Capítulo 5

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N. A.
Las partes en cursiva son recuerdos.

La gloria de Dios - Ricardo Montaner

Al día siguiente de salir con Jhanny desperté con una llamada muy insistente a mi celular, resulta que era mi madre que me había llamado, mucho tiempo después de que ya había viajado y me dio una muy triste noticia.

- ¡Neferet! .- Dijo mi madre, gritando, me Asusté.- Neferet tu abuelo a muerto, estaré más tiempo del que pensé.

Colgó.

Simplemente colgó. Me dejó así, con el celular en mano y lágrimas en los ojos, no estaba ahí en ese momento, simplemente no estaba viviendo allí.

Me levanté, cambié, y salí.

Llegué hasta un parque cerca de mi casa en donde solía pasar tiempo con mi abuelo, di una vuelta alrededor del resbalón y... recordé.

-Papi.- Le dije a mi abuelo, que era así como lo llamé desde que tengo memoria.- Quiedo subí al desbalón.

En aquel entonces tenía 2 años, era un pequeña bebé-niña mimada, y! Amada.

- Aay hijita, pero es muy alto, te puedes caer.

Supongo yo que le miré con unos ojos tristes o algo por el estilo y accedió.

- Ya, entonces yo subiré contigo.- Me dijo dulcemente.- Vamos.

Cuando ya estuvimos arriba me acomodó sobre sus piernas y me abrazó para que no me caiga y resbalamos. La sensación era increíble, a pesar de haber sido pequeña recuerdo ese momento, el aire golpeando mi rostro suavemente y de repente volé, o mejor dicho, volamos ¡Si! Volamos por 5 segundos supongo, no sabía ni contar y caímos sobre suave arena.

Me levanté y grité, salté de la emoción, era lindo.

Pero no, me di la vuelta y ahí estaba mi abuelito, tendido en el piso sobre la morena arena, me acerqué a él y estaba... riendo, riendo conmigo pero eramos felices, a pesar de haber caído, a pesar de los golpes que recibió al caer.

Inconscientemente estaba sentada al final de resbalón ya viejo llorando, sola, como siempre. Me puse los audífonos y suponí qué la música me ayudaría pero no. Comenzó a tocar la canción "Playa giron- Silvio Rodriguez"

Que trasladó automáticamente a otros momento con mi abuelito.

Vacación, a los 9 años:

Para ese año, mi única imagen paterna se había ido a otra ciudad, pues para ello mi papá ya había muerto hace 3 años atrás, mi abuelo se había ido de mi ciudad, pues el clima no era bueno para su salud.

Ese año iba a ser mi primera vacación sin mi mamá, la primera vez que vería donde vivía mi abuelito, estaba emocionada, pues él me había ido a recoger para irnos juntos a una nueva aventura.

Llegamos, era un cuarto pequeño, pero acogedor y lindo, muy ordenada, era muy cómodo.

Ese día no hicimos nada, solamente descansamos luego del largo viaje en bus que realizamos. Hablamos y me contó de su juventud y su admiración por Ernesto "Che" Guevara y Fidel Castro, sobre como él había sido vilmente engañado por una guerrillera llamada Tania para ser parte de su grupo guerrillero, le dijeron que iba a cazar, que aprendería a usar armas pero que al final no había ido con ella pues se había atrasado por 5 minutos al tren. Me contó que su mayor sueño era conocer a los dos y poder marchar a las orillas del mar con él. Fue la primera vez que escuché a Silvio Rodriguez y puso esa canción, Playa Giron, me dijo que siempre que la escuchó se iba a ese sueño tan lejano.

Me sentí tan cerca de él aquel día, pues conocí más de él, me emocioné por todo, siempre habia tenido ciertas curiosidades por el socialismo y allí tenía a mi abuelito contándome esas cosas. Sin duda fue un momento único, la mejor primera vacación con él.

Nuevamente las lágrimas cayeron por mis mejillas, sentí la necesidad de ir a mi santuario, de uno o dos o más cigarrillos, me sentí ansiosa, triste. Sin más, me fui del parque y caminé hacia allá.

Tomé atajos, callejones, todo para llegar lo más rápido posible y tuve éxito en ello.

Empujé la puerta y entré, el lugar tenía un olor particular, era con un olor a humedad, con tierra y era reconfortante. Me senté en el cojín que se sentó Jaden aquella vez que vino.

Aún no procesaba la idea, que mi abuelo haya muerto, que en este mismo instante su cuerpo ya frío está en una caja fría, que la gente llama ataúd. El alma me duele, con él se fue una parte de mí, con él se fue mi niñez, mis sueños y hasta mi vida, todo se va, todo me está dejando; siento que la poca luz de aquí se va apagando y en ese momento me traslado a como fue que los ojos de mi abuelo se fueron cerrando al irse de  esta vida, y junto a ese pensamiento se va nublando mi Vista y todo se vuelve negro. 

(...)

Estoy feliz, sonriente, plena, llena de vida, pero estoy sola.

Voy caminando por el verde césped que esta a hectáreas y hectáreas a mi alrededor, y me encuentro con una banca blanca con una sombrilla de paja, se ve cómoda y voy hacia allá. Camino, cada vez más rápido y corro y noto que  tengo un vestido blanco holgado y sin calzar, y no me importa. Corro corro y llego. Y ahí sentado está alguien de espaldas, doy una vuelta y es él, mi abuelo; por un momento creo que es real pero poco me faltó para saber que no, para saber que él no estaba vivo,  me miraba, pero no hablaba, no decía ni una palabra y dolía. Su mirada expresaba paz que me transmitió en menos de lo que  esperaba y estaba feliz. Intenté tocar su rostro pero caí en un hoyo profundo negro,  y caía caía caía.

Desperté.

Un dolor de cabeza se apoderó de todos mis sentidos, y no logré pararme con éxito y terminé tirada en el gélido piso, y lloré, aunque no salía ni una sola lágrima, mi alma lloraba de dolor, de pena, de tristeza, de impotencia, pero debía ser fuerte; a él no le hubiese gustado verme así, e hice el mayor esfuerzo que una triste alma puede hacer.

Si el alma me dolía ahora está destrozada por el esfuerzo, mi madre no ha vuelto a llamar  y ahora quiero fuerza. No puedo más y llamo a Jaden.  No contesta y le mando un sms:

“Llámame lo más pronto que puedas, no me siento bien y creí que podríamos vernos” 

La respuesta tardó poco y me sorprendió muchísimo.

"Disculpa Neferet, no tengo tiempo para tí y menos para tus problemas estúpidos, hablamos luego.”

Cuando estaba a punto de darle una oportunidad a la amistad Jaden sale con eso, pierdo a mi abuelo, y creo que solo me falta que me caiga un rayo en la cabeza. 

El dolor e ira en conjunto no hacían un buen trabajo juntas, me comenzó a doler la cabeza y nuevamente todo se volvió negro.

Hold My Hands (Sujeta mis manos) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora