu pecho, el que ahora tu "mejor amigo." Comparara sus aventuras con el recorrido que ambos hacían en ese momento te dolió, el que te siguieran comparando a cada instante con alguien o alguna situación comenzaba a dolerte. Tuviste que tragar en seco para tragar las palabras agresivas y bruscas que estaban a punto de salir de tus labios, a la par que mirabas hacia arriba aguantando las lágrimas que iban a desbordar de tus ojos ante el coraje que había surgido. Tu amigo, no se percató en ningún instante el que tu estado de ánimo disminuyo.

De un momento a otro, sentiste un pequeño punzar en el pecho, que fue aumentando de intensidad y descendiendo por todo tu cuerpo, hiciste una muy obvia mueca de dolor y te tumbaste en el suelo provocando que la flor se quejara.

— ¡____! ¿Qué pasa? —pregunto con dificultad, ya que tú mismo cuerpo estaba aplastando contra la blanca nieve al pobre de Flowey.

—Es que... Me dieron ganas de ir al... baño.

Mentiste, pero al parecer la planta parlante se la creyó, incluso se llegó a sonrojar pues sentiste el calor inundar tu cuello. A la par que sus raíces se aflojaban para incorporarse e la tierra.

—Está bien, pero rápido, que algún monstruo podría pasar.

Asentiste y te fuiste a esconder entre unos arbustos bastante vultuosos que llegaban a cubrir lo necesario, al estar completamente sola y verificar que no hubiera ningún metiche vigilando, llevaste tus manos hacia el centro de tu pecho y ejerciendo fuerza mental lograste mostrar tu propia alma la cual... No se veía del todo bien.

[FlowerFell] ⓣⓗⓔ ⓛⓐⓢⓣ ⓗⓞⓟⓔ. (FF.Sans×Lectora) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora