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Una vez termines de empacar llámame para que venga por ti - dijo aquel señor -no tardaré nada solo tendré que arreglar algunas cosas en la que ahora será tu nueva casa ¿de acuerdo? 

No necesito nada de usted- respondí- durante cuatro o cinco años mi mamá y yo logramos salir adelante con los gastos de la casa, además yo tengo empleo yo misma puedo areglarmelas sola, usted puede regresar a su casa con su familia tan querida

De que hablas Eva, tan solo eres una niña, como podrás sobrevivir sin una familia, lo único que te queda en esta vida soy yo y quien mejor que tu padre

Usted no es mi padre -interrumpí - un padre es aquel que cuida de su familia, esposa e hijos, y eso señor, no lo hizo usted, no se conformo con el amor que una mujer tan hermosa le brindo ciegamente y busco cariño en brazos de una cualquiera que sabiendo que usted era casado y tenia una hija seguía de lagartona, y usted que hizo? Exacto, nada, en cuanto mi madre enfermo lo primero que hizo fue largarse con esa señora y ahora que mi madre ya no esta usted se hace presente diciendo que es mi padre, no se da cuenta del sufrimiento que mi mamá y yo pasamos por culpa de usted.

Lamento todo lo que hice pero eso ya paso además no te puedo dejar sola en esa casa, ¿sabes todas las críticas que dirán? 

Es usted tan sínico. Lárguese de mi casa   

Eva Collins, quieras o no eres mi hija, llevas mi sangre y mi apellido, no estas en una posición en la que puedas decidir sobre tu vida, quieras o no soy tu padre y se que no me tienes ni un poco de cariño y lo entiendo es comprensible pero aunque yo tampoco lo quiera tienes mi apellido y por lo tanto tengo la responsabilidad de una hija y vendrás a tu nueva casa. Regreso en treinta minutos por ti, estés lista o no vendrás a mi casa.

La vida de EvaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora