UN AMOR DESPUÉS DE LA MUERTE, REENCARNACIÓN

PARTE 4 - SUEÑOS Y PESADILLAS

No había sentido tanta paz en mucho tiempo tal vez ese aroma del Alpha era lo que le reconfortaba tanto, ese aroma a sándalo e incienso le resultaba tan familiar Dreide se acomodó más en la cama abrazó la almohada y se entregó a los brazos del Dios Morfeo, en la habitación el único sonido presente era el tic tac del reloj, aquel sonido era tan hipnótico que cada vez se hacia más distante, suave, lento hasta que ya no se pudo escuchar más ese sonido. Dreide empezó a soñar nuevamente después de un largo tiempo aquellos sueños agradables de infancia donde se veía jugar en unas praderas, escuchar voces tan agradables y familiares a la vez, pero todo en una época muy distinta en cada sueño visualizaba lugares sumamente antiguos los que sólo había leído en libros.

Dreide se removía sobre la cama sonreía entre sueños sin despertar, sin duda alguna eso le agradaba en ciertos momentos el balbuceaba algunas palabras poco entendibles pero todo aquello se debía a que en su sueño el hablaba con otras personas.

---------- DENTRO DEL SUEÑO DE DREIDE----------

 Y usted es muy coqueto joven maestro – le entrega una botella de licor – por ser tan guapo tome esa botella como obsequio.

Estas eran las palabras de una hermosa señorita que ofrecía el mejor licor de la villa, un joven bastante apuesto y coqueto le robó una sonrisa y ese fue el motivo por el cual le había obsequiado la botella.

- Me halaga al decir esas cosas– bebe un poco del licor- ummmmm, realmente es muy bueno tenga la certeza de que regresare otra vez.

 - sonríe con coquetería- cuando usted regrese le tendré una mesa preparada siempre y cuando el otro joven que lo acompaña también venga.

- Claro que si, vendremos los dos ¿verdad Lan Zhan? – sonríe extensamente sin dejar de ver al ajeno-

• Mnn…

En cada sueño de Dreide nunca podía ver el rostro de las demás personas a excepción de ese extraño joven al que llamaba Lan Zhan, recordaba con claridad las ropas blancas con patrones de nube, una cinta que ondeaba al mismo ritmo del viento y aquellos orbes claros.

- Dijo que si, ahora es momento que nos marchemos y recuerda cuando estemos de vuelta por aquí tendrás una mesa preparada para nosotros – dirigiendo las palabras hacia la muchacha que no dejaba de ver a ambos jóvenes-

El sueño se tornó algo confuso al salir de la villa se encontró con un camino largo, los árboles eran tan frondosos que al ver atrás se dio cuenta que no ya no estaba en la villa metros mas adelante se hallaba el mismo joven con las ropas blancas, el cabello y la cinta ondeando al mismo ritmo como si simulara una danza.

- Lan Zhan, Lan Zhan ¿a dónde iremos?

El nombrado se detuvo y se dio la vuelta para que nuevamente Dreide se encontrara con los mismos orbes claros del contrario.

• Regresaremos a Cloud Recessess – extiende su mano- estarás a salvo ahí.

- ¿A salvo de que? – preguntó confundido mientras extendía su mano para tomar la del ajeno-

Nuevamente el sueño había cambiado esta vez todo estaba sumido en oscuridad y la mano que quería sostener ya no estaba, empezó a caminar no podía ver absolutamente nada ni siquiera sus propias manos sólo escuchaba voces las cuales eran incitadoras a pensamientos negativos, Dreide se removía en la cama como si quisiera despertar un sentimiento de angustia, miedo y tristeza se acumulaba en su pecho aquella sensación en la garganta de querer llorar y no poder era incontrolable, dentro de sus sueños gritaba un nombre el cual era poco entendible ya que hablaba dormido.

- ¡Lan Zhan! – seguía caminando - ¡Haguang-Jun donde estas! Si estas jugando a esconderte te juro que te voy a encontrar y te besaré.

La desesperación seguía creciendo al no recibir ninguna respuesta, no sabia si estaba caminando derecho o en círculos ya que no podía visualizar nada, una melodía suave comenzaba a sonar.

- Esa melodía, la he escuchado antes – comienza a correr- ese es Haguang-Jun estoy seguro que es él – hablaba un poco agitado- sigue tocando por favor Lan Zhan.

Cada vez que hablaba su pecho dolía, seguía corriendo sintiendo como aquella melodía se hacía más fuerte era como si lo estuviera llamando, escuchó otra voz que decía.

o Haguang-Jun – posa la mano en el hombro del mencionado – es mejor que descanses estuviste toda la tarde tocando Inquiry y aun no recibes respuesta si continuas a este ritmo enfermaras, el tío a estado preguntando por ti es mejor que lo veas.

- ¡NO! ¡YO ESTOY AQUÍ MIRAME LAN ZHAN!¡ESCUCHÉ TU MELODIA! – repitió con insistencia - ¡ESCUCHÉ TU MELODIA!¡NO TE VAYAS LAN ZHAN!

Los gritos no podían ser escuchados era como si la voz no saliera de la garganta y sólo movía sus labios, sentía que gritaba con todas sus fuerzas, pero todo era en vano aquel al que llamaba con insistencia y sin descanso se había dado la vuelta comenzando a alejarse más y más hasta que se perdió entre las penumbras. Dreide comenzaba a llorar seguía atrapado en ese sueño, la desesperación se fue acrecentando al mismo tiempo que ese nudo en la garganta no desaparecía, otra vez el sueño había cambiado esta vez era en una cabaña miraba que sus dedos estaban entrelazados con los de otra persona nuevamente esos orbes claros y algunas palabras poco entendibles calmaron el miedo que sintió con anterioridad.

• Wei Ying.

La calma a esos sentimientos de angustia había llegado, pudo sentir con claridad un suave roce sobre sus mejillas y rostro, era como si algo o alguien le acomodaba algunos mechones de su cabello.
Lo que en realidad había pasado era que esos roces si fueron de verdad, eran aproximadamente las 6:30 pm Yi Long regresó al apartamento al entrar notó que su paciente no se encontraba por un momento había pensado que tal vez se había escapado o algo por el estilo hasta que notó que la puerta de su habitación estaba entre abierta al asomarse se encontró con Dreide profundamente dormido y balbuceando algunas palabras, luego vio que algunas lágrimas resbalaban por las mejillas del pelinegro lo cual Yi limpió con el dorso de su dedo índice. Una extraña sensación despertó en su pecho haciendo que inconscientemente acariciara con delicadeza ese rostro dormido, al darse cuenta de lo que hacía se detuvo tapó con algunas cobijas al azabache y salió del lugar.