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He perdido la cuenta de las horas que han transcurrido desde que salí a toda velocidad de la casa de Jimin, tampoco sé el nombre de la calle por donde estoy caminado, ni al peligro al que me enfrento, pero no me importa en lo absoluto. No me importada nada. Solo quiero alejarme lo más posible de esa horrenda situación del cual huí. Sin embargo, no puedo porque cada segundo que transcurre las imágenes de Jennie besándose con ese hombre se reproducen en mi mente como un bucle. Nunca lo habría imaginado, ni en mis peores pesadillas habría pensado que Jenn sería capaz de hacerme algo así. Que ella sería la responsable de este dolor tan desgarrador que estoy sintiendo. Se suponía que hoy sería una noche increíble donde lo único que habría era corazones felices y no rotos, pero nada salió como lo planeé. Y ahora me encuentro aquí vagando por calles que desconozco mientras me desgarro del dolor poco a poco.

Y por más que lo pienso aún no puedo procesarlo del todo. No puedo aceptar el hecho de que la persona a quien amé desde que tengo conciencia y fue la causa de mi felicidad y de mis sonrisas durante muchos años es la misma que se burló de mí sin importarle todo lo que pasamos juntos tanto como mejores amigos y novios. Le importe tan poco que no tuvo piedad en destrozar mi corazón sin compasión.

¿Qué hice mal para merecer esto? ¿Acaso hay algo malo en mí?

Mientras tenía un debate mental la realidad me golpeó al prender mi móvil y ver que tenía más de 50 llamadas perdidas de Jimin, Hoseok y un número desconocido. Me sentí mal por un instante al saber que probablemente ahora mis amigos están buscándome hasta por debajo de las piedras y también preocupados de que algo malo me haya sucedido, lo más correcto seria llamar y avisarles que me encuentro bien, pero hacer eso significaría que les tendría que contar todo lo sucedido y lo menos que quiero ahora es eso. Aun no estoy listo para afrontar mi realidad.

Esa realidad tan dolorosa que me carcome por dentro. Esa realidad que deseo con todas mis fuerzas fuese solo un mal sueño y que cuando mañana me levante ir corriendo a la casa de Jenn y decirle que me abrace muy fuerte porque tuve una pesadilla. Tal y como lo hacía cuando éramos niños.

—Eh amiguito, ¿Qué haces tan solito por aquí? —No supe en que momento, pero unos chicos se pusieron frente a mí y me obstaculizó el paso.

Suspiré cansado y los ignoré. Me quise marchar de ahí cuanto antes porque sabía que nada bueno iba a salir de todo esto, pero fue imposible porque uno de ellos me empujó contra la pared.

—¿A dónde crees que vas eh? —Realmente estoy muy cansado tanto física como mentalmente y no tengo ganas de hablar mucho menos de discutir así que por segunda vez los ignoro buscando que se marchen y me dejen en paz, pero al parecer lo único que logré es que se enfaden aún más porque uno de ellos cogió mi mentón con fuerza e hizo que levantara la cabeza para mirarlo. —Responde cuando te hablo, idiota —Me dijo con tono amenazante.

—Creo que esta putita no habla —Habló otro acercándose hacia mí y le escupí. La verdad ni sé porque hice eso. Justo ahora no estoy pensando en las consecuencias de mis actos y estoy casi seguro que después de lo que hice me iban a masacrar a golpes porque estos tipos no se veían para nada amigables. —Maldito bastardo —Me grita enfurecido con obvia razón antes de tirarme un puñetazo que me hizo perder el equilibrio y cuando estaba a punto de caer el más alto me sostuvo.

Por un momento tuve la esperanza de que se marcharían, sin embargo, fue todo lo contrario porque mientras uno me sostenía los otros comenzaron a golpearme como si fuese un saco de arena. No tuve el valor ni la fuerza para defenderme y aunque lo hubiese hecho al final terminaría peor porque de nada me servía ser cinturón negro cuando había 4 personas con más peso y altura que yo pegándome sin compasión.

He perdido la cuenta de los puñetazos que me dieron y lo único que veía cada segundo eran varias manos convertidas en puños impulsándose con tanta fuerza que cuando chocaban contra mi rostro podía sentir como la sangre tibia bajaba por mis mejillas mientras se mezclaban con mis lágrimas y eso hacía que me ardan las heridas aún más. Mientras luchaba internamente por mantenerme consiente los vándalos se alejaron de mí solamente para que me lancen hacia al asfalto donde caí bruscamente y eso fue suficiente para terminar de perder las pocas fuerzas que me quedaban. Me puse en posición fetal mientras seguía recibiendo patadas por todo mi cuerpo.

Only With You «Taekook»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora