Parte uno: Corazones de chocolate.

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Pareja: Shoto  Izuku.

Las chicas detrás de él no dejaban de preguntarse qué hacía un chico tan guapo y tan bien parecido en la sección de chocolates justo ese día. Tomaba unos cuantos de la nevera sin poder convencerlos del todo.

No es que fuera raro que un chico de preparatoria estuviera a punto de comprar unos chocolates ni nada por el estilo, lo realmente raro era que ese chico fuera el hijo del héroe número dos y más importante —tal vez lo más importante de todo— que fuera precisamente a vísperas de San Valentín.

Harto de escuchar un interminable cuchicheo a su espaldas, optó por dejar de vuelta los chocolates en forma de All Might en la nevera —muy a su pesar, porque podía ser un chico imperturbable niño pero era igual o más otaku que el mismo chico de cabellos verdes—.

[ * ]

Decir que la cocina era un desastre era muy poco, parecía como si un huracán de chocolate junto con un tornado de leche hubieran arrasado con su preciosa pieza. Fuyumi veía algo divertida a su hermano menor, a pesar de haberle dicho que lo ayudaría, él se había negado.

Al menos podría limpiar, pensó la chica de cabellos blancos con mechas rojas.

Por su parte el bicolor, hastiado del olor dulce y empalagoso, volvía a reproducir por enésima vez el tutorial de aquella receta. Era su quinto intento, pero él no se rendiría, iría más allá de sus propios límites.

—¡Plus ultra! —Gritó con su impasible rostro al momento en que revolvía con frenesí la mezcla de chocolate derretido con un poco de crema espesa. Haciendo una escena un tanto surrealista, hasta para el mismo— no debería usar el lema de la escuela para esto —comentó cansado— espero que sea de su agrado.

[ * ]

Se le había hecho bastante tarde en su casa, casi llegando justo cuando su toque de queda estaba por terminarse. El profesor Aizawa le había dado una buena regañada, ya que nunca aviso que se tardaría tanto cuando dijo que iría al centro comercial que estaba a unas cuadras ni menos que iría a su casa.

La mayoría de sus compañeros ya estaban en sus respectivas habitaciones, pasó por la sala de estar y se desanimó un poco cuando no vio al peliverde ahí. Tal vez ya estaría durmiendo.

Todo mi esfuerzo pensó.

Una vibración en su bolsillo trasero lo distrajo. Acababa de recibir un mensaje. Un texto de Midoriya, escribiéndole que sí podría pasar a su habitación. Fue una petición rara pero aún así, hizo caso a ella.

[ * ]

Tocó la puerta con calma y despacio dos veces consecutivas. Escuchó un ruido dentro de la habitación y luego como vio como a un pecoso asomarse por la puerta entreabierta.

—Pasa, Todoroki-kun —tomó la manga del chico guiándolo al asiento frente a su cama—. Disculpa por hacerte venir aquí tan tarde.

—No te preocupes —apretó con fuerza el pequeño paquete verde con manchas blancas entre sus manos— dime en que puedo ayudarte.

—¡Ah! Veras, pues... esto —comenzó a tartamudear presó de sus nervios— estuve practicando en la tarde como hacer chocolate casero y me preguntaba sí quisieras un poco, aunque sí no quieres lo entenderé. Tal vez ni siquiera te gusta el chocolate y he decido darte algo que no comerás —murmullaba perdido en sus cavilaciones— sí es así no te preocupes, lo entenderé.

—Midoriya —habló fuerte para hacerse notar entre el mar de palabras que decía el chico— aceptaré con gusto el chocolate.

Izuku tomó un paquete color gris y se le entregó al muchacho frente suyo con sus manos temblorosas. Todoroki probó un poco y se relamió los labios, gustoso. ¡Estaba riquísimo!

—Supongo que a todos les gustó tu chocolate, está delicioso —observó como el rizado bajaba la vista y negaba—. ¿Sólo yo recibí chocolate de tu parte? —nuevamente lo observo asentir— me haces muy feliz, Izuku —acortó la distancia entre ellos dos y le otorgo un beso en una de sus pecas— tendremos que ponernos de acuerdo para el día blanco —río un poco y el peliverde, aún cerca de él, alzo la vista, sorprendido— esto es para ti, pero dudo que sea igual de exquisito que el tuyo.

—¡Lo será, Shocchan! —Tomó el paquete que traía el heterocromático y lo probó, no había duda que estaba riquísimo también—. Cierto, debemos ponernos de acuerdo para el día blanco —repitió— gracias, Todoroki-kun.

—Creo que pediré que me digas Shocchan como regaló del día blanco.

—No será tan fácil, Todoroki-kun.

[ * ]

—Midoriya, Todoroki a dormir, mañana tendrán castigo después de la clase por no respetar la hora de irse a la cama —comentó Aizawa cuando daba el recorrido nocturno por las habitaciones, justo para evitar ese tipo de situaciones. 

Siete veces te narraré [Boku No Hero Academia Week].Donde viven las historias. Descúbrelo ahora