Only With You «Taekook»

01.

—Mamá llegaré un poco tarde, no me esperes despierta —Avisó Jungkook mientras bajaba la escalera y salió antes de que su madre siquiera pudiese responder.

Hoy era una noche sumamente especial porque su amada novia, y también mejor amiga, cumplía 18 años. Para celebrarlo, él con ayuda de sus amigos organizaron una fiesta sorpresa el cual se preparó con casi un mes de anticipación. El lugar donde será aquella aclamada fiesta es en la casa de su mejor amigo, Park Jimin, quién se ofreció como anfitrión pues sus padres casi nunca se encuentran en casa. Aunque al principio todo estaba al favor del pelinegro, él dudaba de realizar aquella fiesta, ya que tenía pensado llevarla a una velada romántica y después al cine tal y como lo había planeado, sin embargo; desechó esa idea pues sabía perfectamente que una reunión así le haría mucho más feliz a su novia.

Por eso hizo todo lo posible para que la pequeña celebración saliera perfecta. Tuvieron que remodelar un poco la casa del pelinaranja, sacaron todos los muebles de la sala, limpiaron cada rincón de la enorme casa y decoraron un poco poniendo luces de colores y muchos globos al rededor. Un gran pastel de vainilla en el centro de mesa, unos cuantos bocaditos y mucho alcohol, aunque para este último Jungkook se negó a comprar, pero sus amigos prácticamente lo obligaron y no pudo negarse.

Y para cubrir todos los gastos, tuvo que trabajar casi un mes como repartidor de pizzas. La gran parte de su dinero ganado se fue en las decoraciones y el regalo, la otra; lo está ahorrando para la universidad. Si bien es cierto de que sus amigos le reprocharon la gran cantidad de dinero que gastó para el regalo, él no se siente aludido en lo más mínimo porque piensa que la mujer más hermosa merece un regalo que esté a su altura.

—Jimin, ¿Está todo listo? —La voz de su amigo no fue lo primero que escucho, sino música y muchos murmullos como si la fiesta ya hubiese comenzado.

—Todo listo mi querido amigo, ¿en cuánto llegas?

—Jimin, ¿Es música? —Pregunta indignado, pues es una regla general que la fiesta comienza cuando la cumpleañera llega, no antes.

—Jungkook-ah no te molestes, solo pusimos un poquito de música, nada más.

—Eso espero, recién iré a casa de Jennie, cuándo esté cerca te mando un mensaje para que se preparen.

—Vale, un besito ahí donde no te cabe el sol —Jungkook río ante eso y supuso que su amigo ya estaba un poco ebrio y que probablemente ya habían comenzado la fiesta. No esperaba más del pelinaranja.

—Descarado, nos vemos luego.

Colgó la llamada y guardo el teléfono en su bolsillo. Avisó al conductor que se estacionara porque ya había llegado a su destino. Se bajó del auto, agradeció al conductor y comenzó a caminar rápidamente. Cuando llegó a la puerta se detuvo unos segundos, inhaló aire fresco y limpió sus manos sudorosas en el pantalón que fue ocasionado por el nerviosismo. Esta era como su segunda casa, pero ver a Jennie siempre lo ponía nervioso.

Arregló su cabello por enésima vez en esta noche y tocó el timbre. Al primer sonido abrieron.

—Jungkook cariño, pasa —Invita dulcemente Sun-Ji, pero sin antes abrazarlo y darle un beso en cada cachete. Realmente para la señora Jungkook era como un hijo y estaba tremendamente feliz que fuese el novio de su hija.

—Gracias señora Sun-Ji —Hace una reverencia y se adentra en la casa para ir directamente a la sala y sentarse en el sofá, ese mismo que muchas veces fue cómplice de las travesuras de Jennie y él.

—Jennie ya casi está lista, bajará en un momento —El pelinegro asintió y le dedicó una sonrisa.

Jungkook conocía la casa con perfección, cada esquina, cada escondite, cada lugar de este hogar fue explorado por él y Jennie. Cuando eran pequeños creían que había monstruos en la casa y que se escondían el algún lugar por eso fue que ellos comenzaron a explorar cada rincón para encontrarse con uno, sin embargo; eso jamás pasó. Lo único que encontraron fueron nidos de ratas que nunca llegaron a destruir por pena a las diminutas ratitas que ni siquiera abrían sus ojitos.