Capítulo 9

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¿Y si ya lo había pensado y quería estar contigo?

Le respondiste a Jesús.

Empezabas a echarle muchísimo de menos...

Quedasteis por la noche, era San Lorenzo y irías a la playa a ver las estrellas fugaces que caerían hoy.

¿Que sería mejor que ver estrellas fugaces con el chico que te gusta?

Tú y Julia llegasteis corriendo a casa.

No sabías que hacer, que decirle...

Mientras buscabas lo que ponerte le fuiste contando a Julia todo lo que pasó.

—He quedado con Jesús —le contaste feliz.

—¿Después de lo que pasó? —dijo Julia sorprendida.

—No puedo quedarme con las ganas de saber que habría pasado... Ayudame... —añadiste.

Julia te dio varios consejos antes de irte.

—Si pasa algo, llamame —dijo Julia abrazandote.

Ibas con una camisa de mangas cortas ancha blanca, unos short y unas sandalias... No te arreglaste mucho.

Jesús estaba esperándote en la puerta así que bajaste.

—Te echaba de menos —dijo él.

—Y yo a ti —y sin aguantarte las ganas, le diste un fuerte abrazo.

—Que me dejas sin respiración pequeña —y riendo añadió: —Pequeña no, patosa.

—Veo que sigues igual de tonto —dijiste riendo y dandole una pequeña torta.

—¿Vamos? —dijo cogiendo una mochila y ofreciendote su mano.

—Vamos —dijiste sonriendo y cogiendole la mano.

Todo era perfecto como antes... Sin lágrimas, sin discusiones, sin peleas, sin celos...

En tan sólo 5 minutos había echo que todo lo malo desapareciera, y tan sólo con su sonrisa.

Llegasteis a la playa, Jesús sacó una manta y la estiró sobre la arena.

Jesús se tumbó en ella, tú te sentaste y empezasteis a mirar las estrellas.

—Madre... Nunca había visto tantas estrellas en mi vida —exclamaste.

—¿Te gusta? —pregunto Jesús.

—Me encanta —respondiste.

—Eh... Patosa, ¿me perdonas? —dijo sonriendo.

—¿Pedirme perdón por qué? ¿Por dejarme tirada por otra? ¿Por hacerme llorar como una tonta una semana? —dijiste borde.

—No me hagas sentir mal... Tenía que pensar muchas cosas. Este invierno le gustaba a Angela —dijo Jesús.

—Y se te vinieron todos los recuerdos ¿no? —a esto Jesús asintió con la cabeza.

No sabías si esto te dolía más a ti o a el...

—Y estabas dudando si me querías ami o a Angela —dijiste seca.

—Sí, pero me e dado cuenta de que la vida son dos dias. Uno este y el otro quiero pasarlo a tú lado. Te quiero _____.

Te acercaste a el, le sonreiste y le besaste.

¡Porfin erais 'algo más que amigos'!

Llevabais un rato hablando sobre esta última semana.

—Estas tiritando ¿tienes frío? —dijo Jesús.

—Un poco —respondiste.

—Toma —dijo quitándose su sudadera roja y dandotela para que te la pusieras.

A esto que te llegó un Whatsapp de Julia en el que decía que eran las doce y tus padres volverían pronto.

—Me tengo que ir peque —dijiste.

—Te acompañó.

Llegasteis a casa y se despidió con un dulce beso.

—Buenas noches patosa —dijo sonriendo.

—Buenas noches tontorrón.

Entraste en casa y subiste a la habitación, Julia te estaba esperando sentada en la cama.

Entraste en la habitación y empezaste a chillar y a contárselo todo con cada detalle a Julia.

—¡Me alegro un montón tía! —dijo Julia abrazandote.

Esuchasteis la puerta, eran tus padres.

—¡Corre, a dormir! —le dijiste a Julia.

Apagasteis la luz y os dormisteis.

Te dejaste de pijama la sudadera de Jesús. Olía a el...

Este había sido una de las mejores noches del verano, ojala esto fuera un 'para siempre'...

Pero sólo quedaban tres semanas para que el verano terminará. ¿Que pasaría con vosotros después del verano?

Algo que recuerdes para siempre; Gemeliers.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora