Robo

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En medio de la noche un ladrón entra a la casa, se mueve con sigilo hasta un cuarto, revista en busca de algo de valor, ve a una joven durmiendo y sigue con su búsqueda, deja caer unas joyas y despierta a la joven, ella lo ve y está a punto de lanzar un grito, el tapa su boca con su mano para que no lo haga y accidentalmente agarra uno de sus senos.

Ladrón: no digas nada (saca una navaja) si no quieres morir.

Ella lo muerde y le quita el arma, el la somete y antes de darse cuenta pasa algo.

Joven: señor ladrón, creo que tiene algo sobre mi culo, puede quitarlo?

Ladrón: ni lo sueñes, ahora verás que es.

La toma de la cabeza, saca su pene y se lo mete en la boca, siente como llega a su garganta y lengua lo envuelve todo.

Joven (es más grande que el de mi novio y sabe mejor, voy a darle un servicio especial.

Ella pone una mano en la base y la otra en su pierna, empieza a chupar y a lamer como si tuviera hambre, el siente como llega a todas partes y el movimiento de su lengua y manos, resiste unos minutos más antes de venirse en su boca, ella sonríe y se lo traga todo, se quita su pijama y abre las piernas. El ladrón empieza a chupar su vagina como si no hubiera después, ella trata de contener sus gemidos mientras el muerde su clítoris y mete sus dedos dentro de ella, al final no puede más y se viene en la cama.

Joven: si vamos a esto debes cuidarte.

Se da la vuelta para buscar condones en la mesita de noche, el no pierde tiempo y se lo mete de repente, ella no puede más y empieza a gemir, el la penetra cada vez más fuerte, el siente lo caliente y apretada que está y ella lo grande que el es, se mueve la cama cada vez que el entra, ella sigue gimiendo de placer hasta que los dos se vienen a la vez, el vierte su semen hasta lo más profundo de ella.

Ladrón: felicidades, vas a ser mamá.

Joven: entonces necesito leche.

Ladrón: ven a buscarla.

Ella toma su pene otra vez y empieza a masturbarlo mientras se come sus bolas, lo pone en sus senos y le hace una rusa, el siente la calidez y suavidad de sus senos y lo hábil que es con su lengua, al poco tiempo se vuelve a venir en toda su cara.

Joven: vamos a estar muy ocupados esta noche.

Los dos siguen teniendo sexo en un espiral de lujuria, ignorando todo lo demás sólo querían darse placer, antes de darse cuenta salió el sol y el se va por la ventana, dejando una nota que decía:

Volveremos a vernos, solo deja tu ventana abierta.

Dulce pecadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora