Algo que recuerdes para siempre; Gemeliers.

Capítulo 12

¿Que pasara cuando os tengais que despedir?

Después de pasar un día en la playa decidisteis volver a casa.

Llegasteis y subisteis a la habitación, te tumbaste en la cama y te pusiste a pensar lo rápido que se había pasado el verano.

—¿Te sigue gustando Dani? —le preguntaste a Julia.

Julia se quedo callada durante varios segundos.

—No sé, no sé si estoy mejor con o sin él —respondió cabizbaja.

Antes de que respondieras, siguió hablando.

—Tengo miedo de que me vuelva a lastimar... —añadió.

—Si quieres, hablo con el —dijiste intentando sacarle una pequeña sonrisa.

—¿Enserio? ¿Harías eso por mi? —dijo un poco sorprendida.

—Por una hermana, lo que sea —respondiste dándole un abrazo.

—Gracias, de verdad, gracias —dijo siguiendo el abrazo.

El día se os pasó volando y os empezasteis a arreglar para ir a cenar.

Una vez os vestisteis os dirijisteis al Telepizza del Paseo Marítimo.

Mientras esperabais vuestras pizzas dos chicas se sentaron detrás de vosotras.

Pasaron varios minutos y entraron Jesús y Daniel.

No os saludaron, nada, fueron directamente a sentarse con las chicas de atrás.

—Alomejor no nos han visto —dijo Julia intentando justificarlos.

—¿Y quienes son esas? —dijiste en un tono 'un pelín' celoso.

—No las he visto bien pero me da a mí que son más pequeñas que nosotras —respondió Julia mirando hacia atrás descaradamente.

Viste a Jesús bastante cariñoso con una de las chicas.

Te estaban matando los celos.

Pasó al rededor de media hora y Jesús, Daniel y las dos chicas saliron del Telepizza.

—Tenemos que seguirlos —dijiste inquieta.

—Como se enteré Jesús pensará que desconfías de él —intento calmarte Julia.

—¿Pero tú los has visto? —dijiste alterada— Ni nos han saludado, dicho nada por Whatsapp, llamado, NADA —elevaste el tono en 'nada'— Y ahora se van con dos niñas, ¿como quieres que confíe en él si hace esto? —añadiste a punto de llorar.

—Si así te quedas más tranquila... —respondió Julia levantándose del asiento.

Salisteis de Telepizza y empezasteis a seguirlos y espiarlos...

Fueron por el paseo Marítimo pero... No pasaba nada 'extraño' sólo estaban cariñosos, como si las conocieran de toda la vida.

—Ari —dijo Jesús parando en seco.

—Se llama Ari tia, Ari —susurraste a Julia.

—Este verano he conocido a una chica —añadió Jesús bajando el tono.

—Tía, tía, está hablando de ti, esa chica eres tú —dijo Julia pegandote en el brazo seguidamente.

—No me entero que están diciendo, habla demasiado bajito —respondiste acercandote a ellos poco a poco.

Estabas centrada en lo que decían, sin mirar al suelo, y con lo patosa que eres como no... Tropezaste y caiste de culo.

–¡AH! —gritaste al caer.

Todos se giraron y te vieron.

—Hablando del rey de Roma, por la puerta se asoma. Y nunca mejor dicho —rió Dani tras ver tú estúpida caída.

—Lo que te decía Ari, una patosa... Mi patosa —añadió Jesús acercandose con los demás para ayudarte.

Julia también se acerco a ayudarte.

—La he cagado, no puede ser, ¿¡Y ahora como le explicó yo esto!? —pensaste.