Capítulo 1

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El lugar estaba tal y como lo recordaba. Cada metro cuadrado de aquel extenso campo parecía estar intacto y justo frente a sus ojos estaba aquel lugar en el que había pasado sus primeros diez años de vida. Luego de que su madre decidiera marcharse a New Jersey con su nuevo novio llevándola con ella y dejando a su padre junto al resto de sus hermanos jamás habían regresado a Tennessee para quedarse. Su madre sólo le había permitido pasar un par de veranos junto a su padre para luego arrastrarla de regreso a los suburbios. Camila odiaba el caos de la ciudad y el ajetreo que toda esa gente soberbia y escandalosa producía.

Pero ahora estaba de regreso junto al resto de su verdadera familia. La camioneta de su padre derrapó sobre la grava mientras se adentraba en la hacienda deteniéndose justo frente a la casa principal.

-Thomas está muy emocionado.- Comentó el hombre mientras quitaba las llaves del contacto- ¡Chicos, vengan aquí!

Gritó en cuanto descendió del viejo vehículo color azul brillante haciendo reír a Camila quien negó con la cabeza quitándose el cinturón de seguridad para bajar. Su padre se encargó de sacar el equipaje de la parte trasera de la camioneta de una cabina y entonces ella pudo notar el alboroto que se acercaba.

-¡Estás aquí Mila!

Su mirada viajó hasta el porche de la casa y notó a uno de sus hermanos totalmente sonriente.

-Ella está aquí Thomas.- Afirmó su padre viéndola con orgullo.

-Déjame abrazarte enana.- La castaña rió y se lanzó a los brazos de su hermano- Siento que han pasado mil años desde la última vez que te vi.

-No seas exagerado Thomas.- La profunda voz de Sam llenó sus oídos y lo observó acercarse desde el costado de la casa- Bienvenida Karla.

La morena frunció el ceño al escuchar como la había llamado su hermano y él soltó una risa antes de tomar su turno de abrazarla. Se adentraron en la propiedad, la cual desprendía un particular olor a canela brindándole un toque hogareño. Justo cuando Camila se preguntaba dónde estaría el resto de los Cabello, Luis y Chris entraron por la cocina teniendo una pequeña discusión.

-Jamás haces nada de lo que te digo Christopher.

Se quejó el mayor de ambos castaños quitándose el sombrero vaquero que traía puesto.

-Esta vez es algo innecesario. No tenemos que reemplazar el cerco, está en buen estado.- Rebatió el aludido cruzándose de brazos.

-¡Hemos perdido parte del ganado en los últimos días, ¿A qué crees que se debe?!

-Ya basta chicos.

Alejandro los frenó y ambos desviaron su mirada hasta su padre reparando en quien le hacía compañía además de Thomas y Sam.

-¡Mila!.- Exclamaron a la vez acercándose para saludar.

-Creí que para cuando estuviese de regreso ustedes dos dejarían de discutir, pero veo que me he equivocado.- Dijo divertida dejándose abrazar por sus hermanos.

-A decir verdad Luis discute con todo el mundo Mila, por simple naturaleza.

Sam se burló de su mellizo quien lo fulmino con la mirada.

Alejandro observaba la interacción de sus hijos desde su lugar agradeciendo por fin poder tenerlos a todos reunidos dentro de la casa que con tanto esfuerzo había logrado mantener a flote durante todos esos años solo para ellos. A pesar de haber tenido consigo a la mayoría de ellos no podía evitar sentirse dolido por no haber compartido con la menor de sus hijos a lo largo de su vida, pero él sabía muy bien que tenía que decidir entre aceptar que le alejaran de Camila o perderlos a todos. Por fin estaban los Cabello en su totalidad reunidos bajo el mismo techo otra vez.

Through the Dark (Camren G!P) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora