CAPÍTULO 1

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Aeropuerto de Barcelona, 20 de Junio de 2018 (10:30 a.m)

P.O.V. África*

"Madre mía del amor hermoso, si es que estoy hecha un desastre con patas; se me ha olvidado el paraguas en Madrid y me he olvidado de hacerme el eye-liner por las prisas. Definitivamente, levantarse a las 4 de la mañana es un NO.

Y yo toda alegre por haber ganado un viaje a... ¿dónde era? Bueno, da igual; lo pone en el billete. Tengo que ir a la puerta de embarque 3, y tengo exactamente... ¡2 MINUTOS!"

La madrileña empezó a correr como una descosida mientras los tacones de sus botas repiqueteaban contra el recién fregado suelo con la maleta de ruedas mientras un hombre de la limpieza le gritaba que no podía pasar por ahí.

Mientras se giraba y se reía en la cara del hombre, soltó un "¡Fantasioso, cariño!"; para después chocarse contra la espalda de un chico bastante más alto que ella, que se giró al instante para ayudarla a levantarse.

???: ¡Perdón! ¿Estás bien?

África: Si, bueno; me duele un poco lo que viene siendo, um... el culo; pero todo bien, gracias.

???: No pasa nada... Oye, por cierto; si estás aquí, entonces; ¿tú también has ganado un boleto en el sorteo?

África: ¡Si! ¡Que ilusión! ¿No crees? 

???: Pues la verdad que si, es la primera vez que salgo de España desde que llegué aquí.

África: Oh, ¿eres extranjero?

???: Si, algo así; vengo de un pueblecito de Alemania, pero me he criado toda mi vida en Madrid.

África: ¡Anda, pues yo soy de allí también! ¿Cómo te llamas?

???: Damion, Damion Frost.

África: Uy, que exótico; cariño, yo me llamo África; unicornio para los amigos, encantada.

Damion: Bueno, pues... África; ¿has conocido ya a alguno de los otros invitados?

África: Que va, ¡si yo acabo de llegar y ya me estaba gritando un señor por pisarle lo fregaó! 

Ambos estallaron en una carcajada que duró varios segundos, y cuando esta cesó; un chico alto y de tez oscura se acercó a ellos rápidamente mientras revisaba su reloj de muñeca.

???: Hola, perdón; ¿vosotros vais al viaje del sorteo en el periódico? Es que no estoy seguro de si me toca aquí.

Damion: ¡Si, es aquí! Quédate con nosotros si quieres.

???: Muchas otras opciones no tengo, la verdad.

África: Razón llevas... Oye, chico; ¿tú como te llamas?

???: Me llamo Famous, así; tal cual suena...

África: Ah, ¡pues fantasioso! Tú vas a ser famosete, cariño.

Mientras la chica comenzaba a darle un discurso motivador a Famous sobre cuán famoso llegaría a ser, una mujer desde megafonía les avisó a todos los pasajeros de la puerta número 3 de que el avión estaba a punto de despegar, y mientras acababa de hablar con él; fue Damion quien tuvo que coger la maleta de la madrileña y llevarla junto con la suya cuando empezaron a correr.

Damion: ¡África, ya podrías llevar la tuya!

África: ¡Damion... ahora... voy... que tengo que darle... el discurso a Famous!

Famous: Anda, chica; ¡concéntrate en correr que no llegamos a este paso!

La situación era un cuadro, África intentando no mojarse con la lluvia poniéndose el bolso en la cabeza y corriendo sin ton ni son con Famous pisándole los talones cubriéndose la cabeza con la capucha de su sudadera, y Damion se encontraba por delante suya avanzando con velocidad mientras llevaba una maleta en cada mano.

"Si fuese un unicornio esto no me pasaría"

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P.O.V. Sabela*

"¿Y a esto lo llaman lluvia? ¡Que vengan a Galicia, home xa! Estes catálans quéixanse moito, eh..."

La gallega cruzó las puertas y se adentró en el aeropuerto tras haberse mojado entera junto con su maleta, pero a ella le dio igual; que para algo venía de As Pontes.

Sacó un recorte de periódico bastante mojado de su bolso y se dirigió a la recepción para que le dijeran a donde tenía que ir a continuación, todo esto con una sonrisa de oreja a oreja.

Sabela: Hola, buenas tardes; eh... ¿el vuelo del sorteo este que hicisteis?

Recepcionista: Ah, ¿es usted una de las 18 personas seleccionadas?

Sabela: Para algo estoy aquí, señora.

Recepcionista: Necesitaré su billete previamente reservado para confirmarlo, por favor.

La mujer detrás de la recepción extendió la mano esperando el billete mientras la castaña empezaba a sacar cosas de su bolso y a dejarlas encima de la superficie bajo la atenta mirada de la otra chica, que la miraba con los ojos abiertos como platos.

Tras unos segundos, Sabela depositó el billete ante la trabajadora junto con el recorte del periódico; súper orgullosa de no habérselo olvidado.

Sabela: ¡Pero cójalo, mujer; cójalo, que el vuelo sale en nada; rápido!

La recepcionista, que seguía sorprendida; agitó la cabeza y rápidamente la atendió, indicándole donde se encontraba su vuelo tras devolverle el billete.

"Os catálans son raros, realmente" pensaba la chica.

Una vez llegó a la puerta de embarque y tras ver a una chica pegarse la piña de su vida por ir corriendo sin mirar hacia delante, se acercó a un grupo de unas 3 personas para preguntar si ellos también iban al sorteo:

Sabela: Oye, perdona; ¿vosotros también vais al vuelo del sorteo?

???: ¡Así es! ¿Tú también?

Sabela: Pues si, ¿no? Va a ser un viaje moito divertido este, eh.

???: Bueno, deja que nos presentemos; yo soy Julia, él es Carlos; y por último Dave.

Los dos chicos levantaron la mano a modo de saludo para después presentarse:

Dave: A ver, que yo vengo de Cádi, y habré llegao aquí pos hará... una media hora, más o menos. Me he encontrado con el Carloh que pasaba cerca y nos hemos puesto a charlar, y luego ha venido Julia.

Carlos: Bueno, yo soy de aquí de Cataluña; y Julia y yo habíamos quedado, la conocí hace unos años cuando fui a Andalucía; pero Dave pasaba por mi lado y cuando nos hemos dado cuenta de que íbamos al mismo vuelo hemos hablado un poco.

Julia: Joé, pues ya te lo han dicho tóo; no hay nada más que contar, vamos... al menos nada impor-

La voz de megafonía les alertó justo en ese preciso instante advirtiéndoles de que el vuelo se cerraba en unos minutos, así que a paso ligero; empezaron a dirigirse hacia el avión.

"Deixe comenzar a aventura, Sabelinha"

Y la gallega no estaba equivocada, pues iban a vivir una de sus mayores, si no la mayor; aventura de su vida. Claro está que no deberían haberse fiado de un periódico cualquiera, ni tampoco de la carta que les llegó a casa con el boleto y marcándoles el aeropuerto de Barcelona; pero después de todo, toda persona necesita; una vez por lo menos, vacaciones; ¿no?

El CluedOT 2018Donde viven las historias. Descúbrelo ahora