Capítulo 12

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-Solo traigo puesta mi ropa interior así que me temo que no sería algo...apropiado.

Lauren se acercó a la orilla poniéndose de cuclillas.

-Estas siendo muy aburrida justo ahora.- Dijo la morena mientras nadaba queriendo acercarse más a la cascada.

La capataz no pudo evitar observarla con atención, eso incluía examinar su cuerpo detenidamente. No quería ser irrespetuosa, pero Camila era una mujer muy hermosa y eso era completamente innegable. Algo en su espalda baja brillo bajo el agua gracias a la luz del sol. Al entrecerrar los ojos para ver con más detenimiento, Lauren cayó en cuenta de que se trataba de un tatuaje, una pequeña mariposa con detalles en azul. Asombrada por el hallazgo, de echo a reír ligeramente, era más que evidente lo rebelde que Camila había resultado comportarse con su madre.

De hecho, la ojiverde estaba segura de que el piercing y el tatuaje habían sido consecuencias de un par de discusiones entre ambas. Otra sonrisa se formó en sus labios cuando miró hacia la cascada y vio a la castaña disfrutando del agua que caía con serenidad. Se veía realmente feliz.

-¿En serio no vas a entrar?.- Insistió otra vez la morena al regresar a la orilla.

-Es un no, señorita ciudad. Además, ya debemos regresar.

-Esta bien.- Camila soltó un bufido- ¿Me ayudas?

Estiro su mano buscando ayuda para salir del agua y cuando Lauren tomó la suya, tiro con fuerza de ella haciéndola caer al agua y riendo a carcajadas.

-¡¿Por qué has hecho eso?!.- Exclamó la pelinegra en cuento salió a la superficie escupiendo un poco de agua.

-Tienes que divertirte más y gruñir menos.

Camila le sacó la lengua de manera infantil.

-¿Con qué eso crees?

Lauren alzó una ceja antes de abalanzarse sobre ella para comenzar a salpicarla de agua haciéndola reír y retorcerse entre sus brazos que ahora la rodeaban dejando cosquillas en su piel bajo el agua cálida. Cuando la respiración les faltó a ambas se detuvieron riendo con ligereza, sus ojos se encontraron luego de un par de segundos y Camila sintió como su pulso se aceleraba frente a la cercanía entre ambas. De pronto, la capataz notó que estaba sintiéndose algo extraña. Hace mucho no experimentaba ese tipo de sensaciones y en su mente se repetía una sola cosa, una y otra vez. Bésala, bésala ya.

Y entonces lo hizo. Y se sintió bien, muy bien. Por un momento el temor de no ser correspondida le invadió, pero la verdad es que la castaña estaba deseando aquello tanto como ella. Ninguna de las dos había notado cuánto necesitaban de aquel contacto hasta que simplemente ocurrió. Lástima que no duro demasiado.

-Creo que...creo que tenemos que regresar.- Susurró Lauren aún sintiendo el aliento de la castaña mezclándose con el suyo.

-Sí...

Fue lo único que salió de los labios de Camila quien desenroscó sus brazos del cuello de la ojiverde.

Hubo silencio entre ambas mientras regresaban a la hacienda. Cuando estuvieron en las caballerizas otra vez, la capataz se encargó de los caballos bajo la atenta mirada de la morena, quien por alguna razón no tenía intenciones de irse aún. Al menos no sin escuchar algo por parte de la pelinegra respecto al beso que ambas habían compartido minutos antes.

-¿No vas a decir nada?.- Preguntó cuando Lauren le dio la espalda para guardar las sillas.

-Es que yo...- Estaba balbuceando por primera vez después de mucho tiempo- Estoy confundida, creo que...

Through the Dark (Camren G!P) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora