Millones de sentimientos se albergaban en mi interior. Estaba harta de la soledad que me envolvía.
Mi alma dolía, mi cuerpo dolía. Estaba agotada, sensible, apenada.
Comprendí en ese instante que el amor es importante. Te da unas fuerzas increíbles y te saca de toda pesadilla que pudiera aparecer. Era un medio de evasión, un medio de salvación, de encontrarte a ti misma, de decir 'estoy aquí, sigo viva'.
Mientras daba tumbos por mi vida, te encontré. O mejor dicho, apareciste.
Era curioso que después de tanto tiempo conociéndonos, ese presente era nuestro momento. Quiero decir, que por qué no sucedió antes y sí en ese instante. Me resulta curioso.
Al principio todo iba bien, bueno, siempre fue bien. Aunque, lo único que quería era desahogarme, buscar consuelo, alguien que me prestara atención en los momentos difíciles.
Y tú, sin quererlo, estuviste ahí. Gracias, te dije y te digo.
No solo escuchaste mis penas, también escuchaste mis deseos. No solo escuchaste mi alma, también mi cuerpo. No solo consolaste a la niña que llevo en mí, también a la mujer que aparento ser.
Pero no eras lo que anhelaba. No eras lo que mi alma deseaba. Fuiste una distracción, un desahogo.En el fondo solo quería que alguien me tocara, me acariciara, me encontrara. Por eso cuando la calma llegó a mí ya no te necesité, no te busqué, no te llamé, no te esperé.
Tampoco te importaba. No lo hagas ver como si yo fui cruel. Tú solo querías desnudarme, follarme. Buscabas a alguien en quien esconderte cuando tu novia no te prestaba atención. Me mentiste, me utilizaste. ¿Por qué te duele? ¿Por qué te enfadas? Si lo nuestro no era nada.
L.
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Miserable.
Roman d'amourPequeños fragmentos de historias de amor que marcaron la vida de una adolescente con ganas de amar. Cartas que nunca llegarán a su destinatario. El amor es dulce y amargo al mismo tiempo.