Sasha Rhea es una persona que se puede describir con pocas palabras: arrogante, inteligente, irresistible, poderosa, preciosa, aclamada...
Cualquiera pensaría que es la mismísima gemela de Tony Stark, o por lo menos, alma gemela. Pero no. Mejor con...
Rhea se encontraba en un hermoso vestido sencillo, preparada para su cita con Steve.
Rhea se sentía orgullosa, pues su anterior pareja había sido un asco total y su interés amoroso actual era literalmente un ángel.
Tony se encontraba arreglándole el cabello a Rhea, aunque este se encontraba perfecto
Wanda le pintaba las uñas y Pietro hablaba cualquier estupidez que se le cruzara por la cabeza.
–Vamos Rhea, ¿el Capitán América?, el no es tu estilo, deberías de salir con alguien como yo –presumía este, mostrando sus músculos – yo soy tu tipo
Rhea reía, Wanda rodaba los ojos y Tony no prestaba atención, tocando el cabello de Rhea se le ocurrió una idea que salió de su boca tan pronto cruzó su cerebro
–¡Pueden imaginar cómo serían sus hijos! –chilló Tony, Rhea sintió un pequeño dolor en su alma, consecuencia de sus viejos recuerdos pero lo ignoró.
–Vamos Anthony, a penas va a ser la primera cita hombre –Rhea le recordó
–Pues en mis primeras citas siempre se habrían puertas –comentó Anthony pervertidamente
–Ew –Wanda y Pietro salieron de la habitación asqueados
–¡Los espantaste! –le reclamó Rhea, seguido de esto sonó el timbre de la casa
–Tic, Toc, es hora de que te vayas a tu cita.
Rhea rodó los ojos y bajo las escaleras rápidamente para abrir la puerta, encontrándose a Steve con una camisa oscura, luciendo apuesto. Más de lo normal.
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Steve al ver a Rhea, sonrió satisfecho, más no sorprendido, pues Rhea siempre se veía hermosa y jamás lo podría decepcionar.
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