12.

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Todos estaban en sus habitaciones acostados, listos para dormir, aunque claro, todos aún estaban en sus celulares.
La casa estaba tranquila. Las luces de el lugar (excepto la de la cocina) estaban apagadas y no había ningún ruido.
Todos en la noche usaban sus audífonos, ya que debían respetar el sueño de los demás.

Lee estaba acostada en la cama de Jimin en la pieza de Yoongi y el. Yoongi estaba en el baño.

Ella estaba viendo traducciones de unas canciones que le gustaban.

La puerta del cuarto fue abierta dejando ver a un Min Yoongi muy apuesto.

Lee volteó a verlo y sonrió divertida.

— ¿Y ese guapo? — comentó en voz baja con algo de humor.

— Es todo tuyo beibi. — Contestó Yoongi mientras se ponía una mano en la cintura.

Ambos rieron en bajo.

— Tenemos que hablar, Lee. — Yoongi no la volteó a ver, pero lo decía muy en serio.

— No quiero hablar más sobre eso...

— Creo que merezco saber toda la verdad, ahora que ya sé lo principal.

— ¿Qué pasaría si nos escuchan hablar de esto? — ella lo miró preocupada.

— Tranquila, nadie aquí nos escuchará.

Yoongi apagó la luz del cuarto y en su lugar encendió una pequeña lámpara de noche azul.
Después de eso fue a acostarse con la chica y se taparon hasta el torso.

— Bueno... Comenzaré a hablar. — comentó ella.

Yoongi asintió.

Lee sabía que ya no había marcha atrás, él ya sabía lo principal ya no perdía nada con saberlo todo.

— Hace cuatro meses, estaba normal en mi pieza de la mansión (La mansión es donde yo vivo, es un lugar en el cielo, es gigante y bonito) — ella explicó —, quizá todo te suene raro y lo siento.

— Tu sigue. — él la miraba atento.

— Bueno, en la mansión viven ángeles, que ayudan a el jefe a cumplir misiones acá en la tierra... — fue interrumpida.

— ¿El jefe es Dios? — preguntó Yoongi.

— Algo así, solo que nadie sabe como luce ni tampoco saben si el es Dios, solo saben que él quiere a la gente. — aclaró.

— Bien, prosigue.

— Hace cuatro meses me llamaron a la cocina de la mansión y me dijo mi cuidador que tenía una misión aquí, era una misión especial para mi ya que yo nunca había tenido una así. — suspiró — Después que acabé de hacer mis maletas me llevaron a una oficina y me explicaron que una chica llamada Kim Soo había estado intentando hacer magia blanca durante mucho tiempo y hasta esos momentos lo había logrado. Ella había cedido 2 deseos a un chico y él había pedido: Tener un amor verdadero y Ser plenamente feliz. Me explicaron después que la chica solo había podido  dejar el primer deseo como temporal y el segundo quedaría permanente en la vida de el chico. Entonces pensé que yo había sido el segundo deseo, pero no, yo fui su primer... Me dijeron que solo tenía que cumplir un plazo de 11 meses y luego me iría a mi cielo de nuevo... — comentó con algo de melancolía.

— Tengo muchas dudas Lee. — Yoongi tenía la mirada clavada en la chica.

— Preguntame lo que quieras.

— ¿Eres un ángel? — fue su primera pregunta.

— Si, uno muy especial y lindo. — sonrió.

— Entonces, eso quiere decir que tu... ¿Moriste?

— ... Si... — dijo — en un accidente automovilístico, murió toda mi familia.

— ¿No estás aquí realmente entonces? — él comenzó a asustarse.

— Si lo estoy, cuando hago misiones adopto una forma física. — Lee agachó la mirada — Nadie más que tu sabe esto Min, guarda mi secreto.

— ¿Qué pasará cuando se cumplan los 11 meses? — su voz expresaba tristeza — ¿Qué con nosotros? ¿Qué con Jungkook?

— Todos los recuerdos que tendrían conmigo se irán, no habrá fotos ni vídeos sobre mi, todo desaparecerá en unos días, Jungkook será el último que me olvide. — Los ojos de la chica se cristalizaron.

<<La primera persona que te ame, será la última que te olvide.>>

— ¿Y qué si yo no quiero olvidarte?

— Eso no lo puedes controlar tu Min, terminarás olvidándome igual.

Ambos se miraron a los ojos.

— ¿Recordarán los días? Si, solo que no me verán más en ellos, es como si en todas esas cenas yo nunca hubiera estado... Como si yo nunca hubiera existido.

— Yo no quiero olvidarte Lee. — su voz temblaba — ¿No hay forma por la cual puedas quedarte?

— No la hay Min.

Yoongi de repente y en silencio rompió en llanto.
Lee lo abrazó.

— Tenemos que vivir los días como si no hubiera un mañana.

— ¿Tu nos olvidarás? — preguntó entre lágrimas.

— No, yo no voy a poder olvidarlos.

<<Estarán tatuados en mi mente>>


Sólo por un tiempo. [Jungkook]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora