NOTAS:
Sólo unas aclaraciones, una nota final del fic que sí escribí en su traducción al inglés, pero no para su versión original en español... Hasta ahora XD
Si antes el fic era [romance] [drama] y [humor] ahora también es [crítica constructiva]
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Escribí este fanfic cuando decidí cambiar mis malos hábitos y perder peso por mi propio bien. Tenía tan solo 21 años y ya pesaba 115 Kg. Después de un año a dieta espartana y ejercicio (ni siquiera me había dado cuenta de lo mucho que echaba de menos la natación), hoy en día peso alrededor de 80 Kg, aunque m i peso ideal sería entre 68-70 Kg por mi constitución, altura y densidad ósea.
Con esta nota final que ha terminado siendo una especie de puñetazo en la mesa solo quería decir una cosa, una que en un principio escribí para la traducción de este mismo fic en inglés, pero que creo lo suficientemente interesante como para ser igual de pesada en español:
Perder peso es algo que debes hacer porque TÚ quieres, porque TÚ estás decidido a hacerlo, no porque otras personas anden diciéndote estupideces, ya sean tus amigos y familia queriendo lo mejor para ti, o ese abusón que tan solo busca herirte de cualquier forma. Tienes que querer hacerlo TÚ, porque perder peso es un proceso bastante duro que requiere de mucho esfuerzo y sacrificio, porque te ves privado de comida –tato en cantidad como de ciertos alimentos―, lo que, aunque parezca una tontería, realmente afecta a tu estado emocional, por lo que el cuerpo se te revoluciona un poco y a veces es como estar montada en una puñetera montaña rusa emocional y, en ocasiones, aquellos que te rodean pagan el precio de tu mal humor.
Es verdad que, una vez has alcanzado tus metas, estás feliz y te sientes sana y en buena forma, porque serás capaz de nadar y caminar rápido y trotar varios Km sin cansarte a los dos minutos, y te sentirás genial porque por fin podrás ponerte la ropa que más te gusta y comprarla en tiendas normales sin precios a veces desorbitados (porque esto es así, la ropa de tallas grandes ES más cara) e incluso pasar por delante de un grupo de chicos sin hacerlo rápido por sentirte avergonzada de tu cuerpo o completamente encorvada o agachando la cabeza. Sí, yo he sentido todo eso, y quizás alguno de vosotros o vosotras, que estáis leyendo esto, también. Y estoy contando esto por la siguiente razón: en caso de que tú, o alguien a tu alrededor, DEBA perder peso, esta persona tiene que hacerlo porque ella quiera.
¿Por qué digo esto? Bien, aquí va mi propia experiencia: hace un año o así, antes de que empezara mi cambio de hábitos, una amiga me tomó una fotografía mientras practicábamos la puesta en escena de un trabajo en equipo. Entonces se acercó teléfono en mano, me enseñó la foto y me preguntó si me gustaba la foto. Por supuesto, no me preguntó directamente si me gustaba mi apariencia, pero tampoco fue necesario; la conozco y simplemente sabía lo que me estaba preguntando. ¿Cambié mis hábitos? NO. Me sentí triste y decepcionada, pero estábamos en medio de un trabajo, así que ignoré el golpe bajo e hice mi parte. Fue muchos meses después cuando, junto con mi madre y una nutricionista, que decidí hacer algo por mí misma, y no a causa de una estúpida foto.
¿Por qué estoy diciendo todo esto? A veces, la gente que te quiere te dice cosas sobre ti que ellos creen que deberías cambiar. A veces, tienen razón; otras, están siendo unos idiotas, así que les puedes dar con una silla en la cabeza. En cualquier caso, si la persona que tiene que perder peso hace este gran esfuerzo solo por las palabras de otros o por esos insultos que no quiere volver a escuchar, quizás un buen día él o ella se entristecerá por lo que sea o quizás simplemente tenga una mala racha y vuelva a comer más o peor o abandone el ejercicio (todos tenemos épocas a lo largo de la vida en las que nos cuidamos más o menos) y entonces echarán la vista atrás y se sentirán como una mierda porque, finalmente, no han sido capaces de alcanzar las expectativas de aquellas personas por las que se forzaron a sí mismos a cambiar. Más veces de las que no, aquellas personas que nos quieren no se dan cuenta de que están siendo hirientes a cambio de nada. Porque sí, quizás tú fueras una puta foca, pero al menos eras una foca feliz.
Esto NO significa que esté mal decir algo sobre aquello que otras personas deberían y pueden cambiar, pero siempre respetuosamente, Y siempre teniendo en cuenta que esa es TU opinión respecto al tema. Así que si esa persona a la que le has dado el consejo no te hace caso, ni se te ocurra sentirte molesto, porque no lo están haciendo a propósito: la gente, a diferencia de lo que algunos y algunas ególatras puedan pensar NO se pone gorda a veces hasta el punto de rozar la enfermedad para decirles de forma pasivo-agresiva que pueden meterse sus consejos por donde mejor les quepan (aunque viendo lo poco respetuosas que puede llegar a ser algunas personas, la verdad es que dan ganas). Esto es, no te están ignorando ni mucho menos te están despreciando ni a ti, ni a tu consejo, ni a tu preocupación; simplemente, aún no están mentalizados (y quizás nunca lleguen a estarlo, en cuyo caso, mentalízate tú para dejar de ser un toca-pelotas). Así que simplemente déjalos ser. Algún día, si ellos lo consideran necesario, si ellos QUIEREN, harán lo que tengan que hacer para alcanzar sus metas.
Lo que la gente necesita no es una persona que funcione como una puta alarma que cada X horas suene recordándoles que están gordos; lo que la gente necesita son personas que les apoyen, que les ayuden y les animen a mejorar y esforzarse; lo que todos necesitamos en la vida es gente que nos inspire.
Es verdad que, a veces, necesitamos que alguien nos diga la fea realidad para pincharnos la burbuja en la que vivimos, pero ESO ES TODO. Ni por un segundo creas que tienes el derecho de hacer que otros se sientan avergonzados de sí mismos para que hagan algo que tú quieres siendo un grano en el culo.
Y este es el motivo por el cual escribí este fic, porque incluso cuando crees estás tan gordo/a o flaco/a que los demás parecen mirarte con lástima, burla o asco, o que tienes la misma cara que un Goblin, puedes encontrar el amor. Porque el amor no entiende de belleza física, esa es solo una parte, y una muy secundaria, una vez conoces más profundamente a la persona. En esta historia, Kakashi conoce a Iruka cuando nuestro sensei está en uno de esos momentos en la vida en los que ni de broma querríamos conocer a nuestra futura pareja, o peor aún, al amor de nuestras vidas, porque simplemente tienes el mismo aspecto que una rata mojada o peor. Y, a pesar de ello, Kakashi se enamora de Iruka, porque no importa cómo luzcas, cuál sea tu aspecto o qué ropa lleves, para aquellos que te quieren, tú no estás guapo con eso o aquello puesto o un día sí y otro no; tú simplemente ERES hermoso o hermosa, del mismo modo que lo has sido siempre. La belleza no depende de la apariencia, sino del alma, y aunque suene muy repipi, lo cierto es que así es. Con los años me he dado cuenta de que, en la gran mayoría de ocasiones, la gente se te queda mirando al caminar por la calle, por ejemplo, por la actitud que desprendes no por llevar pantalones pitillo o de campana.
Es un hecho que la apariencia es lo primero que atrae, ya que somos seres muy visuales, como el propio Kakashi admite. Sin embargo, también es él mismo el que reconoce que es una estupidez porque al final no deja de ser "un montón de carne bien proporcionada". Suena estúpido como pocas cosas, ¿verdad?
En fin, solo quería decir esto, que la moraleja de esta historia es que:
1) El amor no entiende de apariencia; es ciego, como bien dice el dicho.
2) Considero increíbles a aquellas personas que inspiran a otras para mejorar en cualquier cosa, ya sea en salud, a nivel intelectual, a cumplir sus sueños o a construir una silla (sí, la misma con la que golpear a estúpidos en la cabeza), me da igual. Lo que es intolerable es que otras personas se crean con el derecho a avergonzar a otros por su condición física porque simplemente a ellos no les gusta ese tipo de aspecto.
3) Si te esfuerzas, puedes conseguir cualquier cosa, sobre todo si estás rodeado de gente buena e inspiradora.
AHORA SÍ: FIN
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Training day [KAKAIRU]
Fanfic― ¡Has bajado dos Kilos más!― exclamó Kakashi, anotando el número que ofrecía la báscula en un cuaderno. ― ¿En serio? Pero si ayer no hice nada de ejercicio...― pensó en voz alta. Kakashi sonrió depredadoramente e Iruka, recordando el dolor en las c...