Comienzo (parte 2)

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−¡Mira que eres lento! −Lisa me recibe con su habitual tono belicoso al abrir la puerta corrediza de la sala de estar.

−Mañana preparo yo el desayuno −le respondo a modo de disculpa. A pesar de que aún es una cría a la que no se le han caído todos los dientes de leche, se da aires de ser más madura que su hermano mayor.  ¡No puedo permitirme el lujo de disculparme y parecer débil!, pienso mientras abro la arrocera y me sirvo un arroz blanco reluciente en mi bol. Uy, ¿me habré puesto demasiado? Bueno, no importa.

¡Que aproveche!

Lleno de salsa el resbaladizo huevo frito y me lo como junto con el arroz. Ah, buenísimo. ¿Será esto la verdadera felicidad? ¿Eh? Noto un par de ojos que me observan.

−Hoy estás normal.

−¿Cómo?

La abuela también me mira fijamente mientras yo voy masticando el arroz.

−¡Porque ayer estabas de un raro! −dice Lisa mirándome con una sonrisita de superioridad−. Soltabas cada grito sin venir a cuento...

¿Gritos, yo? La abuela me mira como quien examina un objeto sospechoso, y Lisa, que me está tomando el pelo (sin duda), sostiene su sonrisa sardónica.

−¿Eh? ¿Qué, qué? ¿Qué os pasa?

¿Qué ocurre? Qué mal rollo me dan estas dos.

Pinponpanpóoon

De repente empiezan a sonar los altavoces que tenemos colocados junto al pórtico del santuario con tanto estruendo que resulta casi violento.

‹‹Buenos días a todos››.

Esa voz pertenece a la hermana mayor de Chaeyeon, mi mejor amiga, que trabaja en el departamento de comunicaciones regional del ayuntamiento. Itomori tiene una población de unos 1500 habitantes. Como vivo en un pueblo soso y diminuto, la gran mayoría de personas son conocidas o conocidas de conocidas.

‹‹A continuación les ofreceremos las noticias del día››.

Las palabras que surgen de los altavoces están pronunciadas con esmero, leídas palabra por palabra (A-continuación-les-ofreceremos-las-noticias-del-día). Debido a que los altavoces también están instalados fuera de las casas por todo el pueblo, la retransmisión resuena una y otra vez con fuerza, como recitada en canon, hasta hacerse pesada.

Cada día y un total de dos veces, por la mañana y al atardecer, se emite sin falta una retransmisión mediante la línea inalámbrica de prevención de desastres. Todas las casas del pueblo tienen un receptor. Por aquí nos informan de los acontecimientos del pueblo de forma exhaustiva e impecable: la fecha de la fiesta deportiva, el teléfono de contacto de los encargados de retirar la nieve, quién nació ayer o de quién es el funeral hoy y cosas así.

‹‹Con motivo de las elecciones municipales para la alcaldía de Itomori el día 20 del próximo mes, el Comité de Administración de las Elecciones desea...››

Clic.

Los altavoces situados en el poste junto al pórtico del santuario enmudecen. Como no llega a los altavoces, la abuela, que tiene más de 80 años y viste siempre kimonos antiguos y refinados, ha desconectado el cable en un silencioso alarde de su enfado. Qué guay es la abuela, me digo a mí mismo. Como si siguiera sus pasos, cojo el mando a distancia y enciendo el televisor. La presentadora d la NHK empieza a hablar con un tono de voz alegre al tiempo que toma el relevo a la voz de la hermana de Chaeyeon.

−La llegada de éste cometa, que tiene lugar una vez cada 1200 años, está al fin a sólo un mes de distancia. Se estima que será visible a ojo desnudo durante vaios días y, ante la inminecia de lo que se considera ya el espectáculo celeste del siglo, todas las agencias de investigación del mundo, empezando por la Agencia Japonesa de Exploración Aeroespacial, han iniciado los preparativos para su observación.

En la pantalla aparece el titular ‹‹El cometa Tiamat, ¿visible a ojo desnudo en un mes?›› junto a imágenes borrosas del mismo. Por un motivo u otro, la conversación se interrumpe y sólo se oye el ruido de nosotros tres al masticar, como los susurros cohibidos que se intercambian en medio de clase, mezclado de fondo con la emisiónde la NHK.

−¿Y si hacéis las paces de una vez? −suelta de repente Lisa, que como de costumbre no entiende la misa la media.

−¡Son cosas de adultos! −le espeto. Eso, son cosas de adultos. Elecciones municipales, ¡y un cuerno! A lo lejos, se oye el silbido agudo y perezoso de un milano negro.

Lisa y yo le decimos adiós a la abuela al unísono y salimos de casa.

Los cantos estivales de las aves de motaña resuenan con fuerza.

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. Dale a la campanita y comenta ♪ En el capítulo siguiente empieza lo bueno 7u7







Your Name - Yoonmin {Adaptación} Donde viven las historias. Descúbrelo ahora